Busqué mis zapatos por el césped y el pequeño bosque que rodeaba la casa de Zayn. Los encontré justo dónde Harry me había indicado y me pregunté cómo habían llegado hasta ahí. También me pregunté por qué habíamos acabado durmiendo fuera y por qué Harry había estado conmigo.
No me los puse y me encaminé hacia la casa, la hierba estaba helada así que apresuré mi paso. Al entrar en la casa, divisé a muchas personas por el suelo, vasos por todas partes y muchos cristales. Parecía que por ahí hubiese pasado un terremoto.
Fui directa a la habitación dónde habíamos dejado las chaquetas y los bolsos, quería ir a buscar mi teléfono para saber la hora que era.
Cuando entré a la habitación me encontré a Ian dormido encima de todas esas chaquetas. Me reí sin poder evitarlo, tenía un dedo metido en la boca y parecía un niño pequeño.
Él se removió y abrió los ojos, se cagó en todo el mundo y se puso una mano en la cabeza, claramente le dolía como a mí.
-Perdón –susurré- no quería despertarte.
Sus ojos azules me miraron traspasándome, ahora mismo me odiaba, seguro.
-¿Qué hora es?
Empecé a buscar mi bolso, y vi que había muchos iguales que el mío. Así que los abrí todos, y cómo no, el último era el mío. Rebusqué entre mis cosas y lo encontré. Vi que marcaba las nueve y trece de la mañana.
-Es temprano. –me quejé- Muy temprano. –miré a Ian- Son las nueve y cuarto.
Hizo un gesto de cabreo y se volvió a tirar entre las chaquetas.
-Oye nena. –dijo- ¿Por qué no vienes aquí?
Me acerqué a mi mejor amigo y me puse a su lado. Dejé mi cabeza en su pecho y bufé sonoramente.
-Dios mío, estás helada. –dijo al poner un brazo a mi alrededor.
-He estado durmiendo fuera.
-¿Fuera?
-Sí.
Entonces la puerta de la habitación se abrió.
-Mierda. –escuché esa voz y era la de Savannah.
Ian y yo nos levantamos para mirarla, estaba horrible. El cabello despeinado, el maquillaje corrido, unas ojeras marcaban su rostro y por lo que vimos también tenía dolor de cabeza.
-Ya estamos todos. –dijo Ian.
-Harry me ha mandado a buscar a Nora. –me miró- Te odio porque por tu culpa me ha despertado.
-¿A buscarme? –me extrañé.
Savannah se acercó a nosotros y se puso al otro lado de Ian. Volvimos a recostarnos y las dos teníamos la cabeza en el pecho de él.
-Está preocupado. –continuó Sav- Aunque normal, después de lo de aye…digo hoy.
-No sé de qué me estás hablando...
Mis ojos pesaban.
-Luego hablamos. –dijo ella con la respiración lenta y yo asentí aunque ella no pudiese verme.
Un ruido en la habitación me asustó y abrí un poco los ojos. Una chica estaba cogiendo su chaqueta que estaba bajo de mí. Al conseguirlo se quejó y me dijo algo que no logré entender. Volví a mirar el teléfono que tenía en mis manos y vi que eran cerca de las dos del mediodía.
-¿Qué hora es? –farfulló Savannah.
-Las dos del mediodía.
-Oh mierda…-se quejó Ian.
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Faced.
FanfictionTodo comienza a raíz de una apuesta, Harry cree que conseguirá ganarla sin mover un dedo. Lo que él no sabe es que aunque juegues y ganes, puedes perder cosas más importantes.