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Bokuto despertaba ante el sonido molestoso de la alarma. Era el primer día de su segundo año. Se levantó de un brinco de su cama y fue en dirección al cuarto de baño a darse una ducha. Luego de esta, se vistió con su uniforme y secó su cabello, para posteriormente aplicar su gel, peinándose. Su madre lo llamó desde la cocina, indicando que el desayuno estaba listo. Bajó con rapidez las escaleras con su bolso colgado en su hombro.

—Oh, que aplicado —comentó la mujer al ver a su hijo listo para ir a clases.

—Estoy muy emocionado —confesó, soltando una risa genuina mientras se sentaba en el comedor, dándole un sorbo a su vaso con jugo de naranja.

—Así parece.

La mujer también se sentó junto él.

Tomaron desayuno mientras escuchaban las noticias en el televisor.

—Oh, Kotaro, necesito pedirte un favor —comenzó su madre.

—¿Qué es?

—Hay un chico que se llama Akaashi Keiji, es nuevo y necesito que seas amigo de él.

Bokuto elevó ambas cejas, un tanto sorprendido ante su peculiar petición. No dudó mucho y asintió con su cabeza sin problemas, sin cuestionárselo mucho. Su madre era maestra en aquella academia, por eso es que sabía de la llegada de aquel estudiante.

—Necesita de un amigo, así que creo que eres la persona indicada para eso —continuó hablando mientras se levantaba de la silla, recogiendo los platos y vasos para así llevarlos en dirección a la cocina.

—¡Daré lo mejor de mí! —exclamó el chico llevando su mano derecha hacia su corazón, como si hiciese un juramento.

La mujer no pudo evitar soltar una carcajada ante su emoción. Adoraba a su hijo y siempre le hacía reír. Era alguien muy alegre y carismático.

—Ya vámonos, se nos hace tarde.

...

Bokuto entró al salón, observando y buscando con la mirada al chico nuevo del que su madre le había hablado, aunque fue en vano ya que no sabía cómo lucía. Se golpeó su frente al no haber preguntado. Suponía que iba a presentarse luego. Se sentó en su pupitre, y en seguida llegaron sus compañeros de siempre, haciéndole preguntas de cómo habían estado sus vacaciones y si es que había seguido practicado, porque sí, ellos pertenecían al club de voleibol.

Luego de un intercambio de palabras, sonó la campana, que daba inicio al primer bloque del día. Sus compañeros fueron a sentarse a sus respectivos asientos, pero Bokuto seguía buscando con la mirada a 'Akaashi'. Resultaba que aún no había entrado.

Entró el maestro de biología junto a un muchacho de cabellos negros y ojos hermosos ojos azules, además de una estatura que no pasaba desapercibida. «Así que este es Akaashi, ¿no?» se dijo a sí mismo Bokuto.

—Buenos días a todos y todas. Espero que hayan disfrutado de sus vacaciones —hizo una pequeña pausa para llevar su mano hacia el hombro del estudiante—. Tenemos un nuevo compañero en el salón, así que te voy a pedir que te presentes.

El chico de ojos azules comenzó a jugar con sus dedos, nervioso. Tomó una gran bocanada de aire.

—Soy Akaashi. Akaashi Keiji —dijo sin más, comenzando a jugar con sus manos ante el nerviosismo de estar al frente.

—Muy bien, Akaashi. Puedes sentarte allí —señaló con su dedo el asiento vacío.

No dijo nada más y fue a sentarse. El maestro comenzó a hablar e interactuar con los estudiantes. Aún no tenía ganas de comenzar con la materia, pero debía hacerlo de todas maneras.

—Este año vamos a comenzar a estudiar todo lo que es el ADN.

Bokuto soltó un suspiro. Mientras escribía las cosas que estaban en el pizarrón y algunas que dictaba su profesor miraba al chico nuevo, quien parecía muy inteligente a sus ojos. Comenzó a pensar en cuál sería una buena manera de acercarse, pero en ese momento no se le ocurría nada.

—Vamos a hacer muchos proyectos este año, por lo que necesito que comiencen desde hoy a buscar una pareja para hacerlo —comentó el maestro—. Es más que nada para que se ayuden ya que la materia es algo compleja, y sé que entre ustedes se ayudan y se explican mejor.

Bokuto estaba agradecido.

—Hey, Bokuto. ¿Hacemos pareja para los proyectos? —preguntó Konoha, acercándose con su pupitre y silla a Bokuto.

—Oh, esta vez no —respondió mirando al chico pelinegro. Konoha frunció sus labios.

—¿Vas a ser con el chico nuevo? —preguntó sosteniendo su cabeza con su mano, apoyándose en la mesa.

—Sí.

Se levantó de la silla viendo como todos hacían lo mismo para buscar pareja, y con paso seguro se colocó frente al chico. Cuando este levantó su mirada de la libreta, Bokuto sintió un leve ardor en sus mejillas. «Tiene unos ojos hermosos» pensó.

—Ho... ¡Hola, Akaashi! Soy Bokuto. ¿Quieres que seamos pareja para los proyectos? —preguntó señalando el pizarrón, en donde estaban anotados en una esquina.

Akaashi miró al chico, quien le pareció un poco ruidoso de principio. Se quedó pensativo unos segundos sin poner ninguna expresión facial. Bokuto pudo sentir la incomodidad en el ambiente ante su silencio.

—¿Por qué?

—¿Ah? ¿A qué te refieres? —preguntó Bokuto confundido.

—¿Por qué quieres ser conmigo teniendo a tus compañeros? —respondió con una pregunta, mirando directamente a los ambarinos.

—¡Quiero que seamos amigos! —contestó con una amplia sonrisa—. ¿Qué dices? ¿Quieres que seamos compañeros de proyectos?

Akaashi nuevamente se quedó pensativo.

—Uhm... no.

Aquello se sintió como si le hubiesen clavado una flecha en su corazón.

—¿N... no? —repitió sus palabras—. ¿Entonces con quien vas a ser?

—Lo haré solo.

—¡No puedes hacerlo solo! Es aburrido. Además sensei dijo que debíamos hacer parejas.

Akaashi estaba comenzando a molestarse de tener que lidiar con el desconocido, quien tenía un extraño interés en él. Suponía que si le decía que sí iba a dejar de molestarlo, pero obviamente tendrían que hablarse más seguido por las clases.

—¿Ustedes son pareja? —preguntó el maestro acercándose a los estudiantes que hablaban.

Akaashi nuevamente comenzó a ponerse nervioso ante el silencio incómodo que se había creado, todo por no responder en seguida.

—Eso le estoy preguntando —respondió Bokuto sonriente—. ¿Qué me dices, Akaashi?

El nombrado suspiró con levedad.

—Supongo... que sí...

—¡Bien! —Bokuto miró a su maestro—. Seremos compañeros de proyecto.

Akaashi no sabía en qué se había metido. Lo que más le resultaba extraño era él. ¿Por qué se interesaba en él y de una manera tan entusiasta? No le gustaba eso, en lo absoluto.

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Distante | BokuAka [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora