La Firma

Obra (historia Independiente)

Oops! I did it again....

Esto no tiene ninguna relación con los otros capítulos. Es otro delirio, pero quería publicarlo. Algún día los pondré aparte, lo prometo.

Eapero que les guste.

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Rodri siempre se declaró el fan número uno de su amigo en cuanto éste ponía un pie en el escenario. Y es que no era para menos, aquel hombre tenía un talento y una potencia en su voz que te robaba la atención aunque no lo quisieras. Rodri había descubierto esto desde que eran compañeros de instituto y habían compartido escenario por primera vez. Concentrarse con aquel hombre frente a él le había supuesto un verdadero reto, pero se sentía feliz de haber podido salir adelante.

Esa fue la primera vez que pensó que algo en Pascu era diferente. Él despertaba algo en Rodri que no sabía precisar, una admiración hasta entonces desconocida y un embrujo que esperaba que los demás también sintieran. Con el tiempo emprendieron varias cosas juntos y aquel sentimiento de admiración permanecía y crecía pero es que era normal, Pascu cantaba cada nota como si fuese la última de su vida y actuaba como si cada personaje fuese escrito sólo para él. La pasión que le ponía a cada cosa que hacía era algo que Rodri no se cansaba de ver.

Ahora que se dedicaban al teatro en su tiempo libre, Rodri quería seguir viendo a Pascu actuar, por lo que se unió al grupo con él. Disfrutaba mucho los ensayos, nunca lo admitiría en voz alta pero le encantaba cuando llegaba el día de la semana en el que se reunían y podía verlo desplegar su abanico de recursos actorales. Por dos temporadas, esa fue su rutina, hasta que al llegar la siguiente obra, Rodri decidió no participar.

¿Por qué?

Simple, por dos razones. La primera, no tenía tiempo para ir a todos los ensayos. Se había involucrado en demasiados proyectos ese año y no quería comprometer la obra al no asistir a los ensayos.

La segunda, quería probar a ver a su amigo actuar sin tener que estar preocupado de decir sus líneas. Había empezado a tener un sentimiento que iba mucho más allá de la amistad y la admiración pero no estaba seguro aún de que nombre darle, y eso le confundía. Quería vivir la experiencia completa, ser cautivado desde el público como uno más del montón y ver si con eso se conseguía aclarar.

Para no quedar mal con el grupo, se encargó de toda la parte de sonido, mezcla y producción. Pudo asistir a un par de ensayos como espectador en lo que coordinaba el tema del audio, y espero con ansias el día de la presentación.

-¿Vendrás al estreno, verdad? - preguntó Pascu el día antes de la obra mientras abandonaban el lugar de ensayo. Pensar en qué Rodri le vería actuar le hacía querer dar lo mejor de sí en el escenario, quería impresionarlo.

-No me lo perdería por nada - respondió sin mirarle, pues sabía que su amigo sonreiría ante su respuesta y su sonrisa le ponía nervioso. - estaré en primera fila.

Llegado el día del estreno, Rodri estaba muy ansioso, incluso más que cuando le tocaba actuar. ¿Por qué? Lo sabía, pero no se atrevía a verbalizar el pensamiento. Le ponía nervioso la idea de confirmar esa tarde los sentimientos que tenía. Le emocionaba el pensar que podría devorar cada gesto de Pascu sin miedo a ser juzgado, oculto entre el público, disfrutar de su voz y de la obra en general. Le alegraba que por fin ya fuera el día. Se arregló como si fuese a un cita, se aplicó perfume, eligió ropa casual pero que le hacía ver más arreglado de lo normal y se encaminó al teatro. Pasó brevemente a saludar a sus compañeros al camerino para hacerles saber que estaría ahí y consultar si necesitaban ayuda con algo. Estuvo un rato ayudando a algunos a prepararse, se alegro de ver que Pascu estaba ahí también arreglándose y le saludó animadamente, y tras desearles éxito a todos se dirigió a las butacas. Fiel a su palabra, tomó asiento en la primera fila, sabía que no estaría tan oculto de la vista de Pascu como quisiera pero le ganó el deseo de verle lo más cerca que pudiera. Además, albergaba la esperanza de que él le viera también. Si sus sospechas eran ciertas y sus sentimientos se confirmaban, no sabía si sería capaz de decirle, pero si él le veía, tal vez pudiera entenderlo.