17. Negación.

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La joven echó la cabeza hacía atrás, cuando los labios del kredator se pegaron a su cuello, y sus amplias manos, la sujetaron de la espalda, soltó un suspiro al sentir la excitación del hombre debajo de ella, lo quería urgentemente.

—Por favor –suplicó –te necesito ahora.

—Lily, estamos en un automóvil –le recordó, con una mirada intensa.

—Realmente, no me interesa.

Se alejó un poco de él, para quitarse la playera que tenía puesta, dejando a la vista del hombre su sostén de tela blanca y transparente, dejando sus firmes pezones a la vista.

No había nada en el mundo que le hiciera decirle que no, así que sin prestar más atención a su alrededor, siguió con aquello hasta las últimas consecuencias.

La respiración de la chica se agitó todavía más cuando lo sintió en su interior, movió las caderas de forma desesperada, se inclinó al frente para besar los pasionales labios de Scorpius, que le dio la bienvenida con un beso pasional, tan digno de él.

Mientras estaba ahí, uniéndose de aquella forma a Scorpius, nada más le preocupó, nada existía para ella salvo el rubio y ella misma, el resto del mundo podía irse a la mierda, y realmente no le importaría mucho.

—Scorpius –gimió, dejando caer la cabeza, así que su frente chocó con el hombro del rubio.

—Lily –la nombró, en un tono tan sensual, que sintió que de derretía por completo.

La ola de placer no tardó mucho en aparecer, así que se pegó por completo al hombre debajo de ella, que tenía una sonrisa arrogante, que en vez de hacerla querer golpearlo, le encantó.

—No voy a alejarme de ti –informó ella –ya lo decidí –volvió a besarlo.

—Es tierno que lo digas –murmuró Scorpius, dibujando una línea imaginaria en su cuello con su dedo índice, mientras sus ojos seguían el trazo –pero esto es más grande que tú y yo, Lily, debes entenderlo.

—Pues no lo entiendo –soltó necia –no lo acepto, si quieren que vuelva con él, tendrá que venir Dios mismo, o quien sea el que creó las estúpidas reglas, y obligarme.

—Las reglas están por algo, no podemos hacer lo que nos venga en gana, el mundo sería un caos.

—Has insistido tanto cuando estaba con él, de que debería estar contigo, y ahora que lo estoy, quieres que vuelva con él ¿por qué?

—No quiero que vuelvas con él –admitió –te quiero a mi lado el resto de mi existencia –admitió –pero, soy realista, cariño –le sonrió –sé que por mucho que lo quiera, que te desee, que lo anhele, no podemos estar juntos, porque así lo dictan las reglas.

—Al carajo las reglas, Scorpius, te quiero, quiero estar contigo...

—Un demonio no puede estar con un alma, Lily, es imposible.

—Pero si rompo el ciclo con Ted –lo observó.

— ¿Corromperte? –Negó –las cosas no son sencillas, cuando la guerra de la fe terminó, los tratados entre humanos y demonios se firmaron, estuviste ahí, cariño, fuiste testigo de lo que se acordó.

—No lo recuerdo –admitió.

—Si te corrompo, irás al infierno, tu alma se condenará, y al ser una dividida, terminarás en el jardín, marchita, de ninguna forma podríamos estar juntos.

—Así que... por eso, te conformas con lo poco que podemos tener en cada vida, si es que tenemos algo –Scorpius asintió.

—No quiero alejarme de ti, ni en esta, ni en ninguna vida, Scorpius.

Kredator || ScorilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora