Una lucha constante (Eustass Kid)

Capítulo 15

Holaaa. No suelo escribiros mucho pero he estado pensando en cambiar las cosas un poco y quería saber vuestra opinión. La primera parte de este capítulo está escrito de una forma y la segunda de otra. Decidme cuál os gusta más porque yo soy una indecisa y no se elegir XD. En caso de que elijáis la segunda lo más probable es que cambie los capítulos anteriores para que coincida el estilo. Agradezco muchiiiiisimo todos los votos y comentarios que me dejáis. Estuve pensando en dejarlo hace tiempo, pero me animáis muchisimo. En fin, ya os dejo leer, besiiiiiiis.

Narra Hécate:

¿Por qué me pasan estas cosas a mí? ¿Qué habré hecho yo en otra vida para merecerme ésto?

Habíamos salido ya de esa isla hacía un par de horas y, en cuanto Kid se dio cuenta de las recompensas de Alaric (70.000.000), de Toshio (80.000.000) y la mía, decidió montar una fiesta con todo el alcohol que habíamos conseguido en esa isla. Y TODAVÍA ERAN LAS 6 DE LA TARDE. Esta gente no llega viva a medianoche.

Nadie pareció darse cuenta del Only Alive de mi recompensa excepto Toshio, Alaric, Killer y yo. Toshio y Alaric no quitaron sus caras de preocupación hasta que Spike los emborrachó y Killer me estuvo mirando (supongo que intentando averiguar el por qué) durante casi media hora. Pero no me importó, en éste momento no me importa absolutamente nada. No he comido ni bebido nada desde entonces y solo quería encerrarme en mi habitación y desaparecer. Pero cuando me estaba escabullendo Kid me cogió en un hombro (de lo que me quejé pero en verdad disfrutaba las vistas) y me sentó en una banca en el comedor diciendo que era una fiesta para celebrar mi primera recompensa. Tuve que dar un par de tragos a mi cerveza pero, cuando nadie miraba, se la dí a Wire para que siguiese emborrachándose. 

Todos parecían estar pasándoselo bien mientras yo me dedicaba a acariciar a Salem en una esquina evitando todo tipo de contacto humano cuando, de repente, una sacudida tira a la mitad de la gente al suelo. Todos salimos a cubierta (algunos mejor que otros) y nos encontramos a dos barcos piratas prácticamente rodeándonos.

-MATADLOS A TODOS -grita Kid justo antes de empezar a atraer el metal y lanzárselo a los enemigos. En unos segundos nuestro barco esta entre esos dos barcos y hay piratas enemigos en todos lados mientras que mis nakamas, aún algo borrachos, se dejan llevar por la emoción y saltan a los barcos enemigos. 

Yo me quedo en nuestro barco junto a Kid y unos cuantos hombres más, aunque estamos muy separadas los unos de los otros. A penas puedo mirar a mi alrededor porque solo puedo concentrarme en no morir. No dejan de aparecer enemigos mientras yo corto a todo aquel que se me lanza encima. 

Me cuesta bastante no salir sin ningún rasguño teniendo en cuenta que estoy rodeada de enemigos, pero no me puedo parar por el dolor y sigo luchando. Pero llega un momento en el que no veo a nadie aliado y solo veo enemigos, todos mirándome a mi, esperando a que haga el movimiento que me lleve a la muerte, pero yo solo me quedo en posición de defensa, dando vueltas para poder ver a todos los que me quieren atacar.

Justo cuando voy a atacar alguien sale detrás mío intentado acuchillarme desde arriba, pero consigo evitarlo para que no me de en el pecho. Desgraciadamente él es más rápido de lo que esperaba y, antes de que pueda rajarle el cuello me clava una daga en el muslo y se intenta echar para atrás, pero consigo hacerle un corte lo suficientemente profundo en el pecho para que se desangre.

Caigo al suelo por el dolor de la profunda herida y no me puedo recobrar por que ya hay otros dos hombres intentando matarme, a lo que solo puedo rodar por el suelo. Me quito el cuchillo del muslo intentando ahogar un grito pero sin poder disimular la cara de dolor. Lanzo la daga a la cara de alguien y le da justo entre los ojos, matándolo al instante. Rápidamente vuelvo a rodar por el suelo para que no me maten, pero no me puedo levantar por la herida.

Lo único que siento es el ardor de la herida y la sangre que no deja de salir de ella, y no puedo hacer nada, estoy rodeada. Estoy desesperada y me da completamente igual las explicaciones que tenga que dar después, así que intento usar la magia, intento controlar el aire que me rodea, el agua del mar, pero no puedo, He perdido demasiada sangre y a penas tengo fuerzas. ¿Voy a morir aquí? ¿A manos de, por lo menos, diez piratas? ¿Qué clase de bruja soy? Llevo tanto sin usar mis poderes que, perdiendo un poco de sangre ya soy incapaz de usarlos. Mi familia estaría avergonzada, ya no los veré, aunque tampoco es que pudiese verlos si siguiese viva.

Me preparo mentalmente para mi muerte mientras por lo menos cinco piratas se lanzan encima mío, pero justo en el último momento una sombra se pone en su camino protegiéndome, una sombra que conozco muy bien.

~Mientras tanto, en la otra punta del barco~

Kid estaba muy borracho, era imposible ignorarlo. Claro está que se mantenía en pie sin ningún problema, se defendía de sus enemigos y atacaba sin descanso. Los que no le conocían podrían decir que está perfectamente sobrio, que la adrenalina de la pelea le había quitado por completo los efectos del alcohol, pero si prestabas un poco de atención podías ver que tan sobrio no estaba. Si lo estuviera sería más racional, claro que se emocionaría en la pelea, llevaban demasiado tiempo sin una buena batalla, pero se habría dado cuenta del peligro en el que ponía a toda su tripulación, en el peligro en el que ponía a ella. No sabía quién estaba dónde, sólo le importaba que en SU barco la mayoría de la gente eran enemigos, lo que significaba más muertes por su parte, más diversión.

No fue hasta que la vio en el suelo que no reaccionó. Estaba sangrando, tirada en el suelo y rodeada de enemigos, iba a morir, y todo por su culpa, porque quería alargar la pelea. 

Empezó a correr, mataba a todo el que se le ponía en su camino, pero sabía que no tenía tiempo, sabía que no iba a llegar. Hécate iba a morir y él no podría salvarla.

Estaban a punto de echársele encima  cuando, en el último momento, una sombra gigante se coloca delante de la mujer y se carga a los cinco piratas que se lanzaron contra ella. Él no podía creerse lo que estaba viendo, era un monstruo salido del mismísimo infierno.