༒14

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El Fuerte sonido hizo eco en su oficina, sobre la mesa ya hacia una revista abierta exactamente a la mitad con la imagen suya y la de Jimin besándose apasionadamente, justo afuera del edificio Luxo.

Namjoon lo miró expectante con la ceja alzada.

—Muy bien guardado tenías a tu novio, que te fuiste a besar a fuera del edificio.

Jungkook cerró la revista y se levantó de su asiento. No era de las personas que diera a conocer su vida personal y no por eso lo empezaría a hacer.

—¿Eso es todo? tengo trabajo —dijo dirigiéndose a la gaveta de la esquina de su oficina.

—¡¿Eso es todo?!, los accionistas preguntan el significado de esa foto, piden conocer a tu pareja.

—¿Disculpa? —Lo miró incrédulo—. Mi vida personal, es personal —recalcó.

—Eres el editor en jefe, eres la imagen de la empresa no puedes comportarte de esa forma. —Trató de explicarle.

Jungkook no entendía que su rostro era lo que todos veía al nombrar la marca, si él se veía mal, la empresa lo hacía igual.

—Esperan por todos los cielos que ese chico sea algo serio y no solo un amorío porque si no, esto se podrá muy feo. —Namjoon terminó de hablar y salió de su oficina.

La había cagado y en grande, ¿cómo pudo besarlo en público?. Ahora estaba metido en un embrollo.

Jimin no era ni siquiera un amorío. Dio un golpe seco en el escritorio y se tomó el cabello con desesperación.

Dos toque sonaron en su puerta.

—¡Adelante! —dijo enojado.

Yoongi se asomó cuidadosamente cuando escuchó el grave timbre de voz de su jefe, lo conocía demasiado bien para saber que estaba enojado.

—Señor... le traigo la información que me pidió sobre las universidades de la ciudad. —Su asistente caminó lentamente hacia su escritorio y puso cada folleto sobre el.

Jungkook los analizó, su mirada se suavizó. Había buenos lugares. Jimin le interesaría mucho y se pondría muy feliz al saber que pronto podría estudiar. Entonces una boba sonrisa salió de sus labios.

Yoongi miró curioso a su jefe, era impresionante, como de estar enojado en un segundo cambió a estar feliz.

Rápidamente recogió los folletos y tomó sus llaves.

—Señor, ¿a dónde va? tiene una junta en 15 minutos. —Yoongi musitó mirando la lista de su apretada agenda.

—Iré a Cile, cancela todas mis citas. —El castaño se quedó boquiabierto cuando sin esperar objeción Jungkook ya se había marchado.
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Su cuerpo se meneaba de forma fluida al ritmo de la música que se sonaba en los altos parlantes del pent-house, Jimin solo vestía unas bragas de color negro mientras lavaba los trastes del desayuno.

Desde que Jungkook le había dicho que era libre de hacer lo que quisiera casi siempre le daba los días libres a Sansa y él se la pasaba limpiando la casa.

Era realmente aburrido solo hacer eso pero mientras no entrara a la universidad eso sería suficiente, tampoco quería salir y perderse como esa vez.

Entonces siguió con lo suyo sin escuchar el sonido del elevador al subir.

Jungkook paró en seco cuando miró a Jimin de espaldas moviendo su trasero de forma tan sensual que no pudo evitar relamer sus labios. Joder, se estaba poniendo duro de solo verlo.

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