40. Demasiado pedir

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Esto no lo esperaba. No esperaba que sus amigos empezaran a perdonar a Taylor tan rápido. A Nash y a Hayes. Ahí estaban, haciendo lo que siempre hacían en los cumpleaños que caían en semana y día de escuela. Estaban todos muy emocionados, hace mucho tiempo que ni Aaron, Alan, Jacob, Shawn o Brent festejaban a uno de los chicos en la escuela, puesto que Nash había sido en vacaciones y Louise no había asistido. Las chicas parecían también bastante felices. Demasiado. Menos por una persona: Becka. Becka se comía las uñas de los nervios. Y Louise entendía por qué. Porque las cosas entre Caniff y ella no estaban del todo bien. Aún había tensión, había algo, una piedra, un muro, tal vez un laberinto de sentimientos que los tenía atrapados a ambos y aunque Becka siempre intentara evadir el problema, estaría allí, hasta que la rubicastaroja fuera capaz de enfrentarlo.

Y cuando terminaron, la peleonera, la chica ruda, tenía los ojos algo rojos. Se notaba que quería llorar, pero estaba intentando evitarlo a toda costa. Louise suspiró. Sintió la mano de Jai sobre su hombro. Levantó su vista y lo vio, él le dedico una dulce sonrisa y le tomó la mano.

-Debe ser duro para Becka.

Ella sólo pudo sentir. Le parecía increíble...increíble que llevará un mes con él. Qué hacía un mes había llorado por otro chico. Que desde hacía un mes, sus sentimientos seguían ahí, dentro de ella y cada día crecían más y más.

-¿Sabes? Todos creían que Beau y ella...tendrían algo. Pero sólo fue por un rato. Mi hermano se decepcionó y frustró mucho porque Becka realmente le gustaba, le quería. Pero dijo que ella un día no pudo más. Dijo que no podía verlo de esa manera como él la veía. Que había un sentimiento que le oprimía duramente el pecho y era por alguien más.

-Taylor.

-Sí. Al principio no supimos bien quien, pero luego...en el baile. Él no quería separarse de Becka y bueno, eso rompió más a Beau.

Apretó la mano de Jai. Comenzó a latirle el corazón fuertemente. Es que, ¿sería la segunda en lastimar a un Brooks? ¿De decirle que tampoco podía corresponderle de esa manera? ¿Qué Matt seguía ocupando sus pensamientos? ¿Qué cada día el sentimiento se volvía más fuerte?

-Sí. Que difícil. -fue lo único que se le ocurrió decir.

Y cuando Taylor entró, Becka se echó a correr. Sin resistir más a esa tensión que la tomaba prisionera. Pero Taylor se dio cuenta, su sonrisa se borró y las voces de perdían en el vacio mientras perseguía a la chica que tanto quería. A su mejor amiga de la infancia, su Becka. Su todo.

-¡No, espera!

Louise estaba espantada. Ella sabía, sabía que Taylor le iba a pedir a Becka que fuera su novia. Por su cumpleaños, los buenos tiempos y todos esos sentimientos que llevaban mucho tiempo consumiéndole.

Por eso, soltó la mano de Jai y fue detrás de ellos, sabía que no era para nada correcto espiar, pero no iba a dejarlo solo, tenía que apoyar al primero de los Honnos que le había confiado algo tan grande, que había recapacitado sobre todo los errores que cometía día con día.

Frenó en seco cuando vio que Taylor alcanzó a tomarla de un brazo, algo brusco, pero tenía que ser ágil o la chica seguiría corriendo. La hizo mirarle a la cara. Louise llevó sus manos a su boca para evitar soltar un pequeño grito. Becka estaba bañada en lágrimas. Y últimamente se había estado poniendo algo de máscara en las pestañas, pues las tenía algo corridas. No demasiado pero sí lo suficiente para notarlo aunque fuese muy poco. Ambos tenían las respiraciones agitadas.

-Hola Lou, ¿qué haces...? -ella abrió los ojos y jaló el brazo de Matt haciéndolo sentar a un lado suyo y tapó la boca del chico con su mano.

-Shhh... -susurró indicándole con la cabeza que había algo muy importante. Matt asintió. Louise retiró la mano de su boca y luego se volvió hacia donde Taylor y su amiga.

