Capítulo 14

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Narra Hécate:

Llevábamos una semana y media sin tocar tierra, y la pelea con los marines fue hace 5 días, por lo que al llegar a la siguiente isla toda la tripulación estaba pensando en destruir el pobre pueblo en el que desembarcásemos. En tal caso yo me quedaría en el barco con Alaric y Toshio, los más reacios a matar a gente por diversión. Lo que no esperábamos era que el pueblo estuviera completamente vacío. 

Bajé del barco para investigar, así que ahora estoy a solas con Killer en mitad de la calle principal buscando...no sé, ¿algo? No sé ni lo que hago aquí la verdad, pero este lugar me da mala espina.

Entro a una casa en la que se habían dejado la puerta abierta mientras Killer sigue mirando por el mercado. Es como si de repente todo el mundo hubiese desaparecido. Entro en lo que parece ser el salón y me encuentro cuatro platos de comida a medio comer. No están tan fríos como deberían. Es como si hubiesen pasado dos horas desde que los han hecho. Lo más probable es que, nada más ver en el horizonte un barco pirata conocido por llevar muerte y destrucción allá donde va, todos los aldeanos hayan huído a un lugar seguro.

Sigo investigando la casa hasta que entro a una habitación más grande que las demás. Hay una cama de matrimonio con un par de mesitas de noche a cada lado y un armario en la pared contraria.

Me acerco a la mesita de noche y veo una foto enmarcada de una pareja y dos niños idénticos de unos 7 años, todos sonriendo. La vuelvo a dejar en su suelto y cojo una extraña llave que había al lado de la foto. Tiene un extraño dibujo de una puerta grabado en ella y, como me da bastante curiosidad saber para qué sirve me la guardo en el bolsillo.

Justo cuando me dirijo al armario para seguir investigando (no para coger ropa, para nada) me tropiezo un una alfombra mal puesta, pero no me caigo. Al girarme me fijo en ella. Es de un color granate y bastante grande. Por como está el suelo al rededor suya parece que no se suele mover, hasta hace poco, así que muevo todavía más la alfombra y me encuentro con una pequeña trampilla. Este sitio no deja de asombrarme.

Abro la trampilla y veo unas escaleras que bajan dos metros. Saco una de las guadañas del cinturón y poco a poco bajo por las escaleras. Sí, se lo que pensáis, en las historias de terror soy la primera a la que matan por investigar demasiado. Soy curiosa, ¿qué queréis que haga? Además, imaginad que hay un cofre con un tesoro ahí abajo. ¿No se supone que los piratas buscan esas cosas?

Voy por la mitad de las escaleras cuando puedo ver perfectamente qué hay ahí abajo y, para ser sinceros, no me sorprende tanto como debería. Es una habitación pequeña con una gran puerta de metal al fondo y, justo delante de ésta, está la familia que aparecía en la foto. Los dos niños abrazados a la madre, que está agachada en el suelo y detrás de su marido, que me apunta con una pistola, aunque no da la impresión de estar acostumbrado a coger una.

-Suelta el arma pirata, o te meto una bala entre las cejas- dice intentando sonar intimidante, pero se nota en su tono de voz que está muerto de miedo.

-Tranquilo- digo mientras guardo mi guadaña en el cinturón y levanto las manos- No voy a hacer nada, ni tú tampoco, si tienes el seguro de la pistola puesto -Me mira interrogante, pero al segundo muestra una cara de puro terror.

-Por favor, no le hagas daño a mi familia, si vas a matar a alguien mátame a mí. -dice suplicante mientras baja el arma.

No estoy acostumbrada a que me miren con miedo. Soy una mujer de metro sesenta que, por lo que dice la gente, tengo cara amigable. Odio que me miren con tanto miedo, pero estando en una tripulación pirata es lo que hay.

-Esa puerta, lleva a un refugio ¿no? -pregunto y, rápidamente los cuatro asienten. 

Me fijo más detalladamente en la puerta. Es completamente de metal, con una cerradura bastante extraña. Esta puerta yo la he visto antes...

-¿Se abre con la llave de la mesita? -ellos no me responden, supongo que temerosos por lo que podría hacer. Probablemente piensen que entraría para matar a todo el pueblo. Lentamente cojo la llave que me he metido en el bolsillo y se la lanzo al padre. -No hagáis ni un solo ruido, mis nakamas matarán a todo el que se encuentren. El log pose tardará un par de horas en cargarse.

Me giro para volver a subir las escaleras cuando oigo la puerta abrirse y un 'gracias' muy bajito. Para cuando me giro la familia ya se ha ido y han cerrado la puerta. Termino de subir las escaleras, cierro la trampilla y pongo la alfombra encima para, seguidamente, salir de aquella habitación, pero me choco con algo, mejor dicho, con alguien.

-¿No has encontrado a nadie ahí verdad? -me pregunta Killer sospechando.

-Nope -respondo yo intentando que no se note que estoy mintiendo.

-Entonces, no hay una trampilla en todas las habitaciones de todas las casas de esta ciudad que lleva a un refugio ¿verdad? -me mira mientra yo no puedo esconder mi asombro. La que se va a liar...- Entonces tendremos que volver al barco con la comida y el dinero que encontremos y rezar que eso calme al capitán.

Se gira y sale de la casa conmigo detrás casi sin poder esconder una sonrisa. No sé si Killer no dirá nada por salvarme el culo a mi, a la gente del pueblo, o la táctica del refugio secreto le ha gustado tanto que ha decidido dejarlos en paz. Solo espero no estar en problemas.

Killer vuelve al barco rápidamente para avisar a todos de que cojamos todo lo que encontremos mientras yo sigo dando vueltas por el pueblo.

Me acerco a la plaza central y veo una pared llena de carteles de Se Busca. Me acerco por curiosidad cuando, de repente veo uno que hace que mi alma salga de mi cuerpo.

Only Alive

Beskytter D. Hécate

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Una lucha constante (Eustass Kid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora