10 - Confesión

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- Hablando de curaciones, hoy vinieron a examinarme un par de doctores- Soltó Pascu por decir algo cuando ya no soportó el silencio.

- Ah ¿si? ¿Y que tan mal te encontraron? - respondió rápidamente Rodri, agradecido de que el otro hablara primero y rompiera la tensión.

- Dijeron que mi excelente condición física había ayudado mucho a que el daño no fuese mayor... ¡No te rías! - exclamó.

-No me estoy riendo- dijo aguantándose la risa. - ¿No dijo que tus abdominales doblaron el filo del cuchillo también?

- Estoy hablando en serio, ¿Qué no ves que no puedo reírme? Dicen que de no ser por eso no hubiera resistido el shock.- se estremeció ante aquel pensamiento.

- Lo sé, tuvimos mucha suerte de que resistieras - dijo Rodri mirándole con una cálida sonrisa.- Me alegra que estés mejor de lo que todos pensábamos, enserio. Nos diste un buen susto. Por un momento pensé que ya no tendría quien rompiera mis cosas cuando volviera a casa. -añadió con sinceridad.

-Lo sé, no podrías vivir sin mi.

-Espero que no lo averigüemos pronto- dijo bromeando para que Pascu no notara que había dado justo en el clavo.

- Además me permitirán mañana levantarme al baño por fin - dijo blanqueando los ojos- Joder, es que no sabes que indigno es estar confinado a una cama y que te laven y revisen como si fueras un bebé- se quejó mientras Rodri se reía.

- Jajajaj me imagino tu cara.

- Ya tío, en verdad es muy incómodo - Pascu tenia hasta las orejas rojas pero sonreía al ver a su amigo reír sin preocupaciones. Se lo debía por lo mucho que le había hecho sufrir el día anterior.

- Me imagino que si, la verdad no te envidio. ¡Ah! Antes de que me olvide - dijo buscando en sus bolsillos con torpeza- También te traje tus cascos. Olvidé traerlos esta mañana, perdón.

-¿Que haría yo sin ti, Rodrigo? - Pascu le agradeció con una de esas sonrisas que a Rodri le reiniciaba todo el sistema.

Al estirar su mano para recbir los cascos, Pascu sin darse cuenta mantuvo la vista fija en los vendajes de su amigo lo suficiente para que este lo notara y cruzara los brazos tratando de ocultarlas, como si le avergonzaran.

- Lo siento, no quise incomodarte - dijo Pascu rápidamente desviando la mirada. Pese a todo, sabía que ese era un tema delicado para su compañero y contra todos sus instintos de presionarle para que le contara, intentaría esperar a que se sintiera listo para hablar.

Bueno, esperar no, pero quizás preguntaría de forma un poco más sutil mas adelante.

- No pasa nada - dijo Rodri sonriendo un poco incómodo. - ¿No te dijeron los médicos cuando podrías dejar el hospital? - aprovechó para preguntar.

- Si todo va bien, podría irme en 2 días... creo. - dijo arrugando la frente, no muy convencido. - O al menos eso me pareció entender, la verdad con tanto toqueteo y pinchazo no pude concentrarme.

- Bueno, dos días tampoco es tanto - le animó.

- Ya pero es que los hospitales a mi no me gustan nada.

- A nadie, que yo sepa - rió Rodri.

- Siento que el cuerpo me pica de tanto estar recostado.

-¡Pero si no llevas ni un día!

- Quiero volver a mi casa - dijo con pesar. Extraño a mis perros y por sobre todo extraño mi cama. Vaya camillas más incómodas, es como dormir en el suelo.

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