༒Epílogo

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Ambos se tomaron de las manos, se miraron con gran amor ante la presencia de los invitados y esperaron las siguientes palabras.

—Los declaro esposos. Pueden besarse.

Jin y Namjoon se besaron seguido de un gran aplauso. Después de tanto tiempo por fin habían llegado al altar.

Jin se veía radiante con su traje rosa, y que decir de Nam, tan elegante y varonil como solo él podía ser.

Jimin soltó una lágrima, la ceremonia había sido hermosa. Jungkook lo abrazaba fuerte por la cintura para consolarlo, recargado en su pecho.

—Se ven tan felices. —Musitó el rubio poniéndose de pie con un poco de dificultad, su enorme panza le llegaba tres metros hacia enfrente. Eso pensaba él, estaba exagerando pero era típico y ahora en su estado más— ...Y Jin tan hermoso.

—No más que tú, cariño. —Jimin sonrió ante el comentario de su novio y lo besó tiernamente—. Vamos que me muero de hambre. —Rio.

El rubio asintió y estiró su mano hacia su costado recibiendo entre ella una mano más pequeña.

—Mimi, ¿Estas llorando? —Shiny preguntó preocupada.

—No te preocupes mi niña, son lágrimas de felicidad. —Le explicó mientras caminaba rumbo a la zona donde se llevaría a cabo el banquete.

Shiny se quedó más tranquila mirando con sorpresa y emoción como el jardín estaba cubierto de flores, mesas redondas, con globos de estrellas brillantes, era hermoso.

Había tenido suerte de que Yuri la hubiera dejado ir con Jimin, solo era un momento, aunque no era el primero, dentro de su pequeño corazón podía apreciar los instantes que pasaba junto a Jungkook y su Mimi, como si de verdad tuviera una familia.

—¡Jimin! —Jin llego hasta él y lo abrazó con alegría—. Ven, tienes que atrapar el ramo.

El rubio rio pensando en que se trataba de un chiste, pero cuando Jin esperó a que lo siguiera negó de inmediato.

—Estás loco, no puedo. Con esta panza soy capaz de aventar a cualquiera metros de mí. —Jungkook rio a su lado insistiendo en que lo siguiera. Jimin lo miró extraño.

¿Por qué insistían tanto en que fuera?

Entornó los ojos y los siguió, era ilógico que pudiera atrapar el ramo, aun así les daría el gusto manteniéndose hasta atrás. No era como si le fuera a caer exactamente a él.

Shiny miraba a Mimi con emoción, y alzaba sus pulgares para que le fuera bien. "Mi niña", pensó el rubio y le sonrió mandándole un beso volado.

Había mujeres ahí, pero extrañamente se habían puesto a sus espaldas. No, él quería estar atrás no enfrente.

Hizo el ademán de cambiarse de lugar, pero Jungkook lo detuvo quedándose a su lado. No entendía nada.

Jin ocupó su lugar enfrente, dando la espalda con el precioso ramo en sus manos. Le sonrió a Nam en el momento que aventó el ramo.

Jimin no hizo ademán por atraparlo, sin en cambio quien lo hizo por él fue Jungkook quien tuvo que estirarse un poco para hacerlo.

Jeon miró los ojos sorpresivos de su novio y le entregó el ramo hincándose frente a él.

Sus ojos se abrieron más si fuera posible, cuando fue testigo de su acción.

—¿Qué haces, Jungkook? —Jimin miró hacia todas partes, esto era vergonzoso para él, pero al mismo tiempo tenía su corazón agitado cuando Jeon sacó una pequeña cajita que escondía entre las flores.

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