-Es que no puedo, entiéndeme. Te he puesto todas mis barreras, yo no quiero enamorarme Taylor. Sabes que si lo hago, no podré. No todo el mundo es fuerte siempre. Todos podemos...ser débiles alguna vez...

Ella seguía derramando lágrimas por su cara mientras las de él amenazaban con salir.

-¡Es que no lo entiendes! Todo esto es real, ¡es verdad, real! Yo, te quiero. Te quiero de vuelta conmigo como todos esos años y ya sé que me equivoqué. Sé que soy idiota y me comporté como un vil pedazo de mierda.

-Tú eres el problema, Taylor. -Becka se soltó del agarré del chico para empezar a jalar su cabello desesperada.

-¿Qué? Pero... -su voz se cortaba.

Louise tenía un nudo en la garganta. Quería ayudar pero tal vez estropearía todo. Todo. Y sintió que una mano de posaba en la suya y la acariciaba desprendiendo en ella un sentimiento increíblemente cálido. Era Matt. Matt quien estaba ahí y sus manos eran tan suaves, grandes a comparación de las suyas y la reconfortaban.

-¡Tú eres el maldito problema! ¡Tú me pones mal! ¡Me pones débil! Me haces mal...

-¡Pero yo no quiero dañarte!

-¡Pues lo haces! De una manera indirecta, tu mirada me hace vulnerable. Me lastimas.

-¡He dicho que no quiero lastimarte! Te amo.

El corazón de Louise paró. Su espalda sintió recorrer un escalofrío. Taylor hablaba en serio, la amaba. La amaba de verdad para poder decirlo tan pronto porque ese sentimiento llevaba mucho tiempo guardado dentro de él y era momento de que saliera. Apretó más la mano de Matt y pudo darse cuenta que era otra sensación la que emanaban las manos de él que las de Jai. Nuevamente sintió vergüenza de fuera así. Jai no merecía nada de eso. Jai Brooks era alguien incomparable.

Becka estaba estática.

-Di algo... -le pidió Tay mientras su voz se rompía.

Por unos segundos nada pasó. Hasta que ella se acercó y lentamente juntó sus labios con los de Caniff.

-Woah. Ellos dos realmente se quieren.

Louise se giró a ver a Matt y cuando miró esos ojos tan dulces, tan brillantes. Esa sonrisa algo pícara y sumamente llena de vida. Pensó en el beso. Ella se moría por volver a sentir esos labios junto a los suyos...pero no sería así. Y entonces fue Matt quien empezó a acercarse a sus labios. ¿La besaría? ¿Por fin? ¿La quería? Pero todo se fue a la mierda.

-¿Matt?

La voz de Maddie se presentaba destruyendo esa pequeña esperanza.

-Shhh... -mencionó Matt algo nervioso volviéndose hacia la susodicha.

-¿Qué?

Ambos señalaron a Taylor que aun besaba con intensidad a la chica. Y también las ilusiones volvieron a romperse, porque cuando ambos se separaron, una sonrisa apareció en el chico bandana. En cambio en la chica ruda, su semblante se entristeció y volvió a huir.

Pero esta vez, Taylor no fue tras ella, sino que se derrumbó en el suelo cubierto de lágrimas.

-Algún día dirás que estaremos juntos. Me dirás que es lo mejor. ¿Por qué te vas? Te quiero aquí...no quiero seguir imaginando solo el momento. ¿Eso de demasiado pedir? ¿Por qué nunca te digo las cosas bien? Un te amo, no ha sido suficiente.

Taylor se puso de pie. Gritó frustrado, pateo un casillero. Y luego se marchó.

Y cuando ya no sintió la mano de Matt rozando la suya se volvió hacia él. Pero Matt ya no estaba ahí junto a ella, sino que estaba besando a su "novia". Louise también deseo lo que Taylor. Quería a Matt junto de ella, tampoco quería solo imaginar que tal vez algún día le correspondería. Aparentemente nunca iba a dejar de gustarle y estaba cayendo tanto que le dolía. Y dolía demasiado. ¿Era demasiado pedir que pasara algo maravilloso donde Matt la quisiera?

Y sin que Lou supiera. Matt estaba pensando lo mismo.

❝F.E.A.❞ |matthew espinosa| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora