No sabía que Sue podía gritar tanto hasta que ella comenzó con nosotros. Cada vez que ella se quedaba sin cosas para lanzarnos regresaba al principio y volvía a gritar más fuerte.
Abandonar el trabajo, la escuela, las responsabilidades, irse de casa, participar en una guerra, estar del lado de los vampiros, dejar la manada de Sam y su protección.
Ella tenía una larga lista para los tres (porque yo estaba incluido en el paquete de regaños) y se aseguró de tomar un pedazo de todos sin que tuviéramos la oportunidad de defendernos. Ella estaba agitando los brazos como una gallina sin cabeza y pudo haber despertado la curiosidad de seis casas a la redonda, no es que le importara claro.
Fue solo después de una hora que se quedó sin aliento y sin cosas que decir, al parecer recordando que aún no nos escuchaba se puso las manos en las caderas con el rostro rojo y el pecho que subía y bajaba. Hizo un movimiento con la mano para que sus hijos comenzaran, pero los desgraciados como si de repente se acordaran que yo era el Alfa me dejaron el privilegio de hablar por los tres.
Malditos.
—Fue culpa mía—Fue lo primero que dije, siendo sincero con ella desde el principio porque no sabía si debería mentirle más tarde—ellos no debieron estar involucrados en esa batalla para empezar, las cosas no solo se salieron de control, sino que también escaparon de mi poder. Me disculpo oficialmente, como el Alfa y responsable de ellos como lobos por haberlos apartado de ti de esa manera sin explicarte que era lo que pasaba o pedirles que te llamaran—Me puse de pie, alejándome del sofá con tapetes bordados para poder adoptar una posición firme ante ella mostrando que estaba dispuesto a tomar lo que ella tuviera que decirme.
—En defensa de Jacob como mi amigo y mi Alfa—Leah interrumpió luego de aclararse la garganta y mirarme por permiso para hablar, ella nunca hacia eso, pero parecía estar siguiendo un código ahora para que su madre mirara la interacción que debería existir siempre entre nosotros—Jacob fue el único en esas reuniones de manada con sentido común para hacer lo correcto, Sam estaba dando unas ordenes de origen cuestionable—Seth estuvo de acuerdo sin palabras, el chiquillo no parecía dispuesto a dar respuestas verbales en el corto plazo.
—Sam pensó que era lo correcto, pero ninguno quería seguir ese camino. Lamentablemente mi decisión pudo verse influenciada por una cuestión del corazón—Leah había hecho una mueca, ella parecía tener un pensamiento bastante intenso sobre esa situación, pero lo guardo para si misma. —Tus hijos han sido lo mejor que me ha pasado los últimos meses—Confesé—Han estado allí como mi manada, una manada que no sabia que necesitaba—Seth parecía positivamente orgásmico con los halagos, lo que era desagradable y Leah estaba un poco avergonzada y molesta por mi cursilería.
—¿Realmente son tu manada? —Pregunto Sue mirando de mi a sus hijos. Hubo una afirmación de parte de Leah y lo siguiente que supimos era que Sue se deslizaba a un sofá individual con un largo y agotador suspiro de alivio, su mano subió hacia su frente y de su pecho escapo un gemido pequeño. —Estoy tan aliviada por eso—Ella confeso luego de tomarse un momento—Siempre creí que Sam era demasiado agotador para ellos, que estaba llevándolos demasiado rápido—Dijo levantando sus ojos para observar a sus dos hijos y a mí—No me mal intérpretes, Sam es un buen Alfa, pero creo que él empieza a creer que mientras más grande y numerosa sea la manada menos probabilidades hay de que le arrebaten la reserva—Sue explico—Hay chicos demasiado jóvenes que fueron sacados de sus casas y llevados a esa pelea, yo había estado tan preocupada por mis dos niños—Un golpe en el estómago hubiera dolido menos.
Yo no había cuidado de ellos del todo, más como si ellos me hubieran cuidado a veces, era cierto que los regañe a menudo, los organice, los trate como mi paquete y fui un Alfa medio decente, pero cerca del final yo no había pensado en nadie más que en mí, en el dolor y la manera más rápida de aliviarlo.
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No puedo perderte (EdwardxJacob)
FanfictionEdward la eligió a ella, peleó por ella y tuvo una hija a su lado. Edward no sabía cuanto Jacob lo amaba. No hubo una imprimación mágica que lo salvará porque Jacob ya tenía una imprimación por la cual morir. En la guerra, cuando esos monstruos inte...