F*cking Claws. [Minsung]

29.

—¿Hacia dónde vas? Yo estoy aquí, así que por favor no te vayas, porque quiero más de ti.— Minho leía en voz alta la letra de la última canción de Jisung— Tss... Que ironía.

Chan entró con dos cafés en mano, uno se lo extendió a Minho quien estaba sentando en uno de los sillones del estudio de grabación.

— Deja eso, es una canción completa, no quiero que pierdas el papel.

— ¿Es por eso o porque es lo último que ese tipo te dejó?

— No lo llames así, Minho. Tiene nombre y tu hasta hace una semana lo cuidabas con tu vida.

— ¿Y? Parece que no le importó, se fue sin tener idea de cómo estarían sus amigos, ustedes siendo 3racha, si es que continúan claro, me dejo a mí sin ninguna explicación coherente, la peor parte es que ahora tengo una deuda con el banco y es más grande que de lo que puedo ganar en un buen tiempo. Y no me reproches que me interesa el dinero, nunca fui mezquino con nada, si me hubiese pedido ayuda para la mierda que sea se la hubiese dado, pero no, quitó la tarjeta de mi billetera, tomó sus cosas a su hermana que prácticamente la cuidé como una hija y se fue, se fue sin importarle una mierda. Hace una semana también me buscaba como si yo fuese su hogar, y ahora no se nada de él.

Estaba molesto, ya habían pasado días desde lo sucedido. Todos se encontraban aún desconcertados y era obvio. Hyuna y Hyojong perdieron a los que eran prácticamente sus hijos sin un adiós, los chicos, a su amigo, uno de los mejores y Minho al chico que derritió su barrera de hielo.

— ¿No sabes la razón?— Chan clavó sus ojos en él, Jisung le habló de toda la historia que llevaba, pensó que éste había colocado la razón de todo en la carta.

— No, te acabo de decir que no entiendo el por qué de las malditas cosas, ¿Acaso me escuchas?

— Oye, no me hables así, no tengo la culpa.— Dice serio— Mira, se que no lo odias, siento que tienes miedo.

Click.

Absolutamente click.

— Si— Susurra— Tengo miedo, siempre lo tuve ¿No es obvio?

Chris relajó su mirada, había dado en el clavo pero al parecer ese clavo dió en el Corazón de su amigo. Se colocó de pie y caminó hasta hincarse ante Lee quién escondía unas fuertes ganas de llorar como si no hubiese un mañana.

— No debes fingir ser fuerte, somos humanos, las cosas nos duelen, estamos llenos de sentimientos y reprimirlos puede traer consecuencias graves, desde que te conozco sé que eres alguien increíble y Jisung también lo sabe, no seré yo quien te explique las cosas, si él se fue supongo que sus razones tendrá, pero ahora tienes que seguir con tu vida. Aquí en el estudio necesitamos otra voz, tú sabes de eso, puedes despejarte en este espacio y puedes seguir dando clases de baile, con el dinero podemos ayudarte, para eso estamos tus amigos.

— Supongo que suena bien— Siente una lágrima bajar por su mejilla— ¿Puedes abrazarme?

Chan abrió sus brazos de pie y Minho se escondió en él dejando salir lo que llevaba escondido todo estos días.

Nadie a quien hacerle el desayuno, su cama fría y vacía, ya no habían abrazos y besos en la mañana, ni una compañía en la ronda de la universidad, tampoco bromas sin sentido en alguna cita, nada.

— La vida sigue— Agregó Chan sin soltarlo, daba suaves caricias en su cabeza buscando que el menor de ambos se sintiese mejor, al menos un poco.

🤎🤍🖤

— Oppa, te hice jugo de naranja— La pequeña Soomin pasó por la puerta del cuarto buscando entregarle el vaso a su hermano quién tenía la mirada perdida por la ventana.

— Gracias— Sonríe suavemente— Sabes que podemos pedir jugo, no es necesario que lo hagas.

— Pero yo no hablo japonés aún—Hace un puchero— No sé cómo pedirlo, además el mío es más rico.

El avión había llegado a Japón en la noche hace una semana, Han se encontraba buscando algún edificio económico para él y su hermana, para su buena suerte había logrado hallar uno cerca de un barrio.

Logró darle el dinero al maldito de Seonghwa el cual se borró del mapa luego del pedido, por otra parte, debía conseguir trabajo, pero su pierna aún dolía, por el momento sus ahorros podrían mantenerlos un tiempo hasta que Han mejore.

— Oppa, ¿Cuándo volveremos? Quiero jugar con Minho y Chan, también quiero a Cleo conmigo...

— No lo sé, Soomin. Algún día, supongo, tú disfruta, te enviaré a clases de Japonés para que puedas comunicarte, yo buscaré trabajo.

O quizás nunca volvería.

— Éstas vacaciones son raras.

— No son raras, son más largas de lo normal— La mira— Ve a limpiar tu cuarto, luego veremos cómo decorarlo.

La niña asiente y se va por donde vino, Jisung volvió la vista hacia la gran ciudad que tenía en frente, las luces de la noche eran preciosas, pero para su cabeza no lo eran más que los ojos de Minho.

Lo extrañaba y en cada momento se lamentaba más, pero necesitaba su espacio, quizás el tiempo lo haga más fuerte. A pesar de que no todos sus amigos supieran de la situación, sabía que sus actitudes podían lastimarlos, dejaría que las aguas fluyan, que ciertas heridas sanen y quizás, solamente quizás, se permita volver, pero por el momento no era lo que deseaba.

Todos su pasado salió a la luz, y pensaba que eso de irse como si nada era un cliché de película, pero la soledad puede ayudar. Han necesitaba mejorar, ver a Seonghwa no fue algo que le cayera bien a pesar de que no lo pareciese.

A todos nos molesta algo, nos duele. Todos queremos a veces acabar con esos "asuntos".

Solamente quedaba esperar y que el tiempo hiciese lo suyo.

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