1- TE CONOZCO

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Texas (actualidad).
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Valentina Carvajal (la fenómeno Carvajal

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Valentina Carvajal (la fenómeno Carvajal. 18 años de edad)
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—... ¡Hey, rara!. ¿Estás sorda?— le decía uno de los chicos que iban detrás de ella tirándole piedrecitas en la espalda mientras ella caminaba. Ellos la seguían en sus bicicletas— ¿quieres que te llevemos?. Tengo una soga, puedo amarrarte de mi bicicleta y llevarte arrastra— dijo con burla, haciendo que los demás rieran

Valentina caminaba con su cabeza hacia abajo. Con unos libros entre sus brazos y su mochila en su espalda aceleraba el paso para llegar rápidamente a su casa, ya que todos los días cuando salía de la escuela el mismo grupo de muchachos la seguían para molestarla, arrojándole piedras y vociferando palabras ofensiva hacia su persona.

—¡oigan imbéciles, denjen a la chica en paz!— una voz femenina se escuchó detrás de ellos

—chale, Juliana, no seas agua fiesta— le dijo uno de ellos. Aparentemente ella los conocía

Ella los alcanzó y se puso frente a ellos. Valentina miró hacia atrás por unos segundos, luego continuó caminando.

—será mejor que se larguen, Luis. Te lo advierto— le dijo la morena señalándolo

—como digas— gruñó él— ¡vamonos chicos!— musitó acelerando su bicicleta. Los demás lo siguieron—¡adiós fenómeno!— vociferó pasándole por el lado a Valentina y dándole un manotazo a los libros que ésta traía en las manos, logrando que se les cayeran. Todos reían mientras se alejaban rápidamente en sus bicicletas.

Valentina suspiró con paciencia y luego se agachó a recoger sus libros.

—espera, te ayudo— le dijo la chica mientras se agachaba para ayudarla— que estúpidos son esos batos— comentó mientras recogía los libros. Valentina le dio una breve mirada— ten— dijo Juliana pasándole los libros

—gracias, pero no necesito que nadie me defienda— le dijo Valentina poniéndose de pie para continuar con su camino. Juliana también se puso de pie

—sí, ya veo— dijo con sarcasmo— ¡oye!— musitó poniéndose frente a la castaña— Valentina, ¿verdad?— le dijo caminando a su lado, ya que ella no se detenía. Valentina asintió con la cabeza— ¿quieres que te lleve?, mi coche está estacionado allá— le dijo señalando hacia atrás.

Valentina se detuvo y giró los ojos.

—a ver, ¿qué es lo que quieres, Juliana?— le preguntó un poco brusca

—bueno, tranquila. Bajale algo, morrita— le dijo Juliana tranquilamente y con una sonrisa— simplemente estoy siendo amable contigo, wey. Somos compañeras de clases hace más de cinco años

EL Candelabro De Oro| CONCLUIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora