-Oh…Harry. –me sentí incómoda- ¿Cómo has conseguido mi número?
-Contactos.
-Ah.
Silencio.
-Verás… -dudó.
-Si has llamado para saber si aún me parece buena idea ir a vivir contigo, que sepas que sí, aunque no estoy muy convencida sobre lo que los demás pueden pensar.
Se le escapó una risa.
-¿A ti que no te conoce nadie te preocupa lo que los demás puedan pensar?
Me ofendí.
-No quiero que me relacionen contigo. No quiero que piensen que soy una de tus líos o que se piensen que voy a llegar a tener algo contigo y que tú me engañes. –di una pequeña pausa- No me gusta tú mundo y no estoy dispuesta a vivir en él.
El silencio volvió a aparecer y mi orgullo volvió a asomar la cabeza tras haber sido pisoteado por su culpa.
-¿A qué te refieres con mi mundo? –preguntó incrédulo.
-Me refiero a todo lo que te rodea, la gente que te observa al caminar, las chicas que van detrás de ti como un perrito dispuestas a ser usadas y tiradas. –hice una pausa- Ese mundo en el que no sabes lo que realmente valen las cosas y toda esa vida tan fácil que llevas.
Se rió sarcásticamente.
-Me alegra saber que te avergüenzas de mí y me encantaría seguir con esta conversación tan entretenida pero tengo otros asuntos más importantes a los que atender.
Rodé los ojos.
-Asuntos obvios.
-Sí quieres te doy los detalles de cómo me ducho y por qué partes me paso el jabón.
-¡Dios mío, no!
Sentí una carcajada a través del teléfono, claramente era uno de los sonidos más increíbles que había escuchado. Nunca había escuchado a un chico reírse de esa forma.
Colgué, no quería escuchar más sus tonterías y sus risas burlonas. Hacía que me sintiese muy inferior de lo que ya me sentía. Se podría decir que aún no conocer a Harry podía saber que era un chico prepotente y eso era odioso.
Busqué el número de teléfono de Savannah y marqué. Esperé al primer pitido, y al segundo Savannah ya lo había cogido.
-Hey. –contestó masticando algo.
-¿Estás comiendo?
-Sí.
-¿Cenando? Puedo llamar más tarde…
-No, estoy picando algo tirada en la cama.
-No entiendo como no puedes engordar.
-Cosas de la vida, nena. –puso el manos libres- Oye dime, ¿qué tal con ese chico?
-Dios… -resoplé.
-Ian me ha llamado por la tarde y le he comentado todo, para que el pobre estuviese al día.
-Después lo llamaré, para qué me dé su opinión.
-Oh, ya te la digo yo ; fóllatelo como si no hubiese mañana está que te cagas.
Solté una pequeña risa.
-No ayuda mucho que sea Gay y que le muevan todos los penes. –concreté.
-No, no ayuda mucho. –me dio la razón- Y bueno, ¿al final…?
-Puede que me mates pero…
-¿¡Has aceptado!? –me cortó.
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Faced.
FanfictionTodo comienza a raíz de una apuesta, Harry cree que conseguirá ganarla sin mover un dedo. Lo que él no sabe es que aunque juegues y ganes, puedes perder cosas más importantes.