Capítulo 11

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Estaba preocupada porque había dejado a Savannah con Harry y su nuevo amigo, el semental. Pero sabiendo cómo ella era, no tendría ningún problema al estar con ellos.

La cita estaba yendo medianamente bien; Will era un amor conmigo pero había momentos en los que los dos nos quedábamos callados y no teníamos mucho que decirnos. Supongo que eso era algo natural, puesto a que era nuestra primera cita y que nos estábamos conociendo. Pero mis expectativas habían sido un poco mejores que la realidad.

-Buena tirada, has tumbado 4 bolos. –dijo Will intentando animarme.

-¡Pero qué dices! Soy penosa.

Y además, los pies me dolían con esos zapatos tan horribles que daban en las boleras. Mi pelo volvía a estar recogido en una cola y, el esfuerzo de la peluquera al planchármelo se había ido al garete, y no solo eso, si no que mis uñas ya no llevaban esmalte.

-A mi me ha parecido un buen tiro.

-Es porque lo ves con buenos ojos. –le sonreí sonrojada.

-En realidad, te veo a ti.

-Sois una pareja adorable. –dijo la mujer que estaba sentada al lado nuestro en la otra pista, la cual llevaba haciendo comentarios todo el rato.

-Señora, le vuelvo a decir que aún no somos pareja. –dijo Will.

-¿Aún? –alcé las cejas.

-No te lo he pedido de forma oficial.

Eso significaba que lo iba a hacer, mi estómago se removió. ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde?

Me enseñó una de sus mejores sonrisas y yo le mostré una de las mías. Él tiró su bola e hizo un pleno, el tercero o cuarto que hacía. Me estaba ganando por un montón de puntos. No es que me importase, pero normalmente a las chicas se nos deja ganar o al menos estar muy igualados. Por otra parte, que no me tratase como si no me pudiese defender me gustaba.

Cogí mi teléfono por un momento y vi que tenía una llamada de Savannah y un mensaje que ponía “¡LLÁMAME ES URGENTE!”. Así que me disculpé con Will y fui un momento al baño.

Marqué el teléfono de mi amiga y al tercer pitido lo cogió.

-¿Qué pasa?

-¿Cómo va tu cita?

-Va.

-¿Cómo? ¿Qué quieres decir?

-Que no está mal, Will es adorable y un amor conmigo pero no sé, me esperaba más de la cita. Demasiadas expectativas me había hecho. A parte, estamos en una bolera y adiós pelo, uñas y pies. Me está ganando por un montón de puntos y hay momentos en los que no sabemos qué decir. Y, tenemos a la típica mujer mayor que no para de decir que hacemos una bonita pareja y él le repite que aún no lo somos, que no me lo ha pedido todavía.

-Dios mío.

-Lo sé.

-Pero Nora, es Will, ¿no es cómo siempre es contigo?

-Sí, sí lo es. Y de eso no me quejo, pero la cita está yendo mal.

-Bueno, eso es porque es la primera. –dijo animándome.

-Tienes razón, no me lo tendría que estar tomando tan mal.

-Exacto, verás como a la próxima va mejor.

-Sí. –sonreí auto-convenciéndome -  ¿y tú? ¿qué era eso tan urgente?

-He pasado la tarde con los amigos de Harry y con él.

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