Hyunjin sorprendió a todos cuando a su corta edad de trece años resultó ser un beta. Sus padres esperaban que el delicado rubio se presentara como omega, más no fue así y ahora, el único hijo de los Hwang llevaba una vida tranquila como un humano co...
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Hyunjin acomodaba su birrete mientras estaba sentado en medio de Seungmin y Jisung, estaban en la entrega de diplomas y su estómago no podía soportar tanta ansiedad, ya todos habían recibido su título y ahora estaban esperando a que termine el aburrido discurso del director, para dar lugar a Seungmin, quien había sido elegido para ser quien diga unas palabras de despedida a aquella etapa que, para suerte de algunos y desgracia de otros, por fin se estaba cerrando.
—Ahora recibamos con un fuerte aplauso a Kim Seungmin, quien preparó unas palabras para el día de hoy—dijo el director antes de abandonar el escenario para darle lugar a Seungmin, quien subió a él con manos temblorosas y un leve sonrojo en su rostro. Su nerviosismo se fue poco a poco cuando al ver al frente se encontró con los dulces ojos de su novio, quien le levantaba ambos pulgares en muestra de apoyo. El omega sonrió antes de comenzar a hablar.
—Buen día, parece mentira que luego de seis años esté aquí parado a punto de despedirme de ustedes, pensé que me sentiría feliz cuando llegara el momento de hacerlo—todos en el auditorio rieron, el sarcasmo de Seungmin ni siquiera en momentos emotivos podía abandonarlo—pero, ahora que estoy aquí se me vienen recuerdos a la mente que difícilmente voy a poder olvidar, y que me acompañarán el resto de mi vida. Hoy una etapa se cierra y probablemente nuevas puertas a nuevos caminos se abran para nosotros, y la sensación de ser jóvenes y sentirnos capaces de comernos el mundo se siente a flor de piel, las ansias de salir y ver con qué nuevo reto nos encontraremos ahora, deseosos de comenzar una carrera contra el tiempo que sentimos se nos abalanza encima.
»Solo recuerden que como dije antes, somos jóvenes, y las oportunidades seguirán estando alli para nosotros independientemente del tiempo que pase, digo esto porque el ser jóvenes, inexpertos y ansiosos, también nos hace enfermarnos; enfermarnos por sentir que no cumplimos expectativas, que no llegamos a dónde deseamos en el tiempo que deseamos, ansiosos de finalmente alcanzar una meta cuando recién acabamos de llegar a una. Aquel sentimiento de correr sin saber dónde está el final, probablemente nos veamos en la tentación de renunciar, pero deben saber que nosotros decidimos el final y cómo será.
»Todos cometemos errores, y mejoramos con la práctica. Aún hay muchas primeras veces para nosotros, y mientras encontramos aquello a lo que nos queramos dedicar el resto de nuestras vidas, hay que permitirnos errar, tropezar y caerse, para luego apoyarnos en nuestros brazos y seguir avanzando una vez que sintamos que estamos listos para ello. Si queremos seguir un camino diferente al resto también está bien, cada uno tiene su propio ritmo y el ser diferente no significa estar errado. Debemos estar muy orgullosos por lo que hemos alcanzado. Hoy llegamos a la meta, pero no es el final del camino.—finalizó Seungmin con una sonrisa en su rostro y una que otra lágrima amenazando por deslizarse por sus mejillas.
Los aplausos no tardaron en hacerse escuchar por todo el auditorio, los adolescentes se pararon en sus sitios y luego de que Seungmin volviera al lado de sus amigos, al mismo tiempo que el director soltaba "aplaudamos a la nueva generación de graduados", los birretes se vieron lanzados al aire, y con ellos se guardaban en sus corazones los momentos más memorables de su paso por el secundario, para dar lugar a las expectativas y nuevos sueños que ahora invadían el corazón de cada estudiante allí presente.
