Capitulo 30

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Tres días habían pasado desde la llegada a Sabaody de los Heart Pirates y dos desde la de los piratas de Kid. Desde que por las zonas sin ley se rumoreaba sobre la llegada del pelirrojo, la bruja había estado buscándolo sin éxito y, tras dos días y medio de exhaustiva búsqueda, Hécate no había avanzado nada en la búsqueda. Tras una mañana de paseos por la zona sin ley, encontronazos con otros piratas y peleas innecesarias, ella y Sasha (que no tenía nada mejor que hacer) entraron a un restaurante del Grove 24, donde comieron tranquilamente a pesar de la presencia de una ruidosa pirata pelirosa.

-Entonces, después de ésto, ¿a dónde quieres ir? Porque si no hay plan podemos pasarnos por el parque de atracciones -dice Sasha mientras se comía el plato de pasta que había pedido.

-Pues me quedo sin ideas, sé que están en la parte sin ley, pero no puedo estar pendiente de casi 30 Groves yo sola, y sé que el mamonazo de Law si les ve no va a decir nada. De todos modos, luego habrá una subasta en el Grove 1, podríamos ir a probar suerte.

-El capitán irá allí, pero a mi no me apetece ver tráfico de personas, ¿podemos ir cuando vaya a terminar? Porfiiiiiiiii

-Claro, a mi tampoco me hace ninguna gracia. Deberíamos irnos, aquí se puede liar una muy buena, mira quien entra -dijo Hécate nada más ver al capitán Basil Hawkins entrar por la puerta.

-Uuuu, comida gratis, me gusta -respondió Sasha terminando su comida y levantándose de la mesa.- Vamos antes de que se den cuenta.

Las chicas salieron del restaurante dejando el jaleo atrás y pasearon por la zona sin ley durante un rato sin rumbo fijo, buscando alguna pista que las llevase al pelirrojo, pero sin encontrar nada. Oyeron sobre peleas y encontronazos contra otros piratas, pero como mínimo habían pasado un par de horas por lo que era imposible que siguieran por la zona. Así que con ese panorama y el bajo estado de ánimo en el que se encontraba la bruja, Sasha arrastró a su amiga al grove 30 (donde se encontraban las tiendas) para animarla un poco. Desgraciadamente, en mitad de su excursión, cientos de periódicos empezaron a caer del cielo.

-Tienes que estar de broma -dijo Sasha tras coger uno y leer el titular. -Tenemos que decírselo al capitán

-¿Algo importante? -respondió Hécate robándole el periódico de las manos- Se ha decidido el día de ejecución del comandante de la segunda división de los piratas de Barbablanca. Mierda... Esto puede acabar en una guerra.

-A Law le encantará saber sobre esto.

-Tu lo que quieres es restregarle en la cara que te has enterado de algo antes que él. Vamos, ya habrá empezado la subasta, si corremos llegaremos a mitad de ella.

Corrieron durante un buen rato hasta llegar al grove 5 cuando empezaron a oír gritos, disparos y explosiones, y no tardaron en vislumbrar la cantidad de marines que había en la zona, por lo que tuvieron que dar un rodeo para evitarlos a toda costa.

-Ese no creo que haya sido Law, no le gusta llamar tanto la atención, por lo menos no al lado de una base de la marina.-dijo Sasha tras haber bajado el ritmo- De todos modos estará por aquí, así que hay que estar alerta.

-Oi, esos de ahí me suenan, ¿no son los Mugiwara? -preguntó Hécate señalando a un diverso grupo de personas liderado por un chaval con un sombrero de paja. -Voy a preguntar -dijo Hécate antes de salir corriendo hacia los piratas que huían de la marina.

-Esta chica está loca -se dijo a si misma Sasha, que decidió esperar allí a su amiga.

Los sombrero de paja se encontraban en mitad de una huida después de pegar a un Tenryubito y la única forma de conseguirlo era llegar a los peces voladores. Estaban demasiado absortos en sus perseguidores que a penas se dieron cuenta de la presencia de la bruja hasta que estuvo a su lado corriendo junto a ellos.

-Oi, Mugiwaras, ¿por casualidad no habréis visto a un tío con una sudadera amarilla acompañado por un oso o a un gigante de dos metros pelirrojo y violento?

-¡¿Y TU QUIEN DEMONIOS ERES MUJER?! -preguntó un espadachín peliverde preparado para atacarla.

-SHISHISHI, ¿A TI TAMBIÉN TE PERSIGUEN LOS MARINES? -preguntó el capitán prestando atención a la recién llegada mientras seguían corriendo

-Nope, solo busco a cualquiera de esos dos

-Se han ido ambos hacia el sur, bruja. -dijo Nico Robin sin tono despectivo dejando por un momento en shock a Hécate

-Gracias, niña diablo. UN PLACER CONOCEROS -gritó Hécate antes de separarse del grupo y buscar a su amiga.

Kid estaba aquí, lo sabía, y estaba más cerca que nunca de encontrarlo. Sasha corrió en busca de su amiga y ambas se dirigieron a donde les había indicado la otra pirata y, a pesar de no llamar mucho la atención acabaron luchando con algún que otro grupo de Marines. De lejos podían oír explosiones y gritos de lucha, por lo que se dirigieron lo más rápido posible hacia allí, y ahí estaban, Trafalgar y Kid frente al Shichibukai Bartholomew Kuma recién derrotado alejándose de la escena.

Las chicas se encontraban en lo alto de una raíz de un árbol cercano, pero los piratas todavía no las habían visto.

-Kid... -susurró Hécate sin creerse que por fin lo estaba viendo.

-Espera- dijo Sasha agarrando a su amiga del brazo que había empezado a dirigirse a la escena.- ¿No oyes eso?

A penas terminó de formular la pregunta cuando Bartholomew Kuma cayó desde el cielo frente a los capitanes.

-¿Qué demonios? -preguntó Sasha sin saber lo que estaba pasando.

-¡MIERDA! -gritó Hécate lanzándose a la acción en cuanto vio que el que suponía que era el Shichibukai se iba a lanzar hacia los capitanes.

Tan rápido como pudo Hécate saltó de la raíz en la que estaban y aterrizó a escasos metros al lado de Kuma sin que nadie, ni siquiera el enemigo, se percatase. En cuanto sus pies tocaron en suelo una enorme pared de tierra se creó entre la bruja y el Shichibukai, que ya había empezado a cargar contra los capitanes y estaba a punto de alcanzarlos. Hécate pateó la pared con su pierda derecha lanzándola contra el Shichibukai y lanzándolo varios metros.

Y después de casi 20 días ahí estaban, uno frente al otro, sin creerse que, tras tanto tiempo, ese reencuentro se estaba dando. Por fin se volvían a ver.

Una lucha constante (Eustass Kid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora