Capítulo 21

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—¿A dónde vamos Innie?

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—¿A dónde vamos Innie?

—Ya lo descubrirás Hyunnie, no seas ansioso.–Jeongin apretó la pequeña nariz de botón del omega y lo sujeto suavemente de la mano guiándolo hacía la salida.

La verdad es que Jeongin no había planeado todo como le hubiera gustado, pero sabía que el rubio se sorprendería de igual forma, aunque tendría que hacer tiempo para lo que tenía pensado. Subió a su auto con Hyunjin a su lado y empezó a conducir hacia su destino, con la mirada curiosa de Hyunjin sobre él.

—¿No preguntarás de nuevo a dónde vamos?

—¿Me lo dirás?

—No.

Jeongin rio al ver cómo el contrario rodaba los ojos, le gustaba jugar con la paciencia del omega, aunque los oscuros orbes del mayor no tardaron en brillar cuando la entrada de la feria que en esos días había llegado a la ciudad se encontraba a tan solo unos metros de distancia. Hyunjin giró encontrándose con el perfil de Jeongin, quien mantenia su ceño levemente fruncido concentrado en su tarea de seguir conduciendo directo hacia allí, el menor buscaba con la mirada algún lugar donde aparcar el coche. Jeongin había escuchado como Hyunjin repetía lo mucho que quería ir a aquel lugar durante toda la semana, ¿y quién más, si no era él, cumpliría los deseos de su omega?

El pelinegro sonrió al sentir la emoción del rubio invadir el aire, las feromonas de Hyunjin eran demasiado fuertes y dulces en ese momento dado a la alegría que poseía, lo que hacía feliz al alfa y lo incitaba a inhalar más de aquel delicioso aroma para colmar sus pulmones de él.

Tan pronto como el auto se detuvo, los labios del pelinegro fueron capturados en un casto beso por parte del mayor, sus orbes brillaban con emoción y Jeongin sintió más mariposas en su estómago si acaso eso era posible.

—¿Sorpresa?

—Esto es increíble, no puedo creer que me hayas escuchado cuando dije que moría de ganas por venir aquí.

—Creo que me subestimas demasiado, ¿qué no haría yo para que mi dulce Hyunnie sea feliz?

El rubio le dió un pequeño golpe en el brazo al menor, aunque éste exageró llevándo un puño a su boca simulando dolor.

—Tonto~.–dijo tiernamente el omega mientras picaba con su dedo índice una de las mejillas contrarias.

—Mejor vayamos o se nos hará tarde.

—Pero, acabamos de llegar.

Jeongin abrió los ojos en demasía, casi arruina su propia sorpresa y si continuaba en silencio terminaría de cagarla, ya que Hyunjin comenzaba a elevar una ceja en modo de obtener respuestas.

—Me refiero a que si no vamos ahora, luego tendremos que esperar mucho tiempo en las filas, sip, eso.

Hyunjin lo observó un rato más, no muy convencido de la extraña actitud del otro, pero se terminó encogiendo de hombros y bajando del coche, momento en el cual Jeongin aprovecho a liberar todo el aire que llevaba atorado en su interior sin darse cuenta.

Beta | JeongJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora