Noté que me atragantaba con un trozo de pasta así que tuve que levantarme del taburete y me puse agua en un vaso. Tragué con rapidez y tosí un par de veces.
Esperé a que se estuviese riendo de mí por haber picado en su engaño, pero no fue así.
-No puede ser cierto. –lo miré a los ojos- Harry, dime que no es verdad.
Escondió el labio superior entre los dientes y se pasó la lengua, haciendo un gesto nervioso.
-Sí lo es.
-¿Y me lo dices ahora? ¿Por qué no me lo dijiste en el momento que decidí venir a vivir?
Puse los brazos en jarra y me quedé frente a él, estábamos en la misma estatura ya que él seguía sentado en el taburete.
-Porque no hubieses aceptado a venir a vivir conmigo.
-¡Esta claro que no! Pero era algo que merecía saber. –bufé.
-Nora no era mi intención no decírtelo pero pensaba que ellos con tal de vernos juntos ya les valdría, pero no.
Cerré los ojos y respiré profundamente. Me moví nerviosa y me acerqué a mi plato y tiré lo que quedaba en él a la basura. Se me había quitado el hambre. Los ojos de Harry me perseguían y me estaba cabreando más y más.
-¿Entiendes que tengo ganas de pegarte? -soltó una pequeña risa y yo lo miré frunciendo el ceño- ¿Te hace gracia Harry? ¿Esta situación crees que es graciosa?
-La situación no, pero tú me haces reír. –levanté una ceja y aclaró:- Nunca se le dice a alguien que lo quieres pegar, se hace y ya.
-Me da igual, yo nunca pego es para que imagines lo muy cabreada que estoy. ¡Es que no entiendes que ahora no me puedo negar! Tampoco puedo mudarme porque, ¿qué dirán mis padres? –solté un pequeño grito.
Cogí el plato y lo puse en el fregadero. Cogí el estropajo, y una vez haberle puesto jabón y agua, empecé a frotar. Sabía que estaba limpio pero aún así seguí frotando y frotando porque eso era lo que me tranquilizaba.
-Nora... -se acercó a mí- Yo no te voy a retener solo haz lo que creas pero deja ya de fregar ese plato porque se va a volver transparente.
Quise reír porque eso me hizo gracia pero evité hacerlo.
-¡Harry no es para hacer bromas! –bufé.
Levantó las manos en señal de rendición.
-Yo ya he dicho que es cierto que me he equivocado y no voy a rogarte nada, Nora.
-¿Quién te ha dicho nada de rogar? –prácticamente rugí
-Yo solo te digo que no lo esperes porque nunca he rogado por ninguna mujer. Así que ahora es solo decisión tuya. –se encogió de hombros.
Asentí.
-¿Qué esperar de ti, eh? –rodé los ojos.
Me miró frunciendo las cejas.
-¿A qué te refieres?
-Que así eres tú, un chico muy egoísta y egocéntrico.
-Si tú lo dices... -se pasó la mano por el pelo. Dio media vuelta y subió por las escaleras– Ya me dirás lo que decides hacer.
Después de lavar los utensilios restantes y de haber lavado un poco la cocina me fui a mi habitación. Decidí echarme en la cama y al ver que Savannah no me cogía el teléfono decidí llamar a Ian.

ESTÁS LEYENDO
Faced.
FanfikceTodo comienza a raíz de una apuesta, Harry cree que conseguirá ganarla sin mover un dedo. Lo que él no sabe es que aunque juegues y ganes, puedes perder cosas más importantes.