Capítulo 11

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Seungmin solía diferenciarse mucho de su omega, Hyunjin era testigo de esto, ya que había estado presente en varios celos del castañito y parecían personas sumamente diferentes su amigo bajo el control del omega que el Seungmin que veía todos los ...

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Seungmin solía diferenciarse mucho de su omega, Hyunjin era testigo de esto, ya que había estado presente en varios celos del castañito y parecían personas sumamente diferentes su amigo bajo el control del omega que el Seungmin que veía todos los días.

Seungmin era una persona fría, tímida, de muy pocos amigos y con un solo confidente que se enteraba cuánta cosa le pasaba y pensaba, no hace falta aclarar de quién se trata.

Seungmin odiaba cuando su omega tomaba el control, éste era por de más extrovertido, confiaba en cualquiera ciegamente sin temer salir lastimado, y eso al menor lo exasperaba de sobremanera, ya que luego era él quien tenía que luchar solo contra un corazón roto y recomponer cada parte de sí, mientras su lobo solo agachaba la cabeza y metía la cola entre sus patas traseras, dejándolo hacer todo el trabajo difícil a él solo.

Y desde aquel alfa, juró que jamás dejaría a su omega tomar el control sobre él.

Construyó un muro tan alto entre él y cualquier otra persona que parecía increíblemente imposible de derribar, o al menos así era, hasta que un pelinegro apareció en su vida, y sin necesidad de usar una masa demolió esa gran pared, ladrillo por ladrillo tirado al suelo. Y ahora que no había nada que los separase, ahora que no había nada que proteja al castañito, éste temblaba por la nueva oleada de emociones que sentía invadir nuevamente su cuerpo, por el miedo de volver a salir lastimado otra vez y tener que reconstruir lo que tanto le había costado arreglar.

—¿En qué piensas, Minnie?

Seungmin sacudió su cabeza al oir aquella melodiosa voz que lo llamó de nuevo a la realidad.

—Nada, solo miraba los colores que está tomando el cielo, es hermoso a esta hora de la tarde, ¿no crees?

—Si, aunque ahora mismo el cielo también está teniendo una excelente vista al tenerte a ti bajo él.

El rubor tiñó las mejillas de Seungmin, las palabras de Changbin calaban profundo en su corazón.

Ambos habían ido a la playa a un picnic que el mayor había preparado. Pocas veces eran las que el pelinegro veía al menor fuera de clases, y realmente deseaba conocerlo mejor y fuera de ese par de paredes, por lo que ir a la playa al observar el amanecer mientras disfrutaban de una rica comida le pareció una excelente idea, y pudo ver que a Seungmin le gustó el plan también cuando lo invitó y vio la brillante sonrisa que apareció en el rostro del omega.

Habían estado caminando en el borde de la playa, disfrutando de las pequeñas olas que aún chocaban suavemente sobre la arena. Bien dicen que el mar te ayuda a descargar malas energías y a la vez renovarlas, pero quién las necesitaba cuando Changbin tenía a su mayor fuente de energía justo frente a él, quien lo llenaba de ganas de seguir viviendo si era a su lado.

Ahora sentados, con los extremos de sus pantalones algo mojados (porque a pesar de haberselos arremangados no habían podido evitar que una que otra ola termine por mojar levemente los dobleses) Changbin admirada el hermoso perfil del omega, siendo iluminado por los últimos rayos de sol del día, sus cabellos levemente desordenados por el viento y algo ondulados por el clima, podría jurar que no había otra vista mejor que esa.

Beta | JeongJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora