Los días pasaron lentos, una semana sin señales de vida de Amaris, nos habíamos movido y atravesado el valle Alondras, Roció había tomado el mando, la ventaja es que Amaris había dejado todo listo como si supiera que algo le iba a pasar.
Caminamos entre las rocas cruzando un pequeño lago, mi frente está sudorosa por la temperatura del sol, un suspiro se escapa de mis labios, sostengo el cuerpo de Amaris entre mis brazos, su piel está blanca como un muerto, sus labios azules.
Cuando desperté al siguiente día del ataqué del aullador tenía mi cabeza apoyada en su regazo cuando ella se desmayó traté de despertarla, pero no lo logré, en mi forma lobuna no daba resultado así que me había quedado ahí con ella.— ¡ten cuidado Damián! — Grito Roció, detrás de mi había muchas rocas haciendo que perdiera un poco el equilibrio, tuvimos que dejar los caballos con un granjero que encontramos en el camino, resulta que sin Amaris despierta el caballo de ella se volvía loco y salvaje.
—hago lo puedo —murmure enojado el cabello carmín de Amaris roza con mi piel como una delicada cortina cae entre mis brazos recuerdo esa frase que llegó a mi mente "Ellos será desde ahora mi ancla tendrán acceso a mis poderes cuando su corazón se sienta preparado a pesar de las pérdidas, si estuviera en peligro ellos sabrán cómo encontrarme" su voz había aparecido en mi mente cuando la marca quemaba en mi pecho y no sabia lo que significaba por mucho que intentara analizarlo.
—Debemos apurarnos esta por llover—dice Adrián vuelvo a verlo está cargando unas bolsas con ropa que logramos salvar y las armas de Amaris, Roció cargaba la bolsa con comida enlatada que había intercambiado por los caballos.
— Según el mapa que Amaris trazó debemos seguir por el sur y hallaremos una cabaña donde se encontraría el misterio Albert—avisa Roció asiento y subo unas rocas.
Cuando estamos a mitad del camino para llegar a la cabaña, un murmuro sale de los labios de Amaris, me detengo y la recuesto en el suelo
—¿Amaris? — la llamó, pero ella no reacciona, acaricio su máscara miro las tiras de cuero que la sostienen a su cabeza, llevo mi mano en dirección a las tiras con la intención de retirarle la máscara que cubre todo su rostro vez— ¿Qué haces Damián? —pregunta Adrián con una voz ronca, quitó mi mirada para verlo a él, está parado viendo mi mano las tiras de la máscara de Amaris tiene el ceño fruncido
—Nada, solamente quería asegurarme si todavía seguía desmayada— murmuré con la voz apagada, retiré mis manos de su mascara— no sé qué le pasó, roció me contó que ella no había comido nada y tampoco había dormido su cuerpo debió estar muy cansada cuando uso todo su poder— dijo lo miré un segundo y volví a verla
— Tal vez — hablé Adrián se sentó a mi lado dejó las bolsas y suspiró — ¿Te gusta roció Adrián? — pregunto con miedo a su repuesta Adrián me mira y vuelve a ver el cielo admirando la hermosa tarde
— Te soy sincero, no lo sé cuándo la veo mi corazón se acelera y siento las ganas de correr donde ella abrazarla, no puedo apartar la mirada de ella y mi corazón late fuertemente, pero es como si él cumpliera una orden así que no se la verdad de lo que siento— responde dejo de ver el cielo y lo veo el me mira examinando mi reacción, pero la verdad es que siento casi igual a él
— y a ti ¿Te gusta? — pregunta suspiró y me apoyó con mis brazos atrás de mi espalda — Tampoco lo sé, pero solo que no puedo dejarla ir a Roció, la verdad es lo más cercano a una amiga que he tenido, pero siento que cada día nos volvemos más cercanos, pero no quiero arruinar mi amistad contigo por una chica que no se si al final la volveremos a ver y bueno Amaris ¿Qué puedo decir de ella? Es muy diferente y distante se mantiene alejada de nosotros y cada vez que nos abrimos o intentamos ayudarla solo nos aleja y al final comprendo que lo único que le interesa es la misión e irse — digo me levanto tomo a Amaris entre mis brazos cargándola para seguir caminando

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𝓐𝓶𝓪𝓻𝓲𝓼
خيال (فانتازيا)No comprendía lo que pasaba o cual era mi verdadero destino, solo se que tengo que descubrirlo y romper la maldición que nos ata a todos