27.

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Maratón 2/3.

Dos días pasaron desde que Han fue llevado a casa de Hyuna, de a ratos iban los chicos a verlo, a llevarle comida, a saludarlo, Chris y Changbin acordaron hacer un álbum. El tema con Minho no volvió a tocarse, se esfumó en el aire cuando Soomin se adentró al cuarto con Cleo en sus brazos.

Era Jueves, los universitarios deseaban poder salir del establecimiento para así seguir con sus respectivas actividades, en la clase de la señora Kim los estudiantes del anteultimo año solamente pedían dormir, Chris no prestaba atención a las notas musicales escritas en la pizarra, Seungmin y Hyunjin pedían a gritos una siesta, Changbin escribía en su cuaderno y Minho volaba en sus ideas pensando en todo hasta el momento.

— Tierra llamando a Minho— Chan chasquea los dedos ante el rostro del nombrado.

— Déjame.

— Cambia esa cara, estoy seguro de que todo mejorará.

— Quizás, de igual forma tengo un muy mal presentimiento.

🖤🖤🖤🖤🖤


Penúltimo año, Jeongin y Félix pintaban sobre la tela buscando expresar sus sentimientos en ella.

— ¿Qué te dice ésta pintura?— Pregunta Félix.

— Que te duele la cabeza.

— ¡Hey! Pero si es un gato...

— Félix, tu gato es verde.

— Dijo "sean libres de expresarse" además, qué te asegura que no exista un gato verde...

— La ciencia.

— Amargado...— Rueda los ojos— ¿Haz hablamos hoy con Han?

— No, su celular está apagado, es extraño, nunca ignora mis mensajes.

— Quizás no se sienta bien, déjalo que procese lentamente todo.

— Si, tienes razón. ¿Sabes algo de Park?

— No, por suerte y espero que así se quede, lo último que necesito es verle la cara a ese hombre, juro que lo golpeo.

— Félix, se sentirá amenazado por un pastelito. Pero el intento está... En fin...— Jugó con el pincel y a su mente llegó el día en donde entró a la casa de Han para buscar sus llaves.

🖤🖤🖤🖤🖤


Jisung escribía rápidamente en su cuaderno de canciones, llenaba páginas con su mala letra deseando encontrar las palabras correctas para el momento.

Era infantil el echo de tener que escribir una carta en lugar de hablarlo cara a cara con todos, pero eso sería difícil, haría que cambie de opinión y no era bueno.

A su derecha estaba la tarjeta de crédito que le había robado a Minho.

Eres una mierda Han.

El día de mañana se arrepentiría, pero todo habrá válido la pena. Una vez que el bolígrafo casi se queda sin tinta, detiene su escritura para arrancar esas hojas y firmarlas con temblor en su cuerpo, toma el sobre a su izquierda y las esconde allí, una vez que lo sella escribe "LEE MINHO" en la parte trasera, el vendría esa misma tarde para verlo.

Como puede, alcanza sus muletas y se coloca de pie, en la puerta aparece Soomin con dos pequeñas valijas de mano. Han ayudándose con ambos palos de metal, toma un bolsos azul que contiene su ropa y otro negro, que llevaba todo el dinero que venía ahorrando. Dejó la carta sobre la cama ordenada y tomó la tarjeta guardandola en su bolsillo trasero.

— Hannie, el señor del taxi está abajo.

— Muy bien, ayudame con este bolso, debo bajar las escaleras aún.

La pequeña tomó el bolso azul que era el menos importante y más liviano, bajó rápidamente las escaleras yendo hacia la entrada, allí afuera el hombre la recibió con una sonrisa y con gusto la ayudó.

Han lanzó una última vista al que era su cuarto en casa de Hyuna y Dawn. Sonrió triste, el sobre azul resaltaba sobre la cama blanca, aprovechó que la pareja no se encontraba en casa para salir junto a Soomin, no volverían hasta la noche por que no habría problemas.

— Te devolveré todo, algún día.

Habló relajado, acabaría con todo de una vez.

Bajó las escaleras muy lentamente, teniendo cuidado de no hacerse daño alguno, una vez abajo, cerró la puerta detrás de él y el hombre lo ayudó sin problemas. Han subió junto a Soomin quien observaba curiosa por la ventana.

— ¿Cuánto durarán nuestras vacaciones?

— Quizás un tiempo... Pero tranquila, no nos faltará nada, seremos tú y yo. Como a mami le hubiese gustado.

— Sí— Sonríe recostándose por el hombro de Jisung— Te pareces mucho a ella, también tenía cachetes y no era muy alta.

— ¿No que no te acordabas de ella?

— Minho y Tú hacen que la recuerde, gracias Oppa.

A Han se le borró la sonrisa y el hombre colocó en marcha el auto.

— ¿Puede decirme a dónde iremos primero, Joven?

— Al banco, luego al aeropuerto.

— Muy bien, ¿Pagará en efectivo?

— Claro.

Se alejaron poco a poco de esa casa, Soomin veía las nubes irse, el sol comenzaba a salir de nuevo, por otra parte, Han no veía la hora de salir de allí.

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F*cking Claws. [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora