𝓐𝓶𝓪𝓻𝓲𝓼

Adrian

Estábamos sentados en la cabaña Roció, Damián y yo comiendo la comida que Amaris nos dejó, estábamos sumergido en un silencio incómodo, me había despertado haciendo ruido cuando escuché un jadeo, creí que algo había pasado pero el rostro de roció estaba roja al igual que Damián.

Roció reía a carcajadas con las anécdotas que Damián contaba, frunció los labios y los observo en silencio notando cierta tensión qué hay entre ellos, sé que había ocurrido algo entre ellos y algo dentro de mi se removió haciendo que apretara la mandíbula.

Las luces del sol atravesaban la ventana, hoy partiríamos de nuevo para continuar la ruta y llegar a la aldea mas cercana antes del anochecer, Amaris conocía poco estas zonas y si no fuera por ayuda del mapa estaríamos perdidos.

Ya duro más tiempo pensé.

Ayer cuando Amaris y Damián habían desaparecido por casi toda la noche comencé a atar cabos de que ella sabia el secreto de Damián, la canción que Roció había cantado Amaris le dijo que lo hiciera.

¿Cómo sabia Amaris el secreto de Damián? Los únicos que sabían era el, su madre, la persona que nos maldijo y yo.

—¿Dónde está Amaris? —pregunto

Roció sabe donde se encuentra, Amaris siempre le comenta sus planes y por las rutas que vamos a tomar, Roció desvía su atención de Damián para observarme confundida.

—Ella está afuera trazando una ruta para llegar a los valles de Alondra—dice asiento a su respuesta y me callo, Damián suelta un quejido y se lleva a su mano al pecho, su camisa se remueve y por unos segundos en su pecho logro ver una media luna plasmada.

—¿Que es esa marca que sale de la camisa? —pregunto Damián se tensa y deja de ver a Roció para ver una sonrisa nerviosa sale de sus labios.

Algo sucedió ayer entre el y Amaris argumente en mi mente.

—después te lo digo— balbucea, del largo se escucha un grito desgarrador mi marca quema y comienza a brilla me quejo del dolor, y veo a Damián que de su camina sale un brillo igual que el mío, él aprieta la mandíbula con gesto de dolor.
— Amaris—murmura Roció antes de salir corriendo

me levantó rápidamente y salgo corriendo siento como una fuerte emoción de ira y tristeza inunda mi cuerpo, escuchó los pasó de Damián detrás de mí en mi mente solo esta proteger a Roció aunque el corazón me impulsa a otra cosa "ve con roció no con Amaris" mi corazón comienza a latir más rápido de lo largo logro ver cómo una llamarada de fuego sale entre los árboles me acerco y la veo ella está agachada con sus manos en su cabeza todo su cuerpo está cubierto de fuego pareciendo una fogata humana su cabello se eleva con un rojo intenso y alrededor sale fuego al igual que en todo su cuerpo, escuchó sus sollozos, su marca brilla haciendo que la nuestras brille de manera intensa

—! AMARIS ¡—grita Damián sus ojos dorados la miraban con preocupación.

Ella dejo de mirar abajo y llevar su mirada hacia nosotros me detengo al lado de Roció para tomar su brazo y ponerla detrás de mí sus son como dos bolas de fuego un color amarillo naranja intensos, su máscara no se derrite con el contacto al fuego , siento como algo dentro de mí se quiebra y solo quedo acercarme a ella rodearla con mis brazos y decirle que todo está bien pero mi cuerpo no me lo permite como si estuviera obligado hacer lo contrario, me quedo quieto viendo como ella llora y grita hasta que se calla y las llamas que salen de su cuerpo comienzan a apagarse lentamente hasta quedar solamente ella con su manca brillando Y sus ojos de color fuego.

Ella suspira y queda de espalda sin vernos.

—¿Que pasó chicos? — pregunta con una voz fría y cortante