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Bokuto entraba al salón de clases. Se le hacía extraño no haberse cruzado en el camino con Akaashi, aunque al sentarse en su puesto pudo ver como el chico entraba detrás de él a sentarse también. Sonrió con amplitud y se acercó a su puesto.

—¡Hola! —saludó como siempre.

Akaashi le miró.

—Hola, Bokuto-san.

—Hoy tenemos matemáticas... ¿has hecho algunos ejercicios? —preguntó Bokuto rascando su cabello mientras abultaba sus labios.

—Ya los hice todos... —respondió en voz baja.

—¡¿Qué?! ¿Todos? —preguntó nuevamente, un tanto sorprendido.

—Sí... ¿Está mal?

—Uh... No del todo, pero se supone que debemos trabajar en grupo para eso. De todas maneras, podemos comparar nuestros resultados... Le diré a los chicos.

Akaashi simplemente asintió con su cabeza. Es por eso que detestaba hacer trabajos en grupo. Él era muy ansioso y necesitaba de alguna manera poder tener todo bajo control, anticipándose ante los hechos. Bokuto por otra parte estaba sorprendido, aunque no del todo. Suponía que tenía mucho tiempo para eso.

—Konoha... Saru... Akaashi hizo todos los ejercicios... del semestre —murmuró Bokuto en voz baja mirando al suelo.

Ambos nombrados elevaron sus cejas ante sus palabras, notablemente sorprendidos.

—¿Los hizo todos? Eso es genial, Bokuto —comentó Konoha soltando una carcajada mientras sacaba su libreta de su bolso para así colocarla en la mesa.

—Uh... ¿Entonces qué haremos en clases? —preguntó Sarukui rascando su nuca.

—Podemos comparar respuestas y comprobar que los resultados de Akaashi están bien —respondió Bokuto con simpleza sentándose en su puesto.

El maestro entraba al salón con semblante cansado, podía verse en su mirada y en sus grandes ojeras.

—Buenos días, chicos y chicas. Hoy seguiremos en lo último que quedamos en la clase pasada.

Algunos estudiantes se quedaron extrañados, se supone que debían hacer aquellos ejercicios matemáticos que había dejado. Ante aquella duda, uno de los compañeros de Bokuto hizo la pregunta, a lo que el maestro respondió con simpleza.

—No he pasado toda la materia necesaria para que hagan los ejercicios.

Bokuto miró a Akaashi unos segundos luego de esa aclaración. «¿Akaashi había estudiado por su cuenta?» pensó. Sabía que era aplicado, pero no a ese nivel. Soltó un suspiro para luego sonreír con levedad, comenzando a escribir la materia en su libreta.

Ya al termino de la clase, se levantó del pupitre en dirección al de Akaashi.

—¡Akaashi! ¿Cómo hiciste los demás ejercicios si no habíamos pasado todo aún? ¿Estudiaste por ti mismo?

El nombrado asintió con su cabeza.

—Pero, Akaashi... Debiste habernos esperado, era un trabajo en equipo y todos debían colaborar.

Akaashi solamente suspiró levantándose de su pupitre. Miró a Bokuto unos segundos sin expresión alguna.

—No me gusta trabajar en equipo, con permiso —dijo mientras salía del salón.

Bokuto llevó su diestra a su cabello, jalando el mismo pensativo. ¿Qué debería hacer? Salió en búsqueda de Akaashi, pero cuando salió del salón ya lo había perdido de vista. Volvió a entrar al salón y sus amigos le estaban mirando.

—Me gustaría tener tu paciencia, Bokuto. Ese chico sí que es complicado —comentó Konoha levantándose de la silla.

—Sólo necesito comprenderlo... Estoy seguro de que sí lo comprendo va a ser todo más sencillo —respondió tallando su rostro con algo de rudeza—. Intenté que se metiera al club de voleibol, pero no veo que quiera hacerlo.

—Por lo menos fue a comer helado contigo... es un progreso —dijo Sarukui con una pequeña sonrisa.

Bokuto asintió con su cabeza.

—Sí.

...

Ya nuevamente las clases terminaban como siempre. Bokuto ansioso se levantó de la silla y ordenó con rapidez sus útiles, para finalmente salir rauda en dirección hacia el cuarto de ropa de su club. Ya cuando estuvo allí se cambio de su uniforme a su ropa para practicar.

Cuando bajó las escaleras vio la silueta de Akaashi, quien al parecer buscaba a alguien.

—¡Akaashi! —exclamó el más alto al verle con una sonrisa.

El nombrado no hizo ninguna expresión facial. Bokuto caminó hacia el chico.

—Bokuto-san.

—¿Qué haces aquí? Pensé que debías ir al sicólogo —las cejas de Akaashi se alzaron, levemente sorprendido.

—¿Cómo sabes que voy ahí? —preguntó ladeando su cabeza mientras apretaba su la tira de su bolso con su mano.

—¡Ah... Bueno! Yo... —balbuceó un tanto nervioso. Se suponía que él no sabía que Akaashi iba ahí porque este no le había dicho nada, sin embargo supo responder—. Yo ya sabía que él era un sicólogo... Nishihara...

Akaashi entrecerró sus ojos, pero al final se convenció de su respuesta. Después de todo, Bokuto ya asistía a la academia antes que él, así que tenía sentido de que lo conociera.

—Ya veo... —hizo una pequeña pausa mirando al suelo, aunque luego miró directamente a los ambarinos—. Estaba pensando en que si yo... podría ir a verte a jugar... Nishihara-san dijo que no era mala idea que practicara un deporte...

—¡Oh, claro que sí! Es muy divertido, ya verás. ¡Ven! —dijo comenzando a caminar hacia el gimnasio.

Si tuvieran la confianza suficiente, Bokuto habría tomado la muñeca de Akaashi para guiarlo. De hecho, lo pensó; sin embargo decidió no hacerlo. Aún no estaban listos para tocarse de esa manera.

Ya cuando ambos estuvieron allí, Akaashi pudo reconocer a los compañeros de Bokuto, quienes estaban dando vueltas a la cancha para calentar, mientras que otros estaban practicando recepciones y otros de partida estaban rematando. Todos se veían mu ocupados.

—Hola, ¿eres nuevo miembro? —escuchó una voz femenina por detrás. Akaashi giró su cabeza, encontrándose con una chica—. Nunca te había visto.

—¡Yukie! Él es Akaashi, sólo viene a vernos jugar. Akaashi, ella es Shirofuku, es nuestra manager.

—Hola —saludó sin más.

La chica sonrió con levedad y pasó por el lado de estos en dirección a la banca.

—¡Bokuto, ven a calentar! —le llamó el entrenador.

—¡Voy en seguida! —le respondió en el mismo tono, luego miró al pelinegro—. Puedes irte a sentar con Yukie para que puedas ver como jugamos.

El tono en el que Bokuto lo había dicho había sido más dulce y calmado. Aquello le pareció lindo. Acto seguido fue a la banca donde estaba la chica, quien estaba escribiendo algunas cosas en una libreta. Se sentó y miró todo a todos los del club, quienes no parecían notar la presencia de Akaashi, lo cual era mejor para él ya que tampoco es como si quisiera incomodar.

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Distante | BokuAka [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora