𝐕

363 47 5
                                    

La noche restante paso y entre bailes y cantos todos terminamos agotados. a la mañana siguiente la reina Tala y Eiden nos acompañaron hasta la salida, afortunadamente ya no necesite la ayuda de Igino para subir ya que solo tenia un ligero malestar. Pero la cicatriz que había quedado seria un recordatorio constante de mí, cada día más creciente, humanidad.

-Fue un gusto- me despedí de la reina Tala con una reverencia -El gusto ha sido todo mío- respondió de la misma forma

-Baco ¿Vuelves con nosotros? - le pregunté a mi peludo amigo, pero el negó -Debo seguir recolectando mis reservas, no quiero que me falte nada para el invierno- explicó despidiéndose y pudimos verlo irse, saltando entre las copas de los árboles

-Supongo que ya no tendrás que escabullirte la próxima luna llena- dijo Eiden mientras tomaba mi mano -No creo que sea necesario- sonreí nerviosa. Podía sentir las miradas poco discretas de los demás.

- ¿Podría verte antes? - preguntó en un susurro mientras se acercaba más a mí; mi respiración empezaba a acelerarse y mi corazón a latir fuertemente -Esta noche- afirmé acercándome más, ya no podía negarme mas a esto, a él. -Tus hermanos- podía sentir su aliento en mi rostro -No importa- lo interrumpí y junte nuestros labios en un tierno beso, el revoloteo que sentía en la boca de mi estomago siguió aun cuando nos separamos

- ¿Y con ese descaro nos dicen que no son pareja? - escuchamos gritar a Einar provocándonos un par de risas -Bueno, lamento interrumpir este bello momento, pero debemos irnos- agregó acercándose para despedirse del príncipe con una reverencia, Eiden se separo de mi para despedirse de la misma forma de mis hermanos, el rey y la reina. Al final se despidió de mí, me ayudo a subir a la carreta, no dejamos de vernos hasta que la espesura de los bosques cubrió su figura.

Una vez en el castillo, fui directo hasta mi habitación y soltando un enorme suspiro me tiré sobre la cama. Me sentía en lo mas alto del firmamento. Estaba realmente cansada pero no podía permitirme descansar, no hasta después de verlo esta noche

- ¿Kay? - escuché la voz de Caspian detrás de la puerta -Pasa- contesté aun tumbada

-Kay, necesito decirles algo y quiero que vayan al salón- se escuchaba bastante nervioso, pero no había miedo en su voz - ¿Todo bien? - pregunté y me acerque a la puerta - ¡Vamos! - exclamó tomando mi mano para llevarme corriendo al salón. Liliandi y los demás guardianes ya se encontraban ahí junto a Buscatrufas, Trumpkin, Ez y el profesor.

- ¿Qué pasa? - volteé a ver a Caspian, tenia una enorme sonrisa en su rostro -Ve con los demás- me pidió y obedecí, me senté en medio de Einar y Sur, todos parecíamos bastante confundidos.

-Tenemos una buena noticia que darles- dijo Caspian mientras colocaba de lado de Liliandi. Todos seguíamos en espera del anuncio, mientras los reyes intercambiaban miradas nerviosas - ¿Podrían no tardar tanto? - se quejó el enano.

-Estoy en cinta- revelo Liliandi acariciando su vientre de forma dulce. Todos nos tomamos un segundo para procesar la noticia y casi en automático llenar la sala con aplausos y gritos de emoción; nos acercamos a felicitarlos.

Celebramos hasta que la noche empezó a caer, Liliandi debía ir a descansar asi que Sur la acompaño, mientras que Este y Ez escoltaron a los demás a la biblioteca de Cair Paravel. Quedando solo Einar, Caspian y yo frente a la chimenea, aun podía quedarme unas horas más ya faltaba bastante para la media noche

-Supongo que ya han pensado en algunos nombres- comenté poniendo un poco mas de leña, el frio aumentaba cada vez mas

-Algunos si es niña nos gustaría llamarla Lucy- respondió Cas tomando un sorbo de su té -Me encanta, imaginen: Reina Lucy II- se podía notar que Einar ya estaba un poco borracho, pero eso no le impedía seguir tomando

- ¿Y si es niño? ¿Caspian XI? - pregunté riendo; a decir verdad, yo también estaba solo un poco ebria, Caspian negó divertido -No, pensamos en algo como Peter- Al escuchar el nombre del rey, el efecto del alcohol pareció esfumarse - ¡Si! Rey Peter II- vitoreó Einar - ¿Qué opinas Kay? - me pregunto mi hermano. -Me fascinan- sonreí, era verdad, me encantaba la idea de que el futuro heredero al trono llevara el nombre de uno de los reyes de antaño, solo que recordarlos me golpeó de sorpresa. Asomé la vista por la ventana, la luna ya casi estaba en su punto más alto -Kayssa también esta entre las opciones no te preocupes- dijo Caspian -Seria confuso, mejor descártalo- reí -Pero me parece una falta de respeto que Einar no estuviera entre las opciones- se quejó mi hermano sirviéndose otra copa.

-Si debes irte, solo dinos- parecía que Caspian se había percatado de mi descenso de energía -No, aún faltan un poco para eso, solo que los nombres me tomaron por sorpresa, eso es todo- expliqué sentándome a su lado -Solo no te encierres a leer la biografía de los reyes como la ultima vez, por amor a Aslan- dijo Einar sentándose del otro lado de Caspian

-Ya les expliqué que no recordaba el cumpleaños de Lucy, quería saberlo- contesté molesta - ¿Sabes que en el pueblo te llaman la guardiana de las tres coronas? Un poco absurdo la verdad, en todo caso debería ser de las cinco coronas- de la boca de mi hermano empezaban a salir puros balbuceos, estire mi mano hacia el y le quite la copa - ¡Hey! Yo estaba tomando eso- reprocho. Caspian y yo nos mirábamos divertidos - ¿Lo puedes llevar a su cuarto? Yo debo irme- le pedí al rey después de tomar el resto del contenido de la copa, él asintió asi que me apresuré a cambiarme.

Me coloqué mis ropas más cómodas y bajé a ensillar mi caballo

-Pensé que solo se veían las noches de luna llena- la repentina voz de Ez hizo que me sobresaltara -Tranquila su majestad soy yo- agregó riendo

-Ya sabía- reí -Asi es, pero- no sabía cómo terminar la frase sin usar la palabra necesitar porque eso era por lo que nos íbamos a ver tan pronto, nos empezábamos a necesitar cada vez más

-Entiendo, no necesita explicármelo- pude escuchar la sonrisa en su rostro -Bueno, disfrute su paseo majestad- se despidió Ez y yo solo negué divertida, hacía tiempo había arreglado lo de los títulos y logrado conseguir que solo nos llamaran por nuestro nombre, pero Ez se empeñaba en seguir esa broma.

Monté mi caballo y empecé a cabalgar hacia el bosque, adoraba el sentimiento de frescura que golpeaba mi rostro al entrar entre los arboles y los murmullos de los seres que ahí habitaban combinados con los cantos de los arboles me trasportaban a una antigua Narnia. Decidí ir un poco mas despacio para poder disfrutar de ese hechizo un poco más.

𝗟𝗔𝗭𝗢𝗦/ La silla de plata, el terrano y las coronas de antaño (LCDN #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora