Damian

1 0 0
                                    

Todo era un silencio incómodo, podía escuchar mi respiración y el sonido de las gotas de la lluvia cayendo del techo del aposento, mire a Amaris se encontraba sentada en el suelo con los ojos cerrados, su pecho sube y baja de forma lenta y tranquila, a su lado está Adrián con su cabeza recostada en el hombro sus ojos están cerrados en un profundo sueño.

—sabes qué ya cumplí con mi misión ¿verdad? — hablo Amaris su voz me asustó, la mire sus ojos seguían cerrado, pero los abrió poco a poco, el color de sus ojos eran azul neón cabellos caía en cascada por su clavícula

—si lo sé — respondí en un suspiro

—¿cómo eran tus abuelos? — pregunto

la mire extrañado por su pregunta.

— ellos eran buenas personas con un gran corazón se preocupan por el pueblo, para ellos eso era lo más importante que el pueblo viviera una buena vida a pesar de las cosas malas que pasaban ellos mantenía una sonrisa y cuando ocupabas un consejo ellos estaban ahí, siempre cuando estaba asustado en las noches mi abuelo se acercaba a mí y me contaba cuentos hasta que me quedara dormido, mi abuela me cantaba un la hermosa melodía que tú cantas cuando me transformo los extraño — respondí mirando al techo volví mi mirada a ella, Amaris me miraba con tristeza — ¿y la tuya como eran tus abuelos?—pregunte ella aparto la mira y miro a suelo

— Nunca los conocí, solo conozco a mi madre —respondió en un susurro

—¿ y tu padre?— pregunte viendo a Adrián que se removía su cabeza cayó en el regazo de Amaris, ella miro la cabeza de Adrián llevo su mano a su cabello y lo comenzó acariciar su cabello "ojalá pudiera ser yo" pensé
— No lo sé, mi madre nunca me hablo de él, pero sé que heredé mi padre mis poderes, no me parezco casi a mi madre así que supongo que mi padre es parecido a mi—respondió ella me vio y me hizo señas de que me sentara a su lado, me levante de la cama y me senté a su lado tomé su mano y entrelacé mis dedos con las suyos apoyé mi cabeza en su hombro, apoyó su cabeza en la mía y soltó un suspiro — tenía planeado tráelos aquí a las montañas de la luna, mi tía sabe la forma de poder romper la maldición, después de traerlos pensaba ir e investigar al reino de la luna para saber más sobre mi padre y su historia —susurró ella "no podría imaginar una vida sin ella" a pesar de que todo lo que sentía era producto del vínculo sentía un aprecio como amigo hacia ella.

Apreté más su mano, ella dejó de acariciar el cabello de Adrián
—Llévame contigo—susurre, su cuerpo se tensó ella levantó su cabeza, hice lo mismo y la mire a los ojos —Llévame contigo— volví a decirle ella me miro a los ojos sin poder descifrar que sentía.

— cuanto me gustaría, pero no puedo llevarte tienes un reino que atender, responsabilidades cuando derrotemos a tu madre tú serás el único que quede — respondió ella cerré los ojos sabía que tenía razón

—No quiero que te vayas— le supliqué

— lo siento, pero tengo hacerlo — sentí como su cuerpo temblaba

— prométeme que si encuentras a tu padre volverás a buscarme— le dije ella me miro y después miro a Adrián

— me pides algo imposible — susurró ella tomó la cabeza de Adrián y la movió de su regazo para apoyarla fuera del alcance de ella.

Se levantó y camino al baño cerrando la puerta de golpe tras ella "

Me levante y ayude a Adrián a recostarse en su cama, su rostro está pálido y sus labios resecos, había pasado un día y mi madre no había traído comida nada, nos tenía encerrados, no sabíamos nada de roció.

......

Mire a mi alrededor, era de mañana podía escuchar el sonido de los pájaros cantando y el movimiento de los árboles moviéndose, en la cómoda está en el violín de Amaris fue lo único que nos dejaron, las armas todo lo demás se lo llevaron.
Amaris me había contado que nadie más, que solo ella podía tocar la espada ya que fue hecha solo para ella.

Era raro que ella no supiera nada de su padre o quiere eran sus abuelos, su madre le ocultaba mucho y comprendía porque, ella quería ir a buscar a su padre yo también lo haría ya que ni yo lo conoció nunca tuve la oportunidad de pregúntale a mi madre.

Escuche unos pasos aproximarse al aposento, la puerta se abrió, apareció mi madre con una sonrisa.

Su cabello está recogido en un perfecto moño, su mira más marcado, lleva puesto un hermoso vestido blanco con detalles dorado.
—Hijo qué alegría verte— exclama con sarcasmos la ignoro y sigo viendo a Adrián —veo que están muy débiles ¿dónde está tu chica? —pregunta buscando a Amaris con la mirada.

—estoy aquí— responde Amaris saliendo del baño se había recogido el cabello en una coleta sus ojos estaban algo rojizos e hinchados el color de sus ojos había cambiados a un gris neón.

—me alegra que estén bien veo que este lugar es muy pequeño acompáñenme los llevaré a su nuevo aposento— ordenó

Amaris la miraba sin poder creerlo, me miro y después a Adrián "es mejor que hagamos caso a lo que dice" hablo en mi mente, asentí ella se acercó, me ayudó a levantar a Adrián y colocar sus brazos alrededor de nuestro cuello

Seguimos a mi madre por los pasillos del castillo, no podía reconocer nada, este lugar es extraño "¿dónde crees que nos lleve?" Le pregunte a Amaris por la mente, ella me miro y encogió los hombros "No lo sé" respondió

Llegamos frente una puerta mi madre se dio la vuelta y nos miró
— este será su nuevo aposento espero que lo disfruten estos días que sobran, tengo una gran sorpresa para ti Amaris— dijo viendo a Amaris con una sonrisa de oreja a oreja

— No quiero nada que venga de usted— respondió seca

mi madre río y después abrió la puerta entramos.

El aposento era más grande que él teníamos había un gran balcón que deja ver la vista a un lago, una sección con libros en la parte izquierda del aposento y tres camas con una cómoda a lado.

El baño está en lado de la sección de libros, en la cómoda está un violín.

Mi madre cerró la puerta tras nosotros, caminamos hasta la cama y acostamos a Adrián, Amaris lo cubrió con una manta.

Me quede parado viendo alrededor
—¿que está planeando la reina? — pregunte
Amaris miro los libros que están os estantes sé acercó a ellos y tomó uno en su mano mirando la portada frunció el ceño
—No sé ¿por qué no me cuentas la historia de la chica de la luna?—pregunto viendo el libro y luego a mí, lanzó el libro y este cayó en mis pies en la portada tenía una nota "pregunta al príncipe ¿cómo logro despertarte, porque la marca no solo fue eso, piensa por qué y no Adrián si los dos está conectados también?

Suspire y me di por vencido Amaris se pase en frente mío con los brazos cruzado
—¿Que me estás ocultado? — pregunto sus ojos se tornaron de un color rosa claro, con un rosa fuerte y violeta neón — Dime la verdad o si no quieres que obligue — me amenazo

Mi corazón se aceleró al igual que mi pulso, no quería que me obligara de nuevo a alejarme de ella
—La verdad es...

𝓐𝓶𝓪𝓻𝓲𝓼Where stories live. Discover now