Dos meses después.
Jisung cerró la puerta de la casa de Minho, por lo que notó, los gatos se encontraban bien. Como siempre, a éstas alturas el ir en las mañanas antes de las clases era rutinario, comenzaba a aburrirse pero no podía quejarse, el dinero le venía bien, su hermana luchaba por su vida pero él podía hacerla felíz, no como quisiera.
Los regalos para ella no eran los típicos, no siempre, eran medicamentos para esas molestias horribles que tenía, o algunos pañuelos o gorritos nuevos para cubrir su cabeza, la niña perdía mucho cabello y eso la avergonzava. Hasta que notaba el amor con el que su hermano la miraba, siempre le decía que tenía hermosas pestañas.
Una carraspeada llamó su atención y su mirada se encontró con la de Minho, el castaño buscaba comprender la expresión del menor.
— ¿Qué haces aquí?— Han alzó una ceja— Si apareces de ésta forma en tu casa significa que yo no tendría por qué estar cuidando a esas bolas de pelo horrendas porque tú tienes tiempo.
Minho soltó de esas típicas carcajadas y le hizo una seña a Han para que se acercara.
— Tengo un regalo para Soomin.
Jisung seguía sin comprender nada. Hasta ese día era verdad que Minho se acercó un poco más a su hermanita ya que solía acompañarlo, la enfermedad causaba muchos malestares en la pequeña, sin hablar de la fatiga que sentía, Han buscaba poder distraerla y los gatos de Minho eran una buena salida aunque a él no le agraden para nada.
— ¿Por qué quieres darle un regalo a mi hermana?
No era su cumpleaños ni mucho menos un día para recibir regalos. Lo que el menor no sabía era que Soomin se hizo algo así como su "comadre", Minho estaba al tanto de su situación, Jisung no tenía idea de eso, pero en fin. El castaño sabía cómo animar a la pequeña guerrera, que a pesar de ser fuerte, seguía siendo una niña inocente con toda una vida por delante, su luz no podía apagarse.
— Porque sí— Sonríe— ¿Te molesta llevarme a tu casa para que pueda dárselo? Me gustaría ver su expresión.
— ¿Qué es?
— Un gato, Jisung. Ba... Una gatita en realidad, es pequeña y sus ojos verdes son bonitos.
Han abrió por completo sus ojos y lo observó como si estuviese hablando de una bestia.
— No, Minho, No. Odio a los gatos, trabajar para tí... Bien, lo hago, pero porque lo necesito, sueña con que tendré uno en casa.
— Pero a ella le hacen bien...— Susurró y Jisung relajó sus facciones— Estoy al tanto de todo, no soy idiota y ella tampoco, sabes que le gustan.
— ¡No llevaré a esa cosa a mi casa! ¡No la quiero! ¡Si mi hermana quiere ver un gato que sea a los tuyos un par de veces en la semana!
— Jisung...
— ¡Son una pesadilla!
— Han...
— ¡Los...
— ¡Joder Jisung! ¡Deja de pensar en tí, ella es quien los necesita y lo peor es que tú negocias la felicidad de alguien que puede irse en cualquier momento!— Gritó Minho desesperado, ya se había cansado, tampoco entendía por qué el menor era de esa forma, ¿Qué diablos le sucedía con los gatos?
Han retrocedió molesto y se fue hacia su auto para largarse de allí, tenía que ir a la universidad y no tenía tiempo para escuchar a Minho.
🤎🖤🤍
El castaño jugaba con la pequeña gatita en su cama, con sus pequeñas patitas ella rasguñaba sus piernas y mordía levemente el dedo de Minho.
Suspiró algo frustrado, Jisung era muy terco. Junto a él su celular comenzó a sonar y éste extendió su brazo para alcanzarlo.
— Habla lee, ¿Quién es?— La gata era más interesante que la pantalla como para ver el nombre.
— ¡Oppa Minho! Soy yo...
— ¿Soomin? ¿Pequeña que sucede? ¿Por qué me llamas? ¿Te sientes mal?
— No, de echo no comí en todo el día... No tengo hambre, pero ese no es el caso. ¿Sabes qué tiene Hannie? Hoy estuvo muy serio, ahora fue por comida para la cena, quise llamarte...
Minho sonrió triste.
— Peleamos, eso es todo, tú no tienes nada que ver cariño, no te preocupes.
— Mmm bien, ¿Pero volverán a estar bien? Los quiero mucho Oppa... Hannie te quiere mucho.
— ¿De verdad? No parece...
— Sí, está... No, estamos* muy agradecidos contigo, gracias a tí puedo verlo más seguido en casa y él puede dormir, él... Te quiere mucho.
— ¿Y tú por qué?
— Me recuerdas a mi mami...— Susurró y una corriente eléctrica recorrió la espalda de Minho.
— ¿Puedo preguntarte algo, cariño?— Soomin hizo un sonido indicando que el mayor puede seguir hablando— ¿Por qué a Jisung no le gustan los gatos?
— Si te lo digo, ¿Prometes no decirle? No quiero que me regañe...
— Por supuesto que no, tú dime...
— Por mami.
— ¿Dónde está tu mamá?
— En el cielo.— Minho tembló.
— ¿Y tu padre?
— Sungie dice que encerrado... Por hacer cosas malas, él la envío al cielo... No lo sé, nunca lo quise.
— ¿Y...p-por qué los gatos?
— ¡Llegó Hannie! ¡Debo colgar, hablamos en otro momento, ¡buenas noches Oppa!— La niña colgó el teléfono y Minho cayó en un trance profundo, su cabeza intentó unir los cables de la manera que pudiese, pero el nudo en su garganta no permitía que eso sucediera.
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¿Lloramos? Lloramos.
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F*cking Claws. [Minsung]
De TodoJisung odia los gatos, le traen malos recuerdos. Pero de todos modos necesita dinero. Su amable compañero de clases se ofrece a ayudarlo, Jisung acepta sin saber que el trabajo era ayudar a Minho con sus "Preciosuras felinas". ━━━━━━━━━━━━━━━ - ¿¡Qu...