05. Oportunidad.

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La pelirroja avanzó de forma tranquila por aquel pasillo, no comprendía como era que había llegado hasta ahí, estaba a unos largos minutos de distancia de su ruta habitual, posiblemente había avanzado tan ensimismada que no había prestado atención a la desviación tan larga que tomó, observó el patio enorme en el que terminó.

Tenía la extraña sensación de que en algún momento, en aquel centro donde se erguía un busto de una persona que no reconocía, solía estar una hermosa fuente, y todo el asfalto a su alrededor, anteriormente eran flores adornando aquello, si bien no podía decir que la mejora era mala, tampoco usaría la palabra "mejora" para lo que hicieron.

Se acercó curiosa al rostro de la mujer, no podía decir que era hermosa, era una mujer con un rostro bonito, pero bastante común, al menos para ella, tampoco podía comprender como alguien quitaría la belleza que las flores y la fuente otorgaban a aquel lugar, para colocar a esa mujer extraña.

Estiró la mano, para tocar aquel rostro común, una sombra a su costado se movió, así que se alejó tan rápido como sus reflejos se lo permitieron, se llevó una mano al pecho cuando encontró a una mujer observándola.

—Lamento mucho haberte asustado –sonrió.

—No, no, lo siento, no sé ni siquiera donde estoy, todo lo que sé es que seguramente es propiedad privada, en serio, no era mi intención ingresar a tu propiedad.

—Ah, pensé que eras mi cita –admitió divertida la mujer.

—No, lamento las inconveniencias, yo...

—Descuida, aunque sí es una propiedad privada, también tiene función de asociación –restó importancia.

—Ah, ya veo, disculpa –soltó apresurada –siento si te incomodo, pero ¿quién es la mujer? –Volvió a observar el busto.

Alguien se aclaró la garganta, haciendo que la mujer sonriera, era joven, si acaso treinta y tantos, Lily volteó, se tensó cuando sus ojos se posaron en el rostro de Scorpius Malfoy.

—Lamento la tardanza –murmuró, desde su lugar a unos metros de Lily.

—No te preocupes –restó importancia la mujer –como cada año, desde hace años, el día de hoy no tengo nada que hacer, es mi único día libre al año –sonrió.

—Me alegra escuchar eso –admitió en un tono encantador, con una sonrisa que Lily creyó que iba dirigida a ella, aunque fuese pequeña y apenas si se notara.

—Entonces, sigamos nuestro camino –se giró a Lily –ha sido un gusto charlar contigo unos momentos ¿nos vamos? –Estiró su mano a Scorpius.

—Vayamos –admitió él, un poco entusiasta.

Lily frunció el cejo, bastante desconcertada, se le hacía bastante extraño que se encontrara con Scorpius Malfoy en un lugar como ese, si se suponía que era una asociación, quizás ahí conseguía a sus víctimas, pensó la joven.

—Por cierto, su nombre era Iolanthe Peverell, mi antepasada.

—El alma más hermosa sobre la tierra –comentó Scorpius –y sin mencionar que la mujer más bella del mundo.

Ella hizo un mohín, como dando a entender que no pensaba igual, sobre la belleza de la mujer, logrando que el rubio entrecerrara los ojos, dedicándole una mirada intensa, incomodándola, de nuevo.

—Perdón una vez más por entrar sin permiso –se disculpó la chica.

—No dijiste nada del lugar –la detuvo Scorpius, logrando que su piel se enchinara ante aquel cuestionamiento.

Kredator || ScorilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora