Capítulo 4

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Narra Hécate:

Ha pasado ya la semana. Se supone que en unas horas los piratas de Kid se embarcarán en el siguiente viaje y, durante esta semana, a cada lado que iba había alguien de su tripulación siguiéndome. ¡QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE POR QUÉ!

Vale, me ha quedado claro, quiere que me una a él. Pero no es normal que tenga a un pirata pegado a mi 24/7. No sé si quiere asegurarse de que soy fuerte o que no soy un peligro para su tripulación, o las dos. ¡PERO ESO DA IGUAL! ¡NO TIENE DERECHO ALGUNO A SEGUIRME!

En fin, yo tengo que seguir con mi vida. Sigo andando por el mercado comprando comida mientras, en este caso, Heat me sigue de cerca.

Hay veces que puedo hablar con el pirata que me "toque". Kid no me habla, solo me vigila y suele espantar a la gente; Heat y Wire sí que me dan más conversación, aunque tengo que empezarla y les cuesta hablar; con Killer en cambio sí que hablo bastante, me recuerda a mi hermano mayor, pero eso es otra historia.

Mientras miro las verduras oigo gritos lejanos que poco a poco se acercan.

-¡MARINES! ¡SE ACERCAN MARINES DE LA CAPITAL! -dice un aldeano antes de subirse a un banco y seguir con lo que decía - HAN ENVIADO UN MENSAJERO. QUIEREN QUE ENTREGUEMOS A LOS QUE ASESINARON A LOS SOLDADOS LA SEMANA PASADA.

Esas palabras dejaron a todos los aldeanos murmurando mientras yo solo pensaba en una cosa

MIERDA.

Me aseguro de que Heat esté distraído antes de salir corriendo a la tienda de armas para avisar a Alaric. No pueden encontrarme, tendría que volver allí.

Narra Toshio:

Correr, esquivar y seguir corriendo. Eso es lo que hago. Vienen a buscarla y tengo que asegurarme de que huya.

Tengo a Wire pegado a mis talones cuando entro en la tienda de armas y veo a Killer y Kid pagándole a Alaric, que me mira extrañado

-Toshio, ¿qué ha pasado?

-Tenemos que irnos, YA. Hécate tiene que haberlo escuchado. Recogemos nuestras cosas, robamos un barco y nos vamos. -ahora me miran los tres extrañados mientras Wire recobra el aliento- No tenemos tiempo. Unos marines van a llegar al pueblo, buscan a las causantes del incidente de la semana pasada. No podemos dejar que la descubran, eso la llevaría a algo peor que la cárcel.

Para cuando terminé los piratas me miraban extrañados y Alaric tenía el pánico en su cara. Rápidamente saltó el mostrador cuando Hécate entra en la tienda.

-Chicos, ¿habéis oído? Tenemos que irnos.

En cuanto dice eso salimos corriendo a casa dejando a unos piratas confundidos en la tienda.

Atravesamos el bosque y llegamos a nuestro hogar. Una casa de madera no muy grande, lo suficiente para tener una cocina pequeña, dos habitaciones y un saloncito.

-Coged lo necesario: dinero y ropa. Hay que irse cuanto antes. -digo recogiendo mis utensilios de doctor y metiéndolos junto a las medicinas en una mochila.

Veo a Hécate recoger su ropa, algunos libros y los frascos con las plantas que utiliza para sus extrañas pociones y a Alaric meter ropa en una bolsa y en otra mucho más grande cuchillos, pistolas y munición de todo tipo.

Tengo que protegerlos, no pueden volver, y menos ella.

Narra Hécate:

Ya he metido toda la ropa que podía en una mochila bastante grande y en otra todavía más grande todos los libros e ingredientes que suelo usar cuando Alaric me dice que es hora de irnos. Cojo a Salem, mi familiar, en brazos y salgo de la casa. Sí, familiar, soy una bruja, una larga historia, básicamente mi familia está formada por muchos brujos. No me gusta usar mi don porque esta magia proviene únicamente de mi isla de nacimiento, de la que huí. Así que, como no me apetece mucho volver, mejor no dar pistas a esa gente para que me encuentre.

En fin, una vez fuera de la casa Toshio prende una mecha y la quema. Me duele ver lo que una vez fue mi hogar envuelto en llamas. Pero nadie puede saber que estuvimos aquí, y no hay árboles demasiado cerca, así que dudo que el bosque se incendie.

-Chicos, tenemos que irnos rápido -dice Toshio mientras le da sus bolsas a Alaric- me transformaré para ir más rápido.

Para cuando me he dado cuenta Toshio ya no es el humano que suelo ver, sino un lobo gigante de pelaje totalmente blanco y ojos amarillos. Toshio se agacha para que Alaric suba, que agarra a Salem y lo sube para luego extender la mano y subir yo.

-Es hora de irnos Hécate.

Me subo delante de Alaric, aseguramos las bolsas en el lomo de Toshio y éste emprende el viaje cruzando el bosque.

Para cuando hemos llegado al pueblo solo se pueden ver las calles vacías y gritos lejanos. Toshio sigue llevándonos por las calles metiéndonos a veces por callejones para evitar algún que otro marine. Y no tenemos problema hasta que llegamos a la calle principal.

Está casi vacía y se pueden ver las cabezas de algún que otro valiente asomados a las ventanas para ver qué ocurre. Pero justo en el centro se pueden distinguir dos figuras: la de un capitán de la marina y la de un arrodillado Eustass Kid.

¿Qué demonios está pasando? ¿Qué hace el orgulloso Kid arrodillado frente a un marine? No, no está arrodillado voluntariamente.. Está ¿esposado? Y parece débil. ¿Qué demonios le han hecho?

-Hécate, no vamos a ayudarle, tenemos que irnos -dice Toshio conociéndome lo suficientemente bien como para saber lo que quiero hacer.

-Ha sido muy amable con nosotros aunque haya mandado que nos siguieran. No me puedo quedar de brazos cruzados. Además, ése es el único camino hacia el puerto.

-Esto no va a acabar bien, pero no tenemos más remedio. Recogemos al pelirrojo y nos vamos ¿vale? Sin pelear -dice Toshio mientras da unos pasos para atrás para coger carrerilla.

-A por ello.

Una lucha constante (Eustass Kid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora