Capítulo 21

120 14 6
                                    


-Cuando vengo aquí y cierro la puerta es porque quiero estar sola. –le informé.

Frunció el ceño.

-¿Me estás diciendo amablemente que me vaya?

-Exacto.

Me senté en la cama, me había acostumbrado tanto a la de Harry que la mía la encontraba demasiado dura. Seguramente no podría volver a dormir en la mía. O, al menos no encontraría la postura correcta.

Él, soltó una risa incrédula.

-Solo quería decirt-

-Que te quieres tirar a mi hermana. –acabé la frase por él- Hazlo si es lo que quieres, pero no quiero que me lo cuentes. Es desagradable. –hice una mueca.

-No pero qué ella se ha subido sobr-

-No, no. –me levanté de golpe y le puse mis manos en sus labios- De verdad que no quiero saber absolutamente nada. Tanto si pasa algo o no.

Asintió y, seguidamente me lamió.

-¡Harry Styles! –me quejé limpiándome en mis pantalones- ¡Eres un guarro!

Él cerró los ojos y soltó una carcajada echando la cabeza hacia atrás. Las venas de su cuello se marcaron. No pude evitar pensar en que realmente era un chico muy atractivo.

-Vete a saber dónde ha estado tu lengua. –le acusé una vez había dejado de reír. Él alzó las cejas- ¡No! No quería decirlo en ese sentido, por favor. –rodé los ojos levantando los brazos, noté como me sonrojaba.

-Yo te diría dónde la meto normalmente aunque no creo que lo quieras saber.

Abrí los ojos.

-No, por Dios, no.

Él volvió a reír.

-Aunque si quisieras podría mostrarte cómo lo hago.

Miré a sus ojos, buscando algo de diversión en ello y lo que vi fue que se habían oscurecido. Me quedé inmóvil y tragué, notando cómo mis mejillas volvían a teñirse de rojo.

Tenía que estar bromeando.

-Harry... –bajé la mirada algo nerviosa.

Volví a sentir su risa, esta vez más fuerte todavía y lo miré. Se apoyó en sus rodillas a la vez que posaba una mano sobre su estómago. Sentía como mis mejillas seguían ardiendo.

-No tiene gracia. –susurré a la vez que me distanciaba de él para sentarme de nuevo en mi incómoda cama.

-No te pongas así, Nora. –se sentó a mi lado y se echó, mirando hacia el techo de mi cuarto- Tampoco es para tanto.

Miré como su pelo se despeinaba sobre mi colchón. Y, entonces caí que ese era el primer chico que se encontraba en mi habitación y encima echado en mi cama.

-Eres idiota. –posó su mano en mi hombro y me echó para atrás, haciendo que ahora yo estuviera en su misma posición. Lo miré con el ceño fruncido y vi como sus ojos esmeraldas me estudiaban el rostro, así que no evite a hacer lo mismo.

Su mandíbula era fina y se marcaba, parecía que pudiera partir cosas. Me sorprendió ver que apenas su rostro tenía vello facial, el típico que los hombres tenían. Solo pude ver un poco de bigote y poco más. Reprimí una risa, era bastante gracioso verlo sin vello facial a pesar de la edad que tenía.

Sus cejas no eran de esas que estaban muy pobladas, más bien se veía que se las cuidaba pero sin parecer muy excesivo. Sus ojos no es que tuvieran una forma peculiar pero eran bonitos. Lo que sí que me llamaba mucho la atención eran esos ojos verdes. Tenía un color precioso, era un verde que parecía tener un toque de azul grisáceo. Increíble.

Faced.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora