Una lucha constante (Eustass Kid)

Capítulo 25

La llegada a la isla tenía que ser rápida. Reabastecerse, esperar el tiempo de recarga e irse. Si ella había pasado por allí alguien la habrá visto, por lo que habrá que preguntar a los civiles si saben algo. Pasara lo que pasase, no podrían tener diversión destruyendo ese pueblo, aunque cuando llegaron no quedaba mucho que destruir.  

Kid se habría sentido decepcionado en una situación normal, alguien se había divertido y no le había dejado nada, pero en esos momentos solo le importaba una cosa: encontrarla.

-Buscad la comida y el dinero que quede, si encontráis a alguien preguntad por ella y si no quieren responder ya sabéis que hacer. Rápido, el log pose se cargará en medio día. Nada de distracciones. Venga, marchad -ordenó Killer para que todos hicieran lo que tenían que hacer. 

En cuanto se fueron todos menos un par de novatos recién reclutados que se encargaban del barco, Killer se acercó a su amigo, que estaba apoyado en la barandilla del barco.

-Estará bien -dijo Kid más que para su amigo para creérselo él mismo.

-Definitivamente, es una chica fuerte. Si ha tenido algún problema ya lo habrá solucionado. Quien tiene que solucionar sus problemas eres tú -dijo Killer empezando la marcha saliendo del barco

-¿De qué demonios hablas Killer? -responde Kid siguiendo a su amigo hasta ponerse a su lado.

-Cuando la veamos, ¿cómo se lo vas a decir? Ya sabes, que estas perdidamente enamorado de ella, que quieres que os caséis y tener hijos y amaros eternamente.

-Sigue por ese camino compañero y te arranco la cabeza- amenaza Kid haciendo que ambos queden en silencio mientras caminan por las destruidas calles.

Era destrucción, sí, pero no a la que acostumbraba a ver. El veía explosiones y fuego, pero esto era como si alguien hubiese cortado las casas con una espada. Alguien poderoso se había enfadado con este pueblo.

Ambos siguieron andado, buscando una pista de dónde podía encontrarse su nakama, cuando llegaron a la plaza del pueblo. Decir que estaba destrozada era quedarse corto. Al destrozo común del pueblo se le sumaba el suelo quemado y varios cadáveres carbonizados que todavía no se habían quitado de allí. En esa zona no había nadie, por las calles aún encontrabas a algún civil andando, intentando buscar algo de comida, pero no en ese sitio, esa plaza era una herida abierta. 

Desde un callejón cercano una muchacha los observaba. Eran ellos con los que tenía que hablar, pero salir de allí delataría su posición y el pueblo la encontraría. Solo tenía una cosa que hacer y no sabía cómo hacerla.

Kid sabía que le estaban observando, lo sentía, ¿dónde? No tenía ni idea, pero había alguien que le observaba. ¿Podría ser ella? ¿Podría estar aquí? La espera por volver a verla lo mataba por dentro, tenía que ver que estaba bien, sana y salva.

-Kid, hay alguien espiándonos desde ese callejón-Killer interrumpió la espiral de pensamientos y emociones que estaba teniendo

Kid se giró, esperando ver esa bajita morena que tanto deseaba ver, pero solo vio una sombra esconderse aún más en la oscuridad de esa callejuela. La pareja no dudó ni un segundo en seguir la sombra, ninguno pensó en la posibilidad de que fuese una trampa, solo querían información, la querían de vuelta.

Era una callejuela estrecha, había escombros por los suelos, pero no entraba mucho más en ella y, en un recoveco, había alguien asomándose.

-¿Eres Eustass Kid? -preguntó esa sombra con voz de mujer.

-Sí, ¿qué demonios quieres de mi?- preguntó Kid irritado por no haber encontrado a su chica. Sí, habéis leído bien, en su cabeza Hécate ya es su chica.

Una joven rubia salió de su pequeño escondite. Era de altura media, pelo rubio y ojos morados que demostraban una clara falta de confianza a los piratas que se acababa de encontrar. No creía que Hécate pudiera ser amiga de esa gente, ella era muy agradable, y ellos tenían pinta de todo lo contrario.

-Me han pedido que te entregue esto. -dice la joven entregando a los piratas un papel que decía esto:

Hola!!! Espero que para cuando leas esta carta sepas que sigo viva, si no es el caso: ¡SORPRESA!  (Espero no haberte causado un ataque al corazón con esa información) Resumen de la historia: me han salvado el culo. No te preocupes, estoy perfectamente, pero mi "salvador" se niega a esperar a que me recojan, y sinceramente no me voy a quedar en esta isla de mala muerte, (Neith te contará por qué). Te espero en Sabaody!!!

Besis, tu bruja favorita: Hécate

P.D.: La chica que te ha dado ésto es Neith, es muy maja y lista, y podría sernos útil, debería ser nuestra nakama.

Ella...le había dejado una nota. Estaba viva y le estaba esperando. No podía esperar, tenía que verla ya, tenía que volver a acariciar su cara, tenía que volver a besar sus labios, la necesitaba entre sus brazos.

Kid se quedó de piedra, su cuerpo inmóvil pero su mente no dejaba de funcionar, planeando, imaginando. Killer, que se había sorprendido por la reacción de su capitán, se acercó a su lado y leyó la carta para sí mismo.

-¿De qué la conoces? -preguntó Killer sospechando de la rubia

-Nos conocimos ayer, estábamos las tres en problemas y ella me salvó, le debo la vida.

-¿Las tres? ¿Quién más había? -preguntó Kid saliendo de su shock inicial

-Estaba con otra mujer: Sasha. Por lo que entendí estaban viajando juntas, pero era de otra banda pirata, ni idea del nombre.

Kid y Killer se miraron el uno al otro. Estaba con otros piratas, parece que no la tenían captiva, pero aún así eran el enemigo, ¿estaban seguros de que no la estuvieran manipulando?

-Tú te vienes con nosotros -dijo Kid y se puso a andar directamente sin esperar ni a su segundo al mando ni a la nueva recluta.

Hécate había dicho que la chica les sería útil, así que le daría una oportunidad, al fin y al cabo, si no aguantaba en la tripulación sería porque es débil. Esa era la conclusión a la que había llegado Killer, pero la mente de Kid estaba en otro lugar. A penas le dio muchas vueltas al asunto porque un pensamiento inundó su mente:

"¿Y si ella no quiere volver?"