Final I

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Dicen que el tiempo vuela cuando estás con ese alguien especial, aquel que logra acelerarte el pulso cardíaco, quien hace que tu respiración se vuelva esporádica y a la vez hace que una calma increíble invada tu interior

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Dicen que el tiempo vuela cuando estás con ese alguien especial, aquel que logra acelerarte el pulso cardíaco, quien hace que tu respiración se vuelva esporádica y a la vez hace que una calma increíble invada tu interior.

Y eso Hyunjin podia confírmalo, ya que lo vivía en carne propia.

El baile de fin de curso estaba cada vez más cerca, como así también su tan anhelada graduación. Todos sus amigos terminarían la secundaria, a excepción de Jeongin, quien iba a un grado menor. Y eso, para Jeongin, hacía que en cierta manera su lobo se removiera incómodo en su interior. Sabía que Hyunjin iría a la universidad, que si bien no estaba muy lejos de donde vivían, sabía que su tiempo juntos se reduciria considerablemente, y él no quería ser una piedra en el camino del mayor, pero no podia evitar entristecerse al pensar que ya no tendría más de los suaves abrazos del rubio en cada descanso entre clase y clase, que ya no probaría los rosados labios cada día, que ya no tendría esa pequeña cintura a la cual aferrarse y ese delicioso aroma embriagarlo por completo. Definitivamente extrañaría a su novio, pero a la vez se sentía demasiado contento por la felicidad de su pareja, quien se mostraba entusiasmado por la nueva etapa que vendría a su vida.

Por su parte, Hyunjin sentía un pequeño nudo en la boca del estómago cada vez q recordaba que debería dejar a su pequeño para probablemente verse una vez al mes durante todo un año, seria difícil estar lejos del alfa que tanto amor le demostraba, que lo mimaba con muestras de afecto y lograba hacerlo suspirar con cada sonrisa que le regalaba, definitivamente extrañaria que Jeongin le cumpla cada capricho y le robe pequeños besitos cada día, que se esconda entre la curvatura ente su hombro y cuello, y le susurre suavemente lo bien que huele y lo lindo que estaba, haciendo que se estremezca por el choque del aliento del menor sobre su piel.

Sin embargo, aceptar también es parte de crecer, y ellos deberían aceptar que el no verse tan seguido por el lapso de un año, no sería la muerte para ninguno, y luego Jeongin también iría a la universidad, por lo que solo sería un año de profunda extrañitis –como ellos solían llamarlo– antes de volver a frecuentarse cada día como lo venían haciendo.

Aunque en este momento, mientras estaban sentados en la cafetería, un puchero se adueñaba de los labios del rubio, quien pensaba en como Jeongin aún no le decía te amo realmente. Si, Jeongin había insinuado y dicho indirectamente que lo amaba, también lo había demostrado una y otra vez, pero las palabras no salían de su boca y Hyunjin comenzaba a impacientarse.

Seungmin, quien ya se encontraba algo harto de ver a su amigo hacer berrinche por doquier, le insistía en que Jeongin también lo amaba con la misma intensidad que él lo hacía. Pero todos conocemos a Hyunjin, él quería que, literalmente, Jeongin le dijera te amo, de frente y directo y en lo posible gritandolo a los cuatro vientos. No escondido en alguna metáfora o amortiguado en alguna frase que si bien era igual de importante, no terminaba por contentar al caprichoso omega que deseaba que su alfa le repita te amo tantas veces como fuera posible hasta quedar sin aliento.

Beta | JeongJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora