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༒15

Su mirada se intensificó de una forma reprobatoria y es que Jennie sabía cómo sacarlo de sus casillas.

—¿Quieres explicarme por qué razón quieres romper el contrato? —Se paró en jarra.

—Tú lo sabes. —Le arrojó sobre su escritorio la misma revista que Namjoon le enseñó.

Jungkook frunció el ceño.

—Parece que todos tienen un problema con él. Es mi vida personal. —Ladeó la cabeza.

Jennie apretó sus labios decepcionada.

—Te soy sincera... —Bajó la mirada—. Acepte este trabajo por ti. —Lo miró avergonzada—. Pero ahora con esto... sé que no tengo ninguna oportunidad contigo.

Jungkook se tomó el puente de la nariz analizando la situación. Sabía desde el primer momento en que la vio en su empresa, que sería un dolor de culo y ahora lo confirmaba. Lo pensó por unos segundos.

Se iba a arrepentir de lo que estaba a punto de decir pero no veía otra opción, era eso o dejar que ella se fuera, y perder todo lo que habían progresado con el lanzamiento de la app.

—Él no es nadie —musitó mirando su expresión. Jungkook se sintió extraño al decir eso—. Solo fue un beso sin importancia.

Su expresión cambió, poco a poco sus ojos se iluminaron radiantes y sonrió ampliamente.

Si Jungkook le hacía saber que ese chico no era nadie para él era solo por una razón ¿no? No quería hacerse ilusiones pero ya era tarde.

—Entonces, ese chico ¿no es tu novio? —Jungkook negó cansino.

—Solo te explico esto para que quede claro que yo no soy de nadie y jamás lo seré. —Jennie dio un saltito sobre el escritorio inclinándose.

—Eso lo veremos —sonrió ladina y tomó su corbata, coqueta—. Olvida lo de mi renuncia, te demostraré que puedo conquistarte, guapo. —Jungkook entornó los ojos y alejó su corbata del agarre de Jennie.

—Solo ve a trabajar. Tienes una sesión de fotos ahora mismo. —Se bajó del escritorio y asintió feliz.

Ahora sabía que tenía una oportunidad, Jungkook era difícil pero si él no tuviera un pequeño interés en ella no le hubiera dado esperanzas ¿verdad?

Se giró sobre sus talones y caminó contoneando sus caderas hasta salir.

Jungkook cayó sobre su asiento y bufó cansino, tratarla sería difícil de ahora en adelante.
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Pasaron días para que Jimin al fin pudiera verse en ese momento, esperando su primera clase.

La mayoría de ellas serían prácticas y solo dos eran teóricas. Con su mochila en mano se sentó en la banca larga dentro del salón.

Sus ojos se iluminaron al ver el enorme espejo que rodeaba toda la extensión, podía reflejarse desde cualquier ángulo.

Empezó a ponerse ropa cómoda en el momento en que otro chico entró al salón.

Este era alto, de cabello castaño, piel bronceada y facciones gruesas, en pocas palabras muy atractivo, sin embargo, Jimin ni si quiera lo miró, al contrario no se había percatado de su presencia hasta que Kai puso su maleta con algo de ruido sobre la misma banca.

—¿Eres nuevo? —Kai sonrió al observar al atractivo rubio frente a él.

—Si —sonrió amable—. Soy Jimin, mucho gusto.

—Kai...

Tomó su mano pero no le bastó con solo un toque y jaló de él estampando sus labios en su mejilla.