Capítulo 17

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Hyunjin rodeó la cintura del menor con sus piernas, acurrucandose en el cuello de éste mientras intentaba llenar sus pulmones de aquella fragancia que estaba enloqueciendo a su lobo y que lograba humedecer aún más su entrada con cada nueva inhalación

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Hyunjin rodeó la cintura del menor con sus piernas, acurrucandose en el cuello de éste mientras intentaba llenar sus pulmones de aquella fragancia que estaba enloqueciendo a su lobo y que lograba humedecer aún más su entrada con cada nueva inhalación.

Jeongin lanzó un gruñido de advertencia para aquellos alfas que empezaban a aproximarse cada vez más a ellos, curiosos del rubio omega que se encontraba entre sus brazos jadeando por la gran ola de calor que se estaba apoderando de su ser. Rápidamente el pelinegro se levantó del suelo aún con las piernas del mayor envueltas en su cintura y sosteniendolo con firmeza contra él.

Otro gruñido se escapó de su boca cuando uno de los tantos alfas que los rodeaban se acercó con un paso más hacía ellos, haciendo estremecer al omega entre sus brazos. El alfa de Jeongin se encontraba más territorial que nunca ahora que su omega estaba en celo, y no dudaría en atacar a quien sea que se atreva a siquiera aspirar el mismo aire cargado de las feromonas del rubio.

Rápidamente Changbin llegó junto a su hermano menor, importandole poco la pelea con éste y que haya gruñido apenas se acercó a ellos.

—Jeongin, escúchame, saca a Hyunjin de aquí y déjalo en su casa, yo hablaré con las autoridades del instituto para explicarles la situación. Ahora lo importante es que Hyun esté bien.

Seungmin quien se encontraba detrás del de baja estatura miraba con terror la escena, él quería estar para su amigo pero sabía que sería en vano querer ayudar, ya que Jeongin no lo dejaría acercarse al de rubios cabellos.

—Jeongin...t-ten cuidado con Hyunnie, es su primer celo...—dijo Seungmin aún no muy seguro de soltar aquella información.

Y solo bastaron esas palabras para hacer reaccionar a Jeongin, las cuales le cayeron como un balde de agua fría haciendo que sus ojos vuelvan a tomar aquel color avellana para dejar atrás ese oscuro color negro que solo demostraban el deseo más primitivo y carnal de su ser. Ahora solo era Jeongin queriendo cuidar de Hyunjin, quien aún se seguía estremeciendo entre sus brazos, dejando caricias con su naricita en el cuello del menor mientras suaves jadeos se abrían paso por su boca.

—Yo cuidare de él Seungmin, te lo prometo.

Seungmin algo dudoso de las palabras del menor, decidió confiar en él, tampoco es como si tuviera muchas opciones, solo esperaba que la próxima vez que vea a su amigo no sea con una marca decorando su cuello.

Rápidamente Jeongin se dirigió a su auto, dándose las gracias internamente de que esa mañana haya ido en su automóvil en vez de con Changbin. Rápidamente acomodó a Hyunjin en el asiento de copiloto, quien se quejó y formó un mohín con sus labios por la distancia con Jeongin. El menor se apresuró a introducirse en el vehículo por el otro lado y tan rápido como abrió la puerta del conductor sintió ese delicioso y fuerte aroma a frutos rojos colmar sus fosas nasales, tomó un gran suspiro que causó que su alfa rasguñe en su interior desesperado por el deseo de tirarse sobre el hermoso y necesitado omega que tenía frente a él. Colocó sus manos en el volante, apretándolo para intentar liberar un poco de la tensión que recorría su cuerpo. Una vez que sintió el aire volver a entrar a sus pulmones y que había recobrado un poco el control sobre sí, estaba dispuesto a empezar el camino hacia la casa del mayor, pero la suave y melosa voz de éste lo hizo parar todo lo que estaba haciendo.

Beta | JeongJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora