Akaashi llegaba a su hogar después de un largo día lleno de emociones. Sostenía la rosa en su mano, y no podía evitar olerla de vez en cuando. Tenía un olor embriagador. Lo único que no le gustaban de la rosas es que se marchitaban con rapidez... intentaría salvarla de todas formas. Abrió la puerta principal, y allí estaba, su abuela viendo la televisión. Esta sonrió al verle, y se sorprendió al verle llegar con aquella rosa.
—¿Keiji? ¿De dónde sacaste esa rosa y por qué llegaste tan tarde? —preguntó levantándose del sofá acercándose a él—. Tiene un rico aroma.
—Ah... yo... fui a ver a mis padres —la señora soltó un suspiro, notablemente molesta.
—¿Por qué no me avisaste? Yo también quería ir...
—Lo siento.
Akaashi fue en dirección a su habitación. La abuela lo siguió.
—Respondiste la segunda parte. ¿Qué hay de esa flor? —preguntó nuevamente—. ¿Se la compraste a alguien?
El pelinegro se quedó unos segundos pensando en qué decir. ¡Rápido, rápido! Necesitaba buscar una excusa rápida. Pero ¿qué diría? ¿Qué se la iba a dar a alguna chica? Si decía que se la habían regalado iba a bombardearlo con preguntas. Dejó la rosa en la cama, sentándose en la misma mientras la miraba, para así mirar a su abuela.
—La compré.
—¿Para quién?
Akaashi apretó sus labios.
—La compré porque... era bonita.
La señora alzó una ceja, curiosa.
—Keiji, si tienes a alguna muchacha por ahí debes decirme... soy tu abuela, puedes confiar en mí —dijo colocando su mano en su pecho, para luego sentarse en la cama junto a su nieto.
—Lo siento, abuela. Pero no puedo decirte.
La mujer se quedó anonadada con esas palabras. Se levantó de la cama para quedar frente al joven. Este levantó su cabeza para verla.
—¡Keiji Akaashi! —el nombrado sintió la sangre correr por sus venas—. ¡¿Por qué no me dices lo qué te pasa?! ¡Intento entenderte pero no puedo! ¡Déjame ayudarte, Dios santo!
Akaashi miró hacia otro lado, mordiendo su labio inferior.
—¡Mírame cuando te hablo!
—Abuela, por favor... no me grites —pidió llevando su mano a su propia nuca, comenzando a jalar los cabellos que estaban en esta. Estaba poniéndose nervioso.
—¡No me mientas, Keiji! —la mujer golpeó el escritorio, eso hizo que el adolescente se sobresaltara—. ¿Qué te pasó? Antes me contabas todo, y ahora... ¡no me dices nada! En serio, intento ayudarte, pero no me dejas.
Acto seguido, la mujer salió de la habitación, cerrando la puerta con fuerza. Akaashi no aguantó más y lágrimas cayeron por sus mejillas. Sollozaba y gemía del llanto, llegando a abrazar la almohada con fuerza imaginando que era él. ¿Por qué tenía que pasar por esas cosas? Había sido un día maravilloso, hasta ahora. ¿Por qué su abuela tenía que empeorarlo de esa manera? Estaba enojado, pero más que eso, triste. Quería ver a Bokuto, quería que le dijera que todo iba a estar bien aunque no lo estuviera realmente, que le abrazara y le hiciera reír.
Intentó calmarse un momento, respirando hondo, como su sicólogo le había recomendado. Se recostó en su cama, recordando lo que había pasado, intentando hacer que ese mal rato pasara. Tomó su teléfono, buscando el contacto de Bokuto, para así escribirle algo.
Akaashi 20:21
Bokuto-san, ¿estás ahí?Abrazó su almohada con más fuerza, mirando la pantalla, esperando el mensaje. No tardó en responder.
Bokuto 20:22
¡Akaashi! Aquí estoy :D
¿Pasó algo? :cAkaashi sonrió con levedad secando sus mejillas húmedas con la palma de su mano. Rápidamente tecleó su respuesta.
Akaashi 20:22
Mi abuela me regañó por llegar tarde y con la rosa.Estoy triste.Quiero verte.
El corazón de Bokuto nuevamente se estremeció ante el último mensaje. ¡Él también quería verlo! Quería abrazarlo, darle besos, acariciar su cabello... aunque debido a la emoción no notó el problema en seguida. Se acomodó en su cama para responder.
Bokuto 20:22
Lo siento mucho, Akaashi :(
¿Le explicaste el porqué llegaste tarde? Debería comprender.
¡Yo también quiero verte, Akaashi! <3Quería escribir todo lo que sentía, pero no quería verse tan empalagoso. Por parte de Akaashi, soltó un suspiro, con más lágrimas en sus ojos al leer su mensaje. Quería estar con él.
¿Y si iba a verlo ahora mismo? Estaría cometiendo una rebeldía total.
Bokuto 20:23
¿Pero sabes que podemos hacer?
¡Te llamaré! ('꒳')♡No alcanzó a escribir nada más cuando vio la llamada entrante por parte de Bokuto. Se puso nervioso y por el susto del sonido que este hacía, su teléfono cayó al suelo, haciendo que la pantalla se hiciera trizas, pero seguía funcionando. Lo agarró con rapidez y contesto.
—¿Bokuto-san? —preguntó colocando el teléfono en su oreja. En realidad sí quería escuchar la voz de su novio.
Porque ahora era su novio.
<BOKUTO>
Aunque no nos podemos ver, al menos puedes oírme.Akaashi no pudo evitar sonreír un poco. Se acomodó en la cama, abrazando su almohada, como si fuese él.
—Sí... tienes razón —sorbeteó su nariz.
<BOKUTO>
¿Entonces? Tu abuela te regaño porque llegaste con una flor... ¿qué te dijo?Akaashi le explicó la situación entre algunas lágrimas, estaba muy agitado, pero por alguna razón la voz de Bokuto le calmaba. Estuvieron hablando un poco más. Bokuto intentaba cambiar el tema, haciendo bromas y contando chistes para hacer reír a Akaashi. Lo conseguía en parte, le gustaba más escucharlo hablar.
La puerta de la habitación del pelinegro se abrió, sobresaltando al chico.
—¿Con quién estás hablando, Keiji? —preguntó. Este balbuceó un poco antes de responder.
—Uh... Ah... Hm, con un amigo... —respondió sin más, escondiendo su teléfono contra su pecho.
La señora elevó una ceja.
—La cena está lista, para que salgas.
Ella salió y cerró la puerta. Akaashi soltó un suspiro y miró la pantalla, la llamada seguía.
—Entró mi abuela, tengo que cortar.
<BOKUTO>
Oh, está bien.Un pequeño silencio.
<BOKUTO>
Te quiero, Akaashi.El nombrado sintió sus mejillas calientes. Sonrió un poco.
—Yo también, Bokuto-san.
—♡—
Nota de la autora:
Solo quería decir que no subiré capítulos tan seguidos debido a falta de tiempo, espero que comprendan pero sí o sí subiré capítulos cuando pueda. Espero que comprendan ♡

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Distante | BokuAka [CANCELADA]
FanfictionAkaashi ha sufrido toda su vida por las relaciones sociales. Ha vivido traumado. Un día llega Bokuto a su vida, haciendo que tuviera una montaña rusa de emociones. Estado: CANCELADA.