Especial de Charlie 1.
Es tarde cuando finalmente me estrello en casa. Hay mucho que hacer en la comisaria últimamente (el papeleo de un par de borrachos que iniciaron una pelea en un bar y todo se descontrolo cuando descubrimos que uno de ellos tenía un cuchillo con él), las cosas están tensas después del arresto por lo que soy el último en salir tarde en la noche y el primero en entrar temprano por la mañana.
A eso solo se suma que Bella no ha llamado desde que se fue.
—Serán un par de días, unas semanas como mucho—Dijo ella antes de irse, algo sobre visitar a Jacob con toda la familia.
En ese momento sonaba muy sensato, incluso lo había alentado, pero ahora...
Afuera en la ventana es uno de los raros días de sol en Forks. El sol brilla entre las nubes, las hojas de los árboles parecen un poco más verdes que antes y si presto atención tal vez escuche el canto de uno o dos pájaros. Es en teoría una mañana perfecta.
Entonces ¿Por qué me falta la respiración?, ¿Por qué mi garganta duele como si hubiera pasado la noche gritando?, ¿Por qué parece como si alguien hubiera roto un bate de beisbol contra mi cabeza?
Mis acciones después de enderezarme en la cama surgen como parpadeos de una televisión descompuesta que prende y apaga constantemente dejando que la película avance a otra escena con cada parpadeo, es un sentimiento molesto que me deja perdido sobre la secuencia en el medio y mareado con dolor de cabeza. Parpadeo y estoy en la ducha, parpadeo y me estoy poniendo el uniforme, parpadeo y el desayuno está listo.
La comida es insípida en mi lengua, la textura de los huevos demasiado rugosa. El café es lo único que tiene sabor y ese es plástico derretido con azúcar. Ya comienzo a sentir que voy a volverme loco.
Cuando el brazo izquierdo comienza a dolerme es que me doy cuenta de que estoy sudando, mareado y oh... esto es malo.
Parpadeo y estoy en el suelo, parpadeo y mis ojos se quedan cerrados.
Despierto gritando.
Hormigas suben y bajan dentro de mi piel, entre los músculos de mis brazos, piernas y pecho. Todo está entumecido y arde. Mis ojos están nublados, pero fuera de la ventana es de noche.
El dolor, aunque una preocupación razonable, no es lo que me deja sin aliento. El dolor (¿Posible infarto?), dios mío, es casi la cuarta cosa en mi lista de prioridades.
—Bella—El nombre apenas abandona mis labios. Es algo ronco, desagradable, toxico y dañino que se aferra a mis pulmones y anida detrás de mi garganta como un hongo.
Existe en mi memoria una historia vieja que es amarga, dolorosa, pero real. Existen palabras contadas dentro de espacios vacíos que hasta ahora no sabía que estaban allí. Hay recuerdos, cientos de ellos todos diferentes en tonalidades multicolores agrupados en experiencias vividas que no recuerdo haber olvidado, pero al mismo tiempo sé con certeza que he vivido años sin ellos.
Abro los ojos mirando por la ventana como si afuera existieran las respuestas, pero no tengo en mi el corazón para buscarlas. Se siente como despertar de una pesadilla solo para descubrir que todo era real. Hay telarañas en mi mente, nudos hechos a la fuerza que se han soltado, un escudo roto que era tan denso que era imposible saber si lo que contenía era un recuerdo con muchas capas o toda una vida.
Abro los ojos después de lo que se sienten como 16 años y por primera vez sé quién soy.
También sé con la misma certeza desagradable que mi hija está muerta.
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No puedo perderte (EdwardxJacob)
Fiksi PenggemarEdward la eligió a ella, peleó por ella y tuvo una hija a su lado. Edward no sabía cuanto Jacob lo amaba. No hubo una imprimación mágica que lo salvará porque Jacob ya tenía una imprimación por la cual morir. En la guerra, cuando esos monstruos inte...