Kredator || Scorily

18. Energía.

Lily suspiró, en ese momento, tendría que fingir aceptar las órdenes de Audrey McLaggen respecto a que no podía permanecer con él, si se negaba, podría traerle problemas a Scorpius y eso era lo que menos quería, terminó asintiendo.

—No olvides que tienes que avisar al respecto –informó Audrey.

—Lo haré –admitió él, en un tono seco.

Una fuerte ventisca hizo que Lily se cubriera el rostro, cuando bajó los brazos, la rubia se había marchado, así que aventó la mochila y se arrojó a los brazos de Scorpius.

—No haré ningún caso –informó Lily.

—Tienes que hacerlo, Lily, por tu bien, no podemos...

—Sabes, para ser alguien que insiste mucho en cada vida, para que me quede a tu lado, me empujas muy lejos cuando lo estoy.

—En ninguna vida has querido estar conmigo, así que realmente no hay mucho de qué preocuparme respecto a drenarte la energía –admitió.

—Dime ¿es por eso que solo duramos tan poco tiempo juntos? –Preguntó.

—Es lo único que soportas estar sin él, generalmente, y sí, mientras más tiempo pasemos juntos, más débil te irás sintiendo.

—Bueno, eso puede solucionarse ¿no es así? –Sonrió –paso gran parte de mis mañanas en el colegio, vendré aquí por las noches, reduciría la energía drenada.

Scorpius acarició el rostro de Lily, sonriendo. —El sexo es la forma más rápida de robarte la energía –le informó –y como has podido notar, hacerte el amor...

—Prefiero vivir dos meses a tu lado, que cincuenta con Ted –susurró.

Scorpius se inclinó hasta ella, pegó su frente y acarició su nariz con la suya, en un gesto cariñoso que hacía siempre que tenía la oportunidad.

—Te amo, Lily, pero, aunque no lo hubiese hecho, le hice una promesa a Edward Lupin, tu existencia jamás estaría en juego, y la pienso cumplir.

—Pero –soltó incrédula, cuando se alejó de ella.

—Si no quieres estar con él por el momento, lo comprendo, pero tampoco conmigo.

—Bueno, entonces, permanezcamos todo el tiempo que podamos juntos, por favor, Scorpius –suplicó.

Verla suplicando por quedarse con él, era algo que jamás había sucedido, y no comprendía, porqué después de tantos siglos, estaba pasando, y ahí estaba, la tentación de nuevo, la perdición, su egoísmo, quedarse con ella, sin importar qué pasara al final.

Sacudió la cabeza, estaba pensando como el kredator que era, tener un alma humana para él era algo que todos ambicionaban, y él podría, no un alma cualquiera, sino una dividida.

—Veremos que pasará –admitió asintiendo.

—M—

Tal y como se lo había dicho Scorpius, algo que él no podía y no quería dejar de hacer, era tenerla de forma sexual, y aunque ella disfrutaba más que nunca la pasión con la que le hacía el amor.

Al día siguiente, se encontraba cada vez más agotada, y eso, que solo pasaban pocas horas juntos, no quería imaginar si viviera de planta con él.

Se dejó caer sobre la silla, el silencio de la biblioteca fue arrullador, así que sin importarle mucho el qué dirán, si babeaba o roncaba, se recargó sobre la mesa y cerró los ojos.

"Siempre hay una forma". Escuchó Lily a lo lejos. "Si quieres realmente permanecer con él, ven a buscarme cuando me necesites, pero ahora, no me hagas perder el tiempo".