Las salidas entre Jeongin y Hyunjin se habian hecho costumbre. Solían ir a la biblioteca a estudiar o a hacerse compañía mutuamente cuando alguno tenía alguna tarea que realizar.
No había día dónde Jeongin no acompañara al rubio a su casa, sin mencionar sus muchas salidas a comer helado, ya que ambos eran grandes fanáticos de éste.Ya estaban acostumbrados a la presencia del otro, aún así no podían evitar sentir cosquillas en el estómago cada vez que el contrario se aproximaba, ni podían evitar que sus lobos dentro suyo saltaran de alegría y movieran la cola como locos al verse.
Salían del instituto nuevamente, entre ambos se había hecho costumbre caminar hacia donde sea tomados de la mano. Fue algo que comenzó como un simple acto desprevenido cuando Jeongin tomó suavemente la mano del mayor para cruzar la calle, sintiendo como el estómago de ambos parecía llenarse de mariposas y sus lobos movían la cola por el contacto con el contrario, lo que llevo a que lo hicieran más seguido, al punto de hacerlo un acto inconsciente, pero que cada vez que ocurría hacía que ambos se sonrojen y sus lobos se pongan a saltar de la alegría.
Y como todos los días, el muy ansiado tacto entre sus manos no se hizo esperar más, y el alfa pelinegro aprisionó una de las manos del mayor entre las suyas.
Jeongin había dejado de volverse con Changbin a su casa ya que disfrutaba de acompañar al omega hasta la suya, y en el auto no podría tomarle la mano y conducir al mismo tiempo, y aunque Changbin conduciera, seria motivo de burla más tarde y no tenía ganas de ser el entretenimiento de su mayor.
—Innie...
Jeongin despertó de la nebulosa en la que se había sumergido, no se había percatado de que había soltado la mano del rubio hace ya varias calles, al subir la vista pudo ver cómo el mayor hacía un puchero con sus labios.
—Lo siento Jinnie, no me di cuenta que te había soltado la mano.
Jeongin podía jurar que escuchaba al lobo del rubio aullar en su cabeza, como también su alfa gruñía molesto por no seguir en contacto piel a piel con su omega. No tardo mucho para sujetar nuevamente la mano del contrario y llevarla hasta sus labios, donde dejó un besito en el dorso de ésta, haciendo que Hyunjin se sonrojara y desviara la mirada, algo que hizo sonreír al menor.
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Beta | JeongJin
FanfictionHyunjin sorprendió a todos cuando a su corta edad de trece años resultó ser un beta. Sus padres esperaban que el delicado rubio se presentara como omega, más no fue así y ahora, el único hijo de los Hwang llevaba una vida tranquila como un humano co...