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.Bokuto caminaba de vuelta a su casa luego de la fallida salida junto Akaashi. Tenía sus manos en sus bolsillos mientras abultaba sus labios en una mueca. ¿Por qué era tan difícil relacionarse con él? Tampoco sabía con quien había hablado aquella tarde después de clases. Necesitaba que su madre respondiera esas preguntas y le hablara sobre él.
Cuando llegó a casa, se quedó en el sofá descansando. No tenía mucho que hacer. Realmente quería que los clubes comenzaran de una buena vez, quería jugar voleibol.
Al final subió las escaleras y fue a su habitación para cambiarse de ropa, y así comenzar a hacer algunos ejercicios para adelantar, aunque no avanzó mucho. Solía ser muy inseguro con sus respuestas ya que la mayoría estaban incorrectas. Soltó un suspiro.
...
—¡Kotaro, ya llegué! —dijo la mujer anunciando su llegada.
Bokuto bajó con rapidez las escaleras. Su madre se sorprendió por la velocidad a lo que lo hizo.
—¡Mamá, necesito que me respondas algunas preguntas! —fue lo primero que dijo. La mujer soltó un suspiro y dejó su bolso encima de la mesa.
—Compré pizza. Trae los platos y los cubiertos.
...
Ambos estaban comiendo pizza de lo más bien entretanto escuchaban las noticias.
—¿Cómo te fue con Akaashi? —preguntó la mayor.
—¡Muy mal! Me dijo que tenía algo que hacer después de clases, pero no sé a qué exactamente... lo esperé hasta que terminara pero cuando salió no quiso salir conmigo. Así que te quería preguntar si es que sabes qué hace...
—¿No te ha dicho nada? —preguntó nuevamente.
—Nop —su madre suspiro. Suponía que debía decirle.
—Él va a estar yendo al sicólogo durante un tiempo, así que si vas a salir con él vas a tener que esperarlo. Lo siento por no haberte dicho antes.
Bokuto se quedó algo sorprendido. No tenía la menor idea.
—Oh.
—Como ya viste tiene problemas para relacionarse con los demás. Ten paciencia con eso, por favor.
—La tendré... sólo quiero saber... por qué es así.
Su madre sonrió con levedad.
—Él ya está siendo tratado, así que espero que sea más abierto a ti. Él ha sufrido mucho, pero no puedo decírtelo. Él necesita hacerlo.
—¿Es muy malo? —preguntó Bokuto dándole un mordisco a su trozo de pizza.
—Sí. Así que tienes que ser sensible con él.
El menor apretó sus labios. Él tenía paciencia, mucha paciencia y era muy bueno, pero... ¿hasta que punto? Todo tenía un límite después de todo. Dio un sorbo a su gaseosa y se levantó del asiento para llevar los platos sucios a la cocina, para así lavarlos.
Realmente esperaba tener algún avance con Akaashi. Si su madre insistía tanto en que fuesen amigos, era porque algo realmente malo le había pasado. Era curioso, quería saberlo para saber como tratarle, no es como si al saberlo lo trataría de otra forma, pero sería distinto...
Al final solo fue a su habitación a dormir.
...
Cuando Bokuto iba camino a la preparatoria, nuevamente se encontró con Akaashi. Aceleró su paso para poder caminar su lado.
—Buenos días, Akaashi —saludó con voz amable y una amplia sonrisa.
El pelinegro le miró unos segundos antes de responder.
—Buenos días, Bokuto-san —saludó de vuelta.
Era algo bueno, le saludaba de vuelta, y claro. Era distante, no mal educado.
—¿Hoy tienes que quedarte hasta tarde también? —preguntó en el mismo tono de voz.
Akaashi asintió con su cabeza.
—Ah... bueno... lo de salir a comer helado sigue en pie si quieres.
El chico de ojos azules miró al más alto pensativo. Bokuto se sintió un poco incómodo ante eso.
—¿'Kaashi?
—¿Cuándo? —preguntó.
A Bokuto se le iluminaron los ojos.
—A...ah, podría ser mañana, ¿te parece? O tienes cosas que hacer.
Akaashi detuvo su caminata un momento antes de entrar al salón.
—¿Puede... ser el viernes? —preguntó con timidez jugando con sus manos.
Bokuto se preguntó porqué tantos días después, pero no iba negarse de todas maneras.
—¡Claro! El viernes estaría bien —asintió con su cabeza con rapidez.
—Entonces... el viernes después de clases... —dijo para confirmar el día y el horario.
—Eh... sí —confirmó.
Akaashi volvió a caminar y fue en dirección a su pupitre. No parecía querer seguir hablando, a lo que sólo se fue a su pupitre a sentarse. Sintió como su su cabello era completamente desordenado de la nada, sobresaltándose en el asiento.
—¡¿Qué haces?! —preguntó llevando sus manos hacia su propio cabello.
Konoha estaba riéndose como nunca al haber arruinado el cabello de su amigo.
—Escuché que vas a salir con Akaashi el viernes —murmuró dejando sus manos en el cabello de Bokuto aún.
—Ah, sí. Es un gran avance... pero... ¡¿por qué mi cabello?! —preguntó nuevamente un poco alterado intentando peinar su cabello como siempre.
—Ni lo intentes, ya se fue el kilo de gel que te pones.
Bokuto gruñó. Siguió intentando peinar su cabello, sin conseguirlo. Estaba todo despeinado. No le gustaba mucho estar así. En ese entonces llegó su madre, o mejor dicho su maestra. La verdad es que a Bokuto le costaba saber como tratarle.
—Buenos días, chicos y chicas. Vamos a comenzar con un nuevo semestre.
La madre de Bokuto era profesora de literatura. Él siempre obtenía buenas calificaciones, pero no era porque era su hijo solamente, siempre solía 'molestarle' en clases, haciéndole muchas preguntas para ver si estaba atento, o también lo ignoraba completamente, no había un punto medio.
—Akaashi, ¿puedes decirme cuál es la relación que pueden tener estas tres palabras con lo que estamos pasando? —preguntó señalando el pizarrón.
"Discurso. Poder. Ideología"
Akaashi miró sus apuntes antes de responder.
—¿Medios de comunicación? —respondió en un tono de pregunta.
—¿Cómo cuales?
—La televisión... el diario... las redes sociales... —respondió.
—¡Muy bien!
Bokuto miró a Akaashi. Él era muy inteligente, no pensó que esa era la respuesta.
—Qué inteligente es Akaashi, ¿no? —dijo Konoha moviendo a Bokuto por los hombros divertido, con un tono de voz especial.
—Oh, sí. Qué bueno que lo tenemos en el grupo de matemáticas.
Bokuto no entendió muy bien la intención de su amigo, y sólo dejó que todo pasara.
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Distante | BokuAka [CANCELADA]
FanfictionAkaashi ha sufrido toda su vida por las relaciones sociales. Ha vivido traumado. Un día llega Bokuto a su vida, haciendo que tuviera una montaña rusa de emociones. Estado: CANCELADA.