8 - Heridas

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Poco a poco las lágrimas se fueron acabando, mas siguieron abrazados por un largo rato. Ambos necesitaban sentir el abrazo del otro para convencerse de que estaban bien. 

De pronto Rodri cayó en cuenta de que podía estar lastimando a su amigo sin querer y se apartó suavemente.

Oír a Rodri disculparse mientras lloraba desconsolado le había hecho sentir muy triste, pero Pascu a la vez se sentía tan aliviado de ver a su compañero sin daños aparentes que olvidó su propio malestar y le miró sonriente, solo para ver como el otro desviaba la mirada casi de inmediato.

- Perdona ¿te hice daño? - preguntó Rodri casi en un susurro.

-¿Qué? No... necesitas más que un abrazo para dañar este cuerpazo - intento bromear Pascu. .

- Hmm- contestó Rodri y se alejó para mirar por la ventana. Se sentía tan mal por el estado de Pascu, por sentir que le había traicionado enamorándose de él, por la incertidumbre de los DHL y en un conjunto por todo lo que estaba pasando que no podía mantener el contacto visual con él sin sentir ganas de llorar nuevamente.

- ¿Cómo estás? - preguntó Pascu.

- Bien ¿y tú?

-Yo me siento muy bien, pero el doctor dice que no puedo hacer ejercicio por al menos dos meses - respondió intentando cambiar el tema, notaba que el ambiente había cambiado para mal. - Me voy a poner como una bola.

-Así estás bien- dijo Rodri sin mirarle.

-Tampoco me dejan levantarme, ni siquiera al baño.

-Normal, te acaban de operar.

Silencio.

-¿Quieres gominolas?

-No, gracias. - dijo sin despegar la vista de la ventana.

Nuevamente silencio.

-¿Por que no te sientas un momento?

-Acá estoy bien.

Pascu empezaba a agobiarse un poco con la incomodidad que había en el ambiente. Ya bastante tenía con estar obligado a no moverse, por sus huevos que no iba a quedarse sin hablar también. Decidió dejar de intentar por las buenas y dijo directamente:

- ¿Te pasa algo? Estás muy cortante.

- No, nada.

-¿Seguro?

- Si.

- Tío, te conozco, no me mientas ... ¿que te pasa?

- Pasa que me siento como una mierda ¿bien? - dijo bruscamente.

-Rodri...

-Te vi casi muerto por mi culpa ¿cómo crees que me sentí? A ti parece no afectarte nada, pero yo me siento como una mierda ...

- No fue tu culpa.

- Como yo lo viví, si lo fue.

- Deja de culparte, tu no eras el que tenía el cuchillo.

-¿Que quieres que haga? Te veo ahí sufriendo y no puedo hacer nada para evitarlo.

-Rodri, estoy bien, ¿por que no puedes conformarte con eso? a mi si me basta con que tú estés bien- se le quebró la voz y no siguió hablando.

Rodri se mordió el labio. No debía tratar así a Pascu, había ido a verle con la intención de animarle, no de descargar su frustración y miedo en él.

-Lo siento, si estoy feliz de verte bien, es solo que no puedo evitar sentirme culpable. Tú no sabes todo lo que he vivido estas últimas horas, esto tampoco ha sido fácil para mi. Pensé que te ibas a morir por haber intentado ayudarme.

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