09: Holding onto patience...

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El sonido del teléfono me despertó, abrí los ojos, aunque los tuve que volver a cerrar porque la luz me lastimó. La noche anterior estuve mirando televisión hasta tarde, tratando de sobrellevar mi insomnio y, sin darme cuenta, me quedé dormida. Pensé que el sonido venía del artefacto, pero en el había un anuncio de detergente. Estire mis brazos y me acomode en el sofá, en eso un dolor en mi cuello se hizo presente. Susurre una pequeña maldición y levanté el teléfono.

—¿Hola?  —contesté con voz somnolienta.

—¿Avneet? ¿Por qué apenas estás despierta?

El poco sueño que tenía se esfumó rápidamente al escuchar la voz de mi madre. No pensé que volvería a hablar con ella en las siguientes semanas, sabía que estaba muy ocupada con eso de su mudanza a Los Ángeles y en buscar un nuevo empleo como para querer saber de mí al menos en el primer mes.

—Mamá, hola. ¿Cómo estás?

—Muy bien. Tratando de acostumbrarme a este lugar  —suspiro—. Ahora contéstame, ¿por qué te levantas tan tarde.

Mire la hora en mi celular. Eran las once y media.

—Me quedé dormida hasta tarde.

—Qué no se vuelva a repetir.

"Si supiera..." Por suerte ella se encontraba kilómetros lejos y no me regañaría por mis horarios tan anormales. Sin embargo, la extrañaba mucho y hubiera preferido verla por unos días antes de irse a LA. Lo malo era saber el motivo de esto y era el no verme para recordar todo lo sucedido años atrás.

—¿Y qué ha pasado por allá? ¿Algún nuevo galán?

—Ay mamá, qué cosas dices.

—¿Qué? No tiene nada de malo. No dudo de que pronto conocerás a alguien y se enamorará de ti.

Suspire, pero no al recordar mi cita con Derek en aquel lugar tan lindo. Pensé en los encuentros con Spencer en la biblioteca y en nuestras conversaciones sobre las palabras de los escritores. Negué y le pedí a mi madre que habláramos de su nuevo trabajo, debía dejar de pensar en Spencer.

*

Fue difícil tomar esa decisión, desde el ir a comprar un ramo de flores, caminar a ese lugar tan silencioso, hasta el encontrarme frente aquella lápida. Había prometido ir solamente en su aniversario luctuoso, pero ese día algo inexplicable me convenció de ir. Tal vez se debía a que la llamada de mi madre removió muchos recuerdos de mi adolescencia y quise acabar con ellos, o tal vez se trataba de otra cosa. 

Pase media hora en el cementerio, hablando y pidiendo perdón, luego caminé de regreso a casa. No llevaba los audífonos, por lo que me sentía peor que las otras veces que me encontraba en la calle. 

No había caminado más de quince minutos, cuando miré un rostro conocido un par de centímetros cerca de mí, pronto me vio y se acercó con una gran sonrisa. 

—Hola.

—Hola, Derek.

—Me leíste el pensamiento. 

—¿De verdad?

Derek asintió y me ofreció una rosa. La acepté un poco sonrojada, jamás me habían regalado una.

—Estaba por ir a tu casa para invitarte a comer. ¿Qué opinas?

Le estaba tomando el gusto a salir con él y escucharlo hablar. Le sonreí con tristeza, Derek merecía que le dijera la verdad.

—Agradezco tu invitación, pero ahora no tengo ánimos de estar en un lugar público.

—Oh —dijo desanimado—, está bien.

—En serio lo siento.

Estuvimos en silencio un momento, yo me dedique a ver el hermoso regalo de Derek.

—¿Y si te invito a comer a mi casa?

Su pregunta me tomó por sorpresa, levanté la vista de la rosa y lo miré. Sin pensarlo demasiado, acepté su invitación y caminamos a su casa.

. . .

Spencer:

No era de mis mejores días, y mi estado de ánimo no era el mejor. Tomé mis cosas y salí de mi casa, quería distraerme de mis problemas por tan solo un momento. Pasar tiempo con Derek no parecía ser una mala idea, tal vez él le diría a los demás y saldríamos a algún lugar para divertirnos.

Parecía un excelente plan.

Sin embargo, cuando llegué a la casa de mi amigo tuve la sorpresa de que Avneet abriera la puerta. Se miraba más linda y tierna que la última vez que nos vimos. Tenía el cabello suelto y era adornado con una rosa, sus ojos brillaban y todo eso resaltó cuando me sonrío.

—Spencer, qué bueno verte.

—Niño bonito —saludó Derek.

—Hola, lamento interrumpir.

—Por supuesto que no interrumpes —dijo Avneet.

—¿Nos acompañas a comer?

No tenía la intención de hacer mal tercio, pero ella y mi amigo insistieron, además parecía que de verdad querían que los acompañara, así que acepté.

Al entrar, noté el increíble olor a comida. Avneet también y salió corriendo a la cocina para evitar que esta se quemara, por lo que me quedé a solas con Morgan. Él tomo mi mochila y la dejó donde siempre, después se quedó viendo el pasillo, como si Avneet estuviera ahí.

—Es maravillosa, ¿no lo crees?

Sentí mis mejillas arder en cuanto hizo la pregunta. Por fortuna, Derek no lo vio.

—Avneet me agrada mucho, si esa es tu pregunta.

—Me alegra oír eso —sonrió—. Creo que estoy enamorado de ella.

—¿Y ella lo está de ti?

Morgan se encogió de hombros.

—La verdad es que no lo sé, aún no se lo pregunto. Penelope me dijo que debería tenerle paciencia y, sinceramente, Avneet lo vale. Por eso me propuse a enamorarla con algo pequeño cada vez que nos veamos. La rubia fue quien me dio la idea de la rosa.

—También podrías decirle algo lindo —solté de pronto.

Derek se me quedó viendo, había confusión en su rostro.

—Quiero decir, las veces que hemos tenido nuestros encuentros en la biblioteca y llega la hora de hablar del libro, Avneet siempre comenta algo del romance, aunque este casi no tenga.

Él me dio un ligero golpe en el hombro que me hizo perder el equilibrio por un momento.

—Gracias, lo tendré en cuenta.

Dio por terminada nuestra conversación y fuimos a la cocina para preparar lo que hacía falta.

En verdad, nunca creí que se pudiera ver más linda a una persona, o peor, que sintieras que te enamoraras un poco más. Esas horas estando con Avneet, aunque fue muy poco lo que conversamos, descubrí que era demasiado amable con los que se encontraban a su lado. 

Puede que suene tonto, pero miraba de manera diferente a Avneet conforme pasaban los minutos y la escuchaba hablar, en especial si se dirigía a mí. Y sin importar cuantas veces me repitiera que ella jamás se fijaría en mí, parecía que aquel sentimiento jamás se iría.

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Estos dos son un caso :D
Perdón si hay faltas de ortografía, no tuve mi computadora esta semana y tuve que escribir en mi teléfono :(
Y, ya que cuento esto xd la siguiente semana regreso a clases, por lo que puede que las actualizaciones sean más lentas :'( pero haré lo posible para traerles un capítulo ❤

Espero les haya gustado el capítulo :3 love u ❤💕

Playing God // Spencer Reid ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora