𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈

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Eiden regresó antes de que el sol se pusiera, baje rápido a recibirlo

-¿Que tal?- pregunte con la esperanza de que haya encontrado algo de comida, él alzó el saco dejando ver solo un pequeño bulto -No hay nada, y si lo hay la nieve se esta encargando de cubrirlo bien- sonaba un poco frustrado y podía ver el cansancio acumulándose debajo de sus ojos pero aun asi me dio una breve sonrisa y un cálido beso en la frente -Ya veremos que hacer, nos las arreglaremos- añadió tomando mi cintura con su brazo libre emprendiendo el camino hacia la cueva. gire a ver nuestras huellas pero ya se empezaban a cubrir con otra capa de nieve -¿No ha habido señales?- preguntó a lo que yo solo negué -No, nada- suspiré -Me preguntaba Kay... ¿Y si no viene?- sentí mis músculos tensarse ante su pregunta -Vendrá, estoy segura. Los Penvesie tardaron en encontrarnos cuando ocurrió lo de Caspian, además Eustace es nuevo aquí, estoy segura de que ahora mismo estará gritándoles a todos que lo regresen a donde estaba- rei un poco al acordarme de su accidentada bienvenida en el viajero del alba. Senti como Eiden estiraba su capa para abrigarme debajo de ella -Esta bien, confio en ti- contesto con voz cansada para después darme un tierno beso en la frente y seguir caminando.

-¿Estoy en Narnia? ¿No es asi?- pregunto Eustace mientras volteaba a todos los lados, paranoico, en búsqueda de la amenaza que había sugerido Este -Si, asi es- contesto el guardian intentando mantener un trote firme pero sin tanta prisa, minetras intentaba idear un plan para avisar a su hermana de la llegada del chico. Tal vez podría enviar a alguno de sus arboles o podría pedirle ayuda a Liliandi.

Ya que ninguno de los dos era principalmente conversador y ni Eustace se sentía en demasiada confianza para preguntar, ni Este tenia la necesidad de ponerle atencion a otra cosa que no fueran todos los posibles planes rondando en su cabeza, el camino se baso en escuchar el golpe de los cascos y el pesado relinchar que a veces soltaban los caballos hasta que llegaron al castillo.

En la entrada ambos pudieron ver al grupo de expedición de Caspian, Este pudo distinguir dos figuras extra y con el temor de que hubieran atrapado a su hermana y al príncipe, aceleró el paso. -Este; No vas a creer...- anuncio Caspian al notar la presencia de los recian llegados, pero el rey no pudo terminar de decir nada ya que al escuchar el nombre de su protector, la pequeña Lucy volteo y no dudo en correr hacia el. Él chico tampoco dudo en bajar rápidamente y recibir a la pequeña (que ya no era tan pequeña) con un calido y fuerte abrazo -Lucy- suspiro Este aun tratando de procesar lo ocurrido, por un instante tuvo algo parecido a un soplo de miedo de que fuera un sueño pero una vez que hubo abrazado también al segundo de los hermanos Pevensie, empezó a analizar bien la situación. Caspian se acerco al guardian pasando un poco por desapercibida la presencia del pasajero que aun estaba analizando la forma en la que bajaría del caballo sin romperse algo -Este. Lo hizo, Kayssa lo hizo, en un principio pensé que lo había robado para evitarlo pero...- Caspian estaba sorprendido, de eso no había duda.

-Tal vez podrias echarme una mano amigo- susurro Eustace tímidamente en el odio del caballo, con la esperanza de que fuera uno de esos animales parlanchines pero solo recibió por respuesta un par de risas de parte de los demás -No esperes que te responda- dijo Lucy algo burlona acercándose a su primo -¡Primos! Es un alivio ver caras familiares- respondió sin dejar su tono nervioso y tembloroso a causa del frio. Edmund también se acerco a ver la escena y no pudo evitar que una risa burlona se le escapara al ver a Eustace intentando bajar del caballo con las instrucciones de Lucy. Una vez el chico estuvo seguro con los pies en el piso, Edmund se vio obligado por Lucy en darle su abrigo quien acepto de mala gana, Eustace se acerco a Caspian, quien lo recibió con la mejor sonrisa que pudo formar en ese momento -Es bueno verte de vuelta- lo recibió el rey y antes de que alguien pudiera decir algo más, Sur salio a recibir a su hermano y los reyes restantes -Sus majestades, es un gusto que al fin hayan llegado- no había sorpresa en su voz, había una inmensa alegría que no dudo en demostrar, pero nada de sorpresa. Después de abrazar a los hermanos y saludar cortésmente a Eustace anuncio -Es hora de entrar, sus hermanos están esperando-.

No podía dormir, había algo que me inquietaba, no sabia si era el miedo a volver a tener pesadillas o la incertidumbre de la llegada de Eustace pero sabia que de nada me serviría quedarme mirando a la nada, asi que con cuidado de no despertar a Eiden me levante de su regazo, tomé el pedazo de cuerno de mi bolso y mi capa antes de salir por la maleza que cubria una gran parte de la cueva e impedia que nos muriéramos de frio. Caminé bajo la nieve, dejando que los copos se derritieran lentamente sobre mi rostro hasta que llegue al roble de Baco. Normalmente cuando venia solo me quedaba viendo las raíces sin saber muy bien que hacer, nunca había perdido a nadie realmente cercano; o en realidad nunca había estado ahí para presenciar su ida, pero hoy esa extraña incertidumbre que sentía en la boca del estomago me animo a sentarme frente al roble -Hola amigo- empecé tímida -Siendo sincera no me siento del todo bien y no se que se supone que deba decir, Baco yo... yo no se que hacer. Tenemos un plan, lo se pero siendo sincera tengo miedo, ya no puedo perder a nadie más, no debo perder a nadie más. Te perdimos a ti y yo... Eiden esta mal, te extrañamos y mucho y no puedo dejar de culparme. No estuvo bien arrastrarte a esto, no estuvo bien...- El nudo guardado en mi estomago pareció subir hasta mi garganta, ahorcándome -Él no te culpa ¿sabes?- la mano de Eiden sobre mi hombro me hizo sobresaltarme -Lo se, pero no puedo evitar sentir que le fallé- él puso una vieja y desgastada cobija sobre mis hombros y se sentó a mi lado -Eso es por que lo hiciste, y yo también lo hice, ambos le fallamos y sin embargo ¿sabes que nos diría en estos momentos?- preguntó tomando mis manos, transmitiéndome la calidez de sus palabras, haciendo que el nudo desapareciera -¿Vaya par de tortolos?- contesté riendo un poco provocándole una risa también a él -Si, eso diría, pero también nos estaría gritando que siguiéramos con el plan, que él esta bien en la nación de Aslan y que ahora necesita que nos movamos- concluyó, y por un momento me sentí en paz, me sentí tranquila y más capaz de seguir -Gracias- susurre compartiendo la cobija con él; Eiden respondió con un tierno beso en mi sien y nos quedamos ahí, abrazados bajo el frio, dejando que la nieve nos cubriera.

-A ver, déjame ver si entendimos ¿el Reino Profundo está secuestrando narnianos, habían atrapado al príncipe Eiden pero Kayssa lo ayudo a escapar y ahora ambos andan fugitivos y los secuestros no han cesado?- Preguntó Peter mientras caminaba de un lado a otro por el saloncito. Los hermanos Pevensie junto a Eustace se habían cambiado a unas prendas mas apropiadas al clima y después todos se habían reunido en un saloncito frente a la chimenea para contarles todos los acontecimientos -Y también ¿Kay robó mi cuerno y después lo rompió?- continuó Susan quien se aferraba a su taza de leche caliente con total firmeza. Los guardianes asintieron y Lucy se levanto para detener a su hermano -¿En serio no tienen idea de donde podría estar? ¿Alguna pista?- preguntó Edmund tratando de encontrar un lugar cómodo en el largo sillón. Este, quien había estado muy callado durante todo este tiempo, se estaba debatiendo si traicionar o no la confianza de su hermana. Sabia que no lo lograría sola, aun teniendo Eustace, pero no había algo que le asegurara que Caspian no mandaría a ejecutar al príncipe o que encerrara a Kayssa de por vida.

-Suponemos que esta en el bosque del oeste y es por eso que nos ha costado tanto trabajo encontrarla- contestó Caspian, quien se había pasado toda la velada de pie junto a la chimenea y con una copa de vino en la mano que "le ayudaba a pensar mejor". Este seguía intranquilo, hasta que decidió hacer una movida arriesgada -Yo se como encontrarla- soltó para después levantarse a servir un poco del vino -¿Que?- preguntó Sur acercándose a su hermano -Este ¿Sabes donde está?- volvió a cuestionarlo, el guardián se acabo toda su bebida de una y después de hacer un gesto de disgusto se enfrento a las miradas de los demás -No, pero se como podemos saberlo- respondió antes de servirse un poco más de vino. La sensación amarga de la bebida le ayudaba a esconder el desagradable pequeño sentimiento que le iba generando delatar a su hermana. -¿Y tu como sabes eso?- ahora fue Einar quien lo encaró y quien era el que se había mostrado mas preocupado por desconocer el paradero de la guardiana. Este se volvió a acabar el liquido rojo oscuro de su copa -Porque la ayude a escapar y ella confía en mí-. Un silencio cubrió la habitación antes de que empezara a llenarse de quejas y gritos, mientras los hermanos, y Eustace, se miraban con un sin fin de expresiones -¡YA!- gritó Lucy parándose en frente de todos, dando por terminada la ronda de gritos; la chica se acerco a su protector y con los ojos llenos de amabilidad preguntó -Este ¿Cómo encontramos a Kayssa?-

𝗟𝗔𝗭𝗢𝗦/ La silla de plata, el terrano y las coronas de antaño (LCDN #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora