Capítulo 17

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Tras dos semanas de aquella pelea en la que hirieron a Hécate no ha habido ningún signo de que estuvieran siguiéndola, pero en cuanto se recuperó empezó a entrenar otra vez sus habilidades. Cada vez que podía practicaba y Alaric estaba siempre presente, al fin y al cabo, es el único que le vio entrenar cuando era pequeña.

Tampoco se separaba de ella Kid, que durante sus entrenamientos miraba cómo practicaba, cuando cocinaba iba a darle conversación y, alguna que otra vez entrenó junto a ella. Hécate no se podía quejar, adoraba pasar tiempo con el pelirrojo y, aunque muchas veces fuese un tsundere, a ella le parecía encantador. Cabe mencionar que en cuanto ella se ponía a pensar en el se desconcentraba de cualquier cosa que estuviese haciendo y ella sola se sacaba de sus propias casillas.

Pero esta noche no era en él en lo que pensaba, no era él quien no le dejaba dormir. Las pesadillas se habían vuelto parte de su noche y, muchas veces, acababa saliendo a cubierta a entrenar hasta caer del cansancio para poder volver a dormir. ¿Eso es sano? No. ¿Ella lo sabía? Claramente, pero no sabía qué más hacer.

Viendo venir la noche que le esperaba decidió salir a tomar el aire en vez de pasarse una hora dando vueltas en la cama para nada. Cogió unas cerillas y unas velas y salió al pasillo, por el que andó lo más silenciosa que pudo hasta salir a cubierta, pero no estaba sola. Aquella noche Killer era el encargado de vigilar el barco en caso de que los atacasen. En cuanto la vió desde el puesto de vigía se aseguró de que no había ningún peligro a la vista y bajó para hacerle compañía. Al fin y al cabo, aburrirse en el turno de noche es lo más normal y es muy difícil no dormirse.

-Cada vez duermes menos Hécate -dijo el rubio preocupado en cuanto llegó a su lado.

-No es como si no quisiera, pero no esperes que esté horas en la cama intentando recobrar el sueño si puedo entrenar -dijo ella colocando las velas en el suelo para, seguidamente, encenderlas con las cerillas.

Killer se sentó a un par de metros de distancia para observar a la morena. Ella cerró los ojos y respiró hondo un par de veces. Deslizo su pie izquierdo hasta tener las piernas separadas y dobló ligeramente las rodillas, sus brazos pasar de estar a sus lados a hacer un círculo en el aire, lo que hizo que el fuego fluyera de las velas a sus manos. Poco a poco se fue moviendo y, mientras movía las manos el fuego las seguía allí donde fueran.

-No creo que haya entendido muy bien lo que eres. -dijo Killer no muy alto para molestarla lo mínimo

-¿A qué te refieres? -preguntó ella sin dejar de concentrarse, sin dejar de moverse.

-Eres capaz de sanar a la gente, pero también tienes el poder de unas 4 logia. ¿Cómo es eso posible?

-No es así como funciona. Los brujos tenemos una habilidad especial, en mi caso el control de los 5 elementos.

-¿5? Que yo sepa son 4. ¿He vivido engañado toda mi vida? -pregunta haciendo reir a la bruja ligeramente.

-De donde yo vengo los elementos son 5: aire, agua, fuego, tierra y espíritu. Y no tengo los poderes de un usuario logia. Ellos son el elemento, yo solo lo controlo.

-¿Entonces lo del tema de curar?

-Sí, soy capaz de curar ciertas heridas, pero no las peores o las mortales. Eso solo lo pueden hacer brujos con un gran don para de sanación y después de años de práctica.

-Entonces podría decirse que tú solo puedes curar heridas menores y que tienes que ayudar a Heat a que practique para que no nos muramos. -dijo Killer entendiendo un poco mejor el punto

-Sí, podría decirse -Respondió Héctae, que en ningún momento dejó de moverse

-¿Y puedes hacer algo más? -preguntó mientras no quitaba los ojos de ella

Una lucha constante (Eustass Kid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora