Capítulo 17

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Me acerqué a ellos notando que las mejillas se me habían sonrojado. Tener que trabajar para gente desconocida no me suponía ningún problema ya que estos no me conocían pero el hacerlo frente a mis amigos era algo que me cohibía bastante.

-B-Bienvenidos. –declaré.

-¡Pero qué guapa que estás con este delantal, nena! –exclamó Ian.

-¿Tienes mesa para siete? –sonrió Liam.

-Um... podemos juntar tres mesas. –miré a mi alrededor- Venid.

Fui hacia una punta del local, en la que hubiese una ventana, ya que así tendrían una bonita vista y de paso no molestarían al estar en medio del local al ser tantos.

Los chicos me ayudaron a juntar las mesas y cuando mi mirada conectó con la de Harry le dediqué una sonrisa pero este fingió no haberla visto y miró hacia otro lado. En serio, ¿qué le ocurría?

-Entonces, ¿qué queréis beber o comer? –pregunté cogiendo la libreta y el bolígrafo del bolsillo del delantal.

-¿Alguien tiene hambre? –preguntó Liam mirándolos uno a uno y todos negaron- Entonces solo serán bebidas.

-Perfecto, pues, ¿Qué os viene de gusto?

-Yo una cerveza. –contestó Niall.

-Y otra por aquí. –dijo Louis.

-¿Nadie más quiere cerveza? –los miré y Harry volvió a evitarme con la mirada.

-Yo prefiero una coca-cola. –dijo Liam.

-Yo también. –dijo Zayn.

-Ponme otra a mí. –contestó mi amiga.

-Y a mí otra también. –dijo Ian con una sonrisa.

-Vale, entonces serán... ¿dos cervezas y cuatro coca-colas, no? –todos asintieron- Y...¿Harry?

Niall le dio un golpecito con el codo porque parecía que no me hubiese escuchado.

-¡Oye! –se quejó el ojos verde.

-Tío, escucha. ¿Qué coño quieres de beber? –espetó Niall.

-Me da igual. –se encogió de hombros.

-Quizás, ¿una coca-cola? –sugerí.

Él se limitó a encogerse de hombros, sus ojos conectaron un momento con los míos y dijo:

-Tomaré lo que tú me pongas, así que decide tú por mí.

Me lo hubiese tomado bien si no hubiese sido porque lo dijo con un tono de burla. Yo no le había hecho nada. Por lo tanto fuese lo que fuese lo que le había pasado por la mañana lo estaba pagando conmigo.

-Está bien, pues una coca-cola para ti también. –rodé los ojos.

Fui hacia la cocina para ir a buscar sus bebidas un poco cabreada por el comportamiento de Harry. ¿Qué culpa tenía yo de que las cosas no le hubiesen salido bien?

Eso hizo plantearme lo de quedarme con él. Yo no quería a alguien que no sabe controlar su propia mierda y tiene que pagarlo con los demás. Si algo le ocurría prefería que me lo contase a que fuese de ese humor por el mundo.

-¿Te ocurre algo bonita? –me preguntó el padre de Will, lo que hizo sacarme de mis pensamientos.

-¡Mike! No, ¿por?

-Porque has sacado como veinte latas coca-cola.

Miré a mi derecha y encontré que había sacado bastantes latas de coca-cola y las estaba depositando sobre la mesa.

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