La Firma

16 - Declaración

- Si es otra de tus bromitas de mierda, no es gracioso- Rodri le respondió después de un largo silencio.

- Responde.

-¿Qué te pasa? No, no me gustas, ya suéltame - dijo intentando soltarse de su agarre y evitando mirarlo a los ojos.

-¿Entonces por qué haces esto? ¿Y por qué me cantabas mientras yo dormía?

Rodri palideció al oír eso último. Dejó de moverse y guardó silencio.

- ¡Responde!

- No sé de que hablas - dijo en voz baja sin levantar la vista del suelo.

- Si estoy equivocado mírame a los ojos y niégalo- gruñó apretándole más los brazos y obligándolo a levantar el rostro. -¿Yo te gusto, verdad?

Rodri le miró sintiéndose acorralado y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

-Eres un imbécil, Álvaro Pascual - dijo al fin, soltándose de su agarre y sentándose en la cama.

- ¡Contéstame!- exigió.

-Vete a la mierda - dijo sin mirarle.

- ¿¡Por qué tienes que hacer todo tan difícil!? - exclamó llevándose las manos a la cara - ¡contesta de una vez!

- ¡Si, me gustas!. ¡¿eso querías escuchar?! - explotó Rodri por fin - ¡La cagué y me enamoré de ti, lo siento por arruinarlo todo!, ¿Ya estas feliz? - dijo cubriéndose el rostro con las manos, temblando.

Pascu le miró atónito.

- ¿Es... Es en serio? Rodri, yo también....

-Ya puedes dejar de burlarte de mi, ¿no crees? ¿no te parece suficiente? - dijo Rodri esforzándose por no llorar.

Pascu le abrazó con fuerza haciendo que su cara quedara enterrada en su pecho. Rodri pudo sentir el corazón del otro martillando furiosamente en su oído y le escuchó decir:

- Rodri, perdóname.

Pensó que Pascu se estaba disculpando por no poder corresponderle y eso le rompió el corazón. Sintiéndose aún más humillado, se deshizo de su abrazo y se puso de pie.

-No te disculpes, sabía que esto iba a pasar. - dijo apartándose de él y alejándose en dirección al baño. Si tenía que llorar, no lo haría frente a él.

-Rodri, no entiendes. Yo... perdóname por gritarte...

- Ya basta, Pascu - le interrumpió. -No compliques más las cosas, por favor, solo haz como si no hubiese dicho nada.

-No puedo - Pascu le acorraló en la puerta del baño haciendo que el otro se encogiera asustado y le tomó el rostro entre ambas manos. - Rodri, por favor, si estas jugando, dímelo. - su tono era menos duro, sonaba casi como una súplica.

- ¿Te parece que estoy jugando? - dijo con voz quebrada. No pudo soportarlo más y le brotaron las lágrimas.

De pronto Pascu se inclinó sobre él y le depositó un cálido beso en los labios que le dejó sin aliento.

Al verle paralizado, Pascu le secó las lágrimas delicadamente y le dijo:

- Yo te amo, Rodrigo.

-............¡¿Qué?!

-Te amo. Perdóname por gritarte.

- Ya deja de burlarte de mi.- intentó empujarle pero Pascu le abrazó.

- Rodri, lo digo en serio.

-Si esto es una broma...- Pascu le interrumpió con otro beso. Rodri permaneció inmóvil.