Una lucha constante (Eustass Kid)

Capítulo 40

Tendría que haberse quedado con él, el pelirrojo lo sabía. Llevaba días con un mal presentimiento que no hacía más que aumentar mientras veía el punto exacto en el que el pequeño barco había desaparecido en el horizonte apenas dos días antes. Era la primera vez que la pareja se separaba desde esa horrible pelea que acabó con el pelirrojo llorando hasta quedarse dormido en los brazos de la bruja y Kid no podía evitar sentir algo en el fondo de su estómago muy parecido a lo que sintió ese día, aunque en bastante menor medida. Algo le comía por dentro y como siguiera dándole vueltas iba a acabar volviéndose loco.

Por fortuna, o por desgracia, Alaric apareció al lado de su capitán y juntos fueron al taller para acabar los últimos preparativos de lo que sería su brazo izquierdo. Desde que Kid se pudo levantar de la cama ambos habían estado en el taller trabajando diferentes prototipos. Ambos podían hacer grandes cosas, y cuando trabajaban juntos podrían crear lo que quisieran, pero para eso tenían que dejar de pelear constantemente, lo cual nunca ocurría y siempre acababa con Hécate niñera.

-Ahí no va -dijo Kid que, a falta de un brazo,  no podía hacer muchos movimientos

-Podrías decirme donde sí va, así terminamos antes. -respondió el pelinaranja dejando de lado lo que estaba haciendo

-Aunque me falte un brazo te puedo romper el cuello con una mano -amenazó el pelirrojo que, aún teniendo todavía algunas vendas en su cuerpo no dejaba de ser intimidante

-No puedes porque te estoy ayudando a hacer el otro brazo

-OY, que Hécate no esté no implica que os podáis matar. Tuvisteis esta misma conversación hace un par de días, dejad de repetiros tanto. -interrumpió Killer sin levantar la vista del periódico de ese día ganándose un gruñido de ambos piratas, pero consiguiendo que siguieran trabajando.

Aunque era más bien Alaric el que se dedicaba a montar las piezas mientras el capitán se aseguraba de que todo iba en su sitio, tarea que normalmente se basaba en criticar el trabajo del pelinaranja, pero que en esos momentos le resultaba imposible. No podía evitar el sentimiento de deja-vu tras acordarse de el momento exacto en el que Hécate paró esa misma conversación apenas dos días antes.

~~

-Sois imposibles, tomaos un descanso o algo antes de que os matéis. Alaric, hay comida en la cocina. -dijo la bruja entrando al taller

-VOY -respondió Alaric antes de salir corriendo de allí cerrando la puerta tras de sí

-Y tú... ¿no te ha dicho Heat que descanses?-preguntó la bruja mientras se acercaba al pelirrojo por detrás y lo abrazaba mientras él seguía mirando fijamente al intento de brazo en la mesa

-Él no me puede dar órdenes, y tú tampoco, así que no lo intentes. -refunfuñó el pelirrojo antes de coger un destorniñador e intentar ajustar la máquina.

-Y yo que iba a llevarte la comida a la cama para estar juntos antes de que me vaya...-susurró la bruja al oído de su pareja para después empezar a besar el cuello del pelirrojo, haciendo que él dejase lo que estaba haciendo y estirase ligeramente el cuello para atrás, mirándola de reojo.

Ella, que había conseguido que se relajase, paró de besarle y se apoyó en su hombro mientras lo miraba.

-Te odio-dijo el pelirrojo completamente serio

-Nah, no lo creo. Venga, arriba, se te va a enfriar la comida.

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-OOOOOY, TIERRA LLAMANDO A KIIIIIIID -gritó Alaric mientras agitaba su mano frente a su cara.