𝗟𝗔𝗭𝗢𝗦/ La silla de plata, el terrano y las coronas de antaño (LCDN #4)

𝐗𝐈𝐈𝐈

El resto de la noche paso sin incidentes. Al despertarme pude darme cuenta de que había dormido más de lo que solía, asi que me levante y camine perezosamente al salón. Mis pasos eran torpes debidos a mis heridas; había descubierto que mis habilidades de curación eran algo selectivas con la rapidez con la que actuaban.

-No deberías estar aquí, deberías estar reposando como Liliandi te recomendó ayer- La voz de Caspian me sobresalto -¿Cómo sabias que era yo?- Él estaba de espaldas a la puerta, de frente al mapa que había en una mesa -Tus pesados pasos, solo podían ser de alguien que tuviera heridas, y ¿Quién fue tan estúpida como para salir sabiendo todo lo que está pasando y arriesgarse a terminar herida?- De nuevo, su voz no sonaba molesta pero si a que aquello era un regaño -No lo olvidaras tan fácil ¿verdad?- no intentaba aligerar el ambiente, ni decirlo como broma como solía hacerlo. Él necesitaba hablar de esto y yo necesitaba alejar sus sospechas -No juegues ahora Kay-

-No lo hago- tome asiento, pero el no volteo, podía ver que acomodaba algo en el mapa, pero no tenía idea de que -Lo que hiciste fue realmente estúpido-

-Lo sé- no pensaba titubear

-Si el guardia no hubiera estado en la puerta, si no te hubiera escuchado, si te hubieran atrapado antes...-

-Lo sé-

- ¡Pues no parece! - un golpe sordo en la madera me hizo saltar -Cas...- la palabra "perdón" cruzo por mi mente, pero no, me rehusaba a usarla, no tenía que disculparme por nada

- ¡Por amor a Aslan Kayssa! Ya todos estamos hartos de decirte mil y un veces que dejes de arriesgarte a lo imbécil- No pude descifrar su expresión cuando volteo, era un extraño acertijo de emociones. Mantuve mi mirada firme, no flanquearía, o al menos no dejaría que lo notara -Entiende que no podemos correr a ayudarte cada vez que te pones como el blanco, estamos cansados, estamos cansados de pretender que no pasa nada, cansados de fingir que esto es solo una búsqueda como las otras, que Narnia no está siendo atacada y todo para cuidarte, para cuidar que no te desmorones frente nuestra. Nos duele Kay, nos duele que no hables con nosotros. Dinos que pasa, porque sabemos que algo pasa- Yo solo intentaba bajar esa sensación de ahogamiento que estaba invadiendo el inicio de mi garganta, como si alguien la estuviera presionando y fingir que los ojos no me dolían al intentar contener las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos al mínimo motivo. Mis manos se mantenían rígidas sobre la mesa mientras que mis pies jugaban inquietos entre sí.

¿Como podía decir que intentaban que no me desmoronara en frente suya cuando iba dejando pedazos rotos de mi cada vez que caminaba? Si, esto me estaba sobrepasando, pero entonces ¿Por qué había sido la única en recibir las señales? ¿Por qué era la única de mis hermanos que tenía visiones? Si Aslan creía que yo era lo suficiente para lidiar con todo esto, entonces demostraría otra vez que podía con la responsabilidad, demostraría que soy digna para proteger a Narnia. Soy lo suficientemente fuerte para hacerlo y si me estaba desmoronando en el camino, me volvería a construir -No pasa nada- pronuncie con voz rota.

La mirada del rey era de incredulidad, enojo e incredulidad

-Tal vez por eso terminas alejando a todos a tu alrededor, primero fueron los Pevensie, después fue Edmund, ahora fue Eiden, no falta mucho para que nosotros lo hagamos. Eres un maldito caso perdido y estoy cansado de intentar mantener esa promesa, de mantenernos juntos y decirnos las cosas con total sinceridad, de confiar uno en el otro, si tu no pones de tu parte. Asi que me rindo- Justo después de decir eso salió de la habitación azotando la puerta detrás suyo, dejándome sentada en la misma posición. En ese momento hasta la más ligera brisa podía quebrarme. No sé cuánto tiempo estuve asi, pero parecieron siglos, intentaba calmarme manteniendo mi respiración, pero se estaba volviendo difícil. Me levante tambaleante, acercándome al mapa en la otra mesa.