Adrian

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—¿Que está pasando contigo? — grita Damián —¿qué es esa marca en tu brazo? ¿Por qué brilla y por qué sigues a Amaris por todos lados? — su semblante es de un chico enojado y frustrado.

Amaris no había reaccionado al beso, lo único que había hecho fue apartarme del golpe y fulminarme con la mirada "no vuelvas a hacer eso nunca más" dijo antes de limpiarse la boca e irse.

Camino entre la salida del bosque, en dirección a la aldea que Amaris logró localizar, sentía las pisadas de mis pies pesadas sin ánimos de caminar, más de mil emociones pasaban por mi cuerpo y el de Amaris, me había sentido frustrado desde entonces,  camine al bosque a poder pensar en todo lo que había sucedido Roció me encontró y me llevo de regreso donde estábamos y me explico más o menos cómo era mi conexión con Amaris
— No lo sé simplemente mi cuerpo desea estar al lado de ella — Damián me mira serio y aparto la mirada para ver a Amaris que están dando de comer zanahorias a su caballo— la marca tampoco puedo explicarla solo sé que la tengo y que tiene algo que ver con ella— respondí acelere mi paso dejando atrás a Damián

No sabía cómo explicar mis emociones, pero no podía apartar la mirada de Amaris ella se dio cuenta y me miro por unos segundos sus ojos brillaron más de lo común y sentí como mi corazón latía, su máscara había sido remplazada por una nueva, cuando Damián la miro por primera vez sus ojos brillaron de una forma que no podía comprender, junto con un suspiro soñador que se escapó de sus labios, pero ella seguía siendo fría y distante lo contrario a Roció, solo fue una pequeña porción que logramos ver de su rostro, pero los impulsos de quitarle la máscara no faltaban.

Pero por otro lado se encontraba roció que era lo contrario a Amaris, como puedo describir me agradaba es una chica dulce, amable, Valiente y muy aventurera cuando la necesito está ahí, más en estos momentos de la noche.

Habían pasado una semana desde qué pasó cuando bese a Amaris en su forma y ella me no me correspondió, sentí como si me quitaban una parte de mí, pero decidí que no le pondría más mente a Amaris e ignoraría estos sentimientos.

—Bueno estamos cerca de los valles Alondras, calculando para el día de mañana estaremos ahí, tendremos que pasar por la aldea y pasar ahí la noche — comentó Amaris, observo a mi alrededor, había solo un camino lo demás es tierra con algo de monte, el cielo no ayuda mucho estando tan nublado desde que salimos del bosque.

Amaris se acercó a roció y le comentó algo ella río y asintió, después se alejó y roció se acercó a mí con una sonrisa de oreja a oreja, su cabello negro estaba suelto rebelde, se movía de un lado a otro al compás del viento, su rostro estaba algo sucio por la pelea que se dio hace poco, vestida con la ropa de Amaris una camisa de mangas hasta el codo de color negro y un corcel negro decorado en las orillas con dorado y unos pantalones de cuero color marrón y sus botas no tenía armas
— Chicos, ¿cómo está todo por aquí? — pregunto, Damián gruño irritado — tranquilo Dami— roció nos rodea con su brazo y comienza a caminar cantado una canción.

— cuéntenme ¿cómo se conocieron ustedes? — pregunta Damián a Roció, miro al frente y observo cómo algo se mueve cerca de Amaris, pero ella estaba viendo el mapa y no parecía notarlo.


—Bueno fue muy loco, yo estaba recogiendo algunas frutas cuando escuche algo y la encontré a ella intento descansar estaba sin su máscara y bueno me amenazó con matarme y luego me ofreció que la acompañara— dijo riendo Damián también comenzó a reír, pero yo no le puse tanta atención.

Unas horas después que habían pasado mi estomago rugía de hambre, sentados a la orilla de un lago Roció me ofreció unos de los últimos panes que tenían reservados, las gotas de agua comienza a caer, observo a Damián que comenzaba a salir una sonrisa de emoción de sus labios, había pasado tanto tiempo que habíamos sentido el contacto de la lluvia, cielo se encontraba nublado y el sonido de los relámpagos hace que Roció se alertara.


— chicos creo que sería mejor que buscáramos un lugar para hacer un refugio— dijo roció

asiento me levanto al igual Damián, caminamos hasta donde está el caballo de Amaris comiendo monte.


— chicos ¿Dónde está Amaris? — pregunta Damián miro alrededor en busca de ella, pero no estaba

— No lo sé — responde Roció
— primero busquemos refugio, Amaris sabe cómo cuidarse— dije tranquilo, aunque por dentro noria de nervios

Tomamos unas capas de cuero y los colocamos encima unas ramas que trajimos por algún problema, roció entro al "refugio" si así puedo llamarlo, la lluvia comienza a caer más fuerte y no había señales de Amaris comencé a preocuparme más, me asomé fuera del "refugio" pero nada solo está la vista del lago con algunos arbustos a su alrededor y unos cuantos árboles.

Cierro mis ojos y comienzo a concentrarme en la conexión que tengo con ella tratando de localizarla, pero solamente siento sus emociones, enojo, frustración, confusión son las únicas emociones que tiene y aunque ella contó que su madre y su tía la rodearon de amor ella siente que falto algo su "padre" nunca lo conoció.

— voy a buscar a Amaris.

me levante y comencé a caminar sin importarme qué la lluvia me mojara, mi vista se vuelve borroso por la lluvia dejo que la marca me guíe esta comienza a brillar y mi cuerpo comienza a sentirse atraído hacia Amaris, sigo caminado un rato hasta que escucho unos jadeos como si estuvieran peleando, acelero mis pasos para llegar donde ella y asegurarme que está bien.

La lluvia se vuelve más fuerte y el sonido de los relámpagos aturdía mis oídos y haciendo que mi piel se erice, veo una silueta con una espada, ella está peleando con su espada sola su cabello brilla con rojo intenso y un luces azules a su alrededor, su espada se mueve al compás de su cuerpo como un baile, ella se mueve con pasión y agilidad dando vuelta a su espada, haciendo algunos movimientos peligrosos, su marca brilla ella se detiene de golpe y observa su marca y después comienza ver alrededor puedo distinguir el brillo azul neón en sus ojos
—sé que estás aquí faldero— grito, mi cuerpo se tensa pero no salí de mi escondite — sal antes de que me enoje y no te gustaría verme enojada—volvió a gritar , nervioso salgo de escondite y camino hacia ella la lluvia se deslizaba por su piel, sus cabello pegado a su piel.
—¿Que estás haciendo?— pregunto nervioso Amaris me mira y arquea la ceja

— creo que tú ya lo sabes faldero— responde

mira alrededor asegurándose que no haya nadie.

— estoy aburrida, vamos a pelear para ver cuán oxidado estás— dijo

Lanzo su espada a un lado y hizo ceña con su mano para que me acercara más a ella
— ¿Quiere pelear conmigo? — balbuceó ella asintió y se acerca a mi hasta quedar una distancia corta de mi rostro mi corazón se acelera ella estudia mi rostro, sus ojos se ven más hermoso de cerca

— ¿algún problema? o ¿tienes miedo? — pregunta desafiante sonrió y acepto la pelea.

Y así pasamos casi toda la tarde peleando lanzado golpes, patadas y otros ataques, caigo al suelo jadeando mi pecho sube y baja intento recuperar el aliento miro el cielo y veo que ya ha dejado de llover , Amaris se acuesta a mi lado la miro y ella tiene sus ojos cerrados disfrutando del momento, me acerco a ella con la intención de quitar su máscara, ella abre sus ojos y me ve no se muevo y no dice nada, ella rodea mi cuello y me mira sus ojos cambian de color a un tono rosado claro, rosado fuerte y violeta neón ella murmura un "lo siento" ella acaricia mi rostro y puse sus manos a mis lado haciendo que la mire fijamente, su mirada es hipnotizante que no puedo apartarla.
— Adrián Fletcher olvídate de lo que sientes por mi o de alguna atracción que pueda llegar sentir tu cuerpo si tu cuerpo te pide que te acerque a mis has lo contrario, tú estás enamorado locamente de Roció, cuando la vez tú corazón late y no puedes dejar de mirarla, no te acerques a mi si no yo te digo y no me persigas por las noches— ordeno algo dentro de mí se desvaneció mi corazón grita "no le hagas caso" pero mi mente solo obedeció a lo que ella dijo.

Me separo de ella y comience a caminar en busca de roció para decirle lo que siento, olvidando todo lo qué pasó.

𝓐𝓶𝓪𝓻𝓲𝓼Where stories live. Discover now