༒10

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—¡Vuelve a decirlo! —gruñó.

Jimin lo miró fijo, aun entre sus brazos pudo sentir que el cuerpo de Jungkook se tensó y poco a poco algo se empezó a clavar en su estómago, entonces lo supo, lo había puesto duro con tan solo llamarlo así.

—Vamos Jimin, dilo otra vez y no me contendré. —Miró expectante los labios del contrario.

Quería probarlos, saborear su sabor y sentirlos de todas las formas posibles. Una de sus reglas principales era nada de contacto como los besos, él los sentía innecesarios sin algún fin que solo demostrar a alguien que lo querías, pero él no quería a Jimin.

¿Entonces por qué tenía esas incontenibles ganas de besarlo? Incluso un poco más que solo voltear su cuerpo y bajar esos lindos pantalones que tenía y follarlo tan mal mientras Jimin seguía gimiendo su nombre.

Pero no lo hizo, al contrario, tomó su rostro y besó sus labios carnosos. Hace tanto que no besaba a alguien que se sintió extraño, pero siguió en movimientos lentos, como si ambos fueran unos inexpertos.

Jimin se tomó fuerte de la tela de su camisa y siguió el beso, soltando suspiros y cuando Jungkook delineó tentativamente su entrada no pudo negarle el paso.

Jungkook gimió en respuesta cuando su lengua y la de su pequeño prepago se tocaron, como si lava ardiendo derritiera un iceberg, no pudo más y lo tomó de la cintura, restregando la erección que en todo en conjunto lo estaban haciendo desearlo como loco.

Jimin sintió su cuerpo palpitar por una sola cosa y era esa que Jungkook le ofrecía, no podía creer que él deseara esto tanto como para profundizar el beso y subir sus manos a su pecho.

Jungkook tomó sus manos en el proceso alejándolo de él, aun con su mente nublada y sus pupilas dilatadas no podía acostumbrarse a que alguien lo tocara, que descubriera lo que escondía, no era miedo, no era furia, era vergüenza, no podía tolerar que alguien lo viera débil y le tuviera lástima, nadie sabía su pasado y así tendría que quedarse.

Jimin se mordió, el labio apenado, el beso lo había hecho olvidar las reglas, no besos era una de ellas, pero Jeon no estaba preparado para romper todas y tal vez jamás lo estaría.

—Perdón... señor Jeon. —El negro de sus ojos volvió a hacerse presente y como si hubiera olvidado todo lo anterior, Jungkook lo cargó entre sus brazos llevándolo a su recámara.

Lo recostó sobre la cama y le empezó a quitar la ropa rápidamente, su pene ahora dolía. Aquel suéter le quedaba de maravilla, pero por ahora no los necesitaría al igual que esos pantalones. Lo giró boca abajo tirando de ellos con fuerza.

Sus ojos se agrandaron cuando el culo redondo del rubio quedó a la vista, solo con unas bragas de encaje que le quedaba malditamente sexis. Jungkook había dicho que no le interesaba lo que usara debajo porque de una u otra se lo quitaría, pero tenía que admitir que al menos podía deleitar su pupila con tan magnífico panorama.

Sin poder contenerse, su mano aterrizó en una de sus nalgas provocando un sonido seco. Jimin gimió mirando a Jungkook de soslayo, este amasaba su culo con vigor y poco a poco su rostro descendía hacia ahí.

—Te ves tan delicioso, tan jodidamente hermoso. —Jungkook pasó su nariz por toda la curvatura de su espalda hasta llegar a su cuello y soplar en esta zona.

Jimin ni siquiera supo cuándo fue que Jeon se había sacado los pantalones, quedando desnudo de la cintura para abajo, hasta que sintió su gran pene rozar con su trasero.

—Dime que también deseas que te folle tan duro como lo deseo yo. —Jungkook susurró en su oído, arriba de él, sosteniéndose firme con su mano—. No puedo tomarte si tú no quieres esto.

༒•MELOLΔGṈIΔ•༒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora