16

292 53 4
                                    

Antes de leer...
Perdón por el hiatus tan largo :(
No tenía ganas de escribir, para serles sincera. ¡Pero aquí tienen capítulos! No sé si suba tan seguido, aunque lo intentaré.
Sin más que añadir, continúen su lectura. Espero que les guste. ♡

...

Akaashi decidió hablar con su abuela por lo que sentía, el que no quería relacionarse con nadie y nuevamente estaba comenzando a aislarse. Todo lo que había avanzado, su relación con su nuevo amigo. Todo estaba derrumbándose poco a poco. Y se sentía como la mierda. Realmente quería tener una vida. Una vida normal.

—Hijo, quizás solo son los efectos secundarios, estoy segura de que más adelante va a funcionar bien... —respondió ante la petición del pelinegro por dejar de tomar las pastillas.

Akaashi apretó sus labios mientras miraba la caja de pastillas encima del comedor. Las tomó y fue a su habitación, donde se sentó en el borde de la cama a leer aquel papel que nadie leía cuando compraba medicamentos. En este, no decía nada sobre efectos secundarios como los que estaba experimentando el mismo, solamente eran efectos físicos. Cayó rendido en el blando colchón, entrecerrando sus ojos mientras miraba al cielo. Segundos después escuchó su teléfono sonar.

Bokuto 19:53
¡Akaashi! ¿Cómo estás? :(

El ojiazul hizo una mueca, haciendo el gran esfuerzo de mover sus dedos y teclear una respuesta.

Akaashi 19:54
Dejaré de tomar esas pastillas

Una respuesta corta. Precisa.

Bokuto 19:54
¡Yupi! Si necesitas algo estoy aquí :D

Por parte de Bokuto, tocaba su cabello reiteradas veces por su nerviosismo, haciendo que todo el gel que aún tenía después del día, siguiera ahí. Quería preguntarle. Quería preguntarle si iba a ir al club, pero al mismo tiempo sabía que no correspondía, después de todo, había hecho un muy pequeño avance, que esperaba que lo beneficiara, porque le gustaba estar con él.

De hecho, le encantaba. Y era increíble que en tan poco tiempo él haya creado una relación tan bonita.

¿O solo lo estaba idealizando?

Dejó su teléfono encima de su escritorio. Estaba haciendo unos deberes de matemáticas, también esperaba las respuestas de su amigo para ver si los ejercicios que había hecho estaban correctos. Era increíble como es que había llegado tan lejos académicamente sin saber lo promedio de matemáticas. Bokuto odiaba las matemáticas, sin embargo, sabía que eran parte fundamental de la vida y que iban a estar en todos lados. Pero no podía evitar declarar su odio hacia ellas cuando hacía los deberes.

Al poco rato su teléfono vibró nuevamente, y la verdad es que se sorprendió al ver el contenido del mensaje.

Akaashi 19:56
¿Haces algo?

Bokuto se quedó un tanto sorprendido. Tomó su teléfono para responder de manera sencilla que estaba haciendo unos deberes de matemáticas, incluyendo en su mensaje que las odiaba, solo para que el ambiente no fuese tan tenso. Akaashi por su parte, se acomodó en su cama, abrazando a su almohada mientras sonrió de manera inconsciente. Iba a ser honesto, le gustaba Bokuto, lo que no sabía era si en esa manera.

Nunca había cuestionado su sexualidad, no tenía tanto tiempo para eso, pero ahora lo hacía. ¿Le gustaban los hombres? Nunca lo había pensado. ¿Qué pensaba su abuela sobre eso? Lo más seguro es que no estaba de acuerdo con las relaciones homosexuales... tampoco es como si quisiera saberlo aún.

Akaashi 19:57
¿Necesitas ayuda con algo?

Bokuto sonrió ante su pregunta, otra vez.

Bokuto 19:58
¡De momento voy bien! Eso creo, pero si necesito ayuda te escribiré
No te molesta, ¿verdad?

Akaashi 19:58
En lo absoluto

Una amplia sonrisa se formó en el rosto del chico. ¿Desde cuando que no se sentía de esta manera? En realidad, nunca. Y era un sentimiento tan hermoso. Su corazón comenzó a latir con rapidez, sintiendo algo de calor en sus mejillas. Debía calmarse, aún le quedaban unos cuantos ejercicios.

Y así la tarde nuevamente pasó, no le pidió ayuda a Akaashi, pensaba que lo hacía bien ya que la mayoría de los resultados les daban números enteros, o más bien, eran resultados normales. Tenía algunos incorrectos de todos modos, como siempre, pero él no era una persona que se rendía con facilidad.

O eso era lo que gustaba aparentar. Lo que le gustaría ser.

Sintió como su vista se nublaba ante el ejercicio lleno de números, con fórmulas al azar sin saber qué hacer realmente. No se iba a amargar por algo así, a lo que simplemente cerró su libreta y la guardó en su mochila. Pudo oír como la puerta principal se abría, a lo que asumió que era su madre. Bajó las escaleras con rapidez.

—¡Hola, mamá!

Akaashi ya estaba listo para irse a dormir, se había dado una ducha y ahora mismo estaba escribiendo algunas cosas en su diario. Un pequeño desahogo diario. Se recostó en su cama, tapando su cuerpo con las sábanas mientras aún tenía su teléfono en su mano, pensando en si escribirle un mensaje a su amigo. Sin que se diera cuenta, ya estaba desarrollando sentimientos hacia el mismo, con mucha rapidez. Le iba a decir a su sicólogo.

Tecleó con lentitud en su teléfono.

Akaashi 21:56
Buenas noches, Bokuto-san

Después de unos largos segundos esperando su respuesta. Se emocionó un poco cuando vio el "en línea" y luego el "escribiendo".

Bokuto 21:58
Oh, ¡buenas noches, Akaashi!
Descansa :D

Luego de eso, dejó su teléfono sobre la mesita de noche y cerró sus ojos.

...

Akaashi no podía dormir. ¿Qué le estaba pasando? Se sentía emocionado, y no paraba tampoco de recrear escenarios en donde estaba con Bokuto —no en una manera romántica, de momento—, tales como yendo a la preparatoria, tomando un helado, o incluso haciendo onigirs. Cerró sus ojos con fuerza, abrazando su almohada de la misma forma, comenzando a contar ovejas.

Al otro día, amaneció con muchísimo sueño. Apenas y podía abrir sus ojos. Su cuerpo dolía un poco, no sabía por qué. Además se sentía débil. Se levantó con pesar de su cama, para poder prepararse a ir a estudiar.

...

Llegaba a la preparatoria con un semblante cansado y la espalda encorvada, además de que tenía un poco de ojeras en su rostro, que se notaban bastante debido a la palidez de su piel. Pudo identificar unas pisadas que provenían detrás de él. Supo en seguida quién era.

—Bokuto-san.

—¡Aka... ¿¡qué te pasó?! —preguntó con un poco de espanto al ver el bello rostro del pelinegro cansado—. ¿Qué te pasó?

—No dormí bien... —respondió mirando con detenimiento el rostro del contrario—. Tus ojos están un poco hinchados.

Bokuto apretó sus labios, pasando ambas manos sobre sus ojos.

—¿Se nota mucho?

—No tanto.

—Bien.

Ambos sabían que el otro no había pasado una buena noche.

Aunque uno estaba para animar al otro, y viceversa, con solo su presencia ya bastaba.

Distante | BokuAka [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